El 19 de Junio se presentó en el Palacio Legislativo una playlist en Spotify con canciones de músicos uruguayos elegidas por los legisladores.
Es una recopilación de gustos personales de cada senador y diputado que integran las cámaras legislativas.
La variedad fue enorme. Por allí circulan desde Amalia de la Vega, pasando por Viglietti con su conocido “A desalambrar”, a “Dame 5″, grupo que confieso desconocía y que fue elegido por el senador Sartori. Gracias Juan por tu buena voluntad de aportar -con tu muestra de conocimiento musical- al acervo cultural.
Como era de esperar -algo muy humano- las reacciones no se hicieron esperar. Un centenar de intérpretes ofendidos por no ser elegidos salieron a las redes a reclamar por la ausencia de determinados autores, estilos o ritmos que sin duda pudieron haber estado.
En forma amable ponían felicitaciones a los integrantes de la lista y en simultáneo acusaban indirectamente de acomodados a los músicos que integraban la playlist. Esto en los muros de Facebook.
Hubo alguno que se molestó y se preocupó en hacer seguimientos en páginas oficiales de los partidos políticos –al mejor estilo Gestapo- para descubrir a los “no dignos” de participar en la mentada lista.
Este proyecto salió de las entrañas mismas de las organizaciones sociales musicales, los cultores del arte. Instrumentado por empresarios musicales, se hizo una encuesta, se consultó sobre un tema a cada legislador y así se eligió.
Y lógicamente, cada persona que fue consultada, en la universalidad de temas existentes, contestó de acuerdo a aquello que sienten los representa. Los legisladores nacionalistas optaron por canciones que representan esa colectividad. Allí se puede escuchar al blanquísimo Carlos María Fosatti, con el tema de Julian Murguia “De poncho blanco” o “Hasta sucumbir” de José Enrique Rimbaud, a Fernando Ximénez con “Milonga para un caudillo”, dedicada a Wilson.
Susana Pereira eligió a Viglietti con “A desalambrar” y muchos frenteamplistas se sumaron a “Los Olimareños”, como el caso de Charles Carrera con “A don José”, o una representación del canto femenino de Ana Prada con “Tu vestido”, o lo feminista, elegido por la Diputada Verónica Mato, en el caso del tema “Brujas” de Eli Almic.
Los cabildantes Manini Ríos, Domenech y Lozano eligieron el canto historicista patriótico de quien escribe, agradezco muchísimo.
En fin, todos aportaron de acuerdo a sus gustos: unos marcando su perfil político o cultural y otros, parece que por compromiso o para salir del paso, de lo contrario no tiene explicación posible.
Esto me trajo a la memoria una votación en el club del pueblo, para realizar una comida, para hacer fondos, que siempre faltan.
Todos votaron por diferentes platos, asado con cuero, cazuela, ravioles, picada de chorizo casero, hamburguesas, chorizos al vino blanco, pollo asado, strogonoff… la lista era enorme.
La condición fundamental era que todos debían aportar un artículo de lo que se eligiera cocinar. La votación determinó que se hiciera cazuela de mondongo.
Uno dijo: “Yo aporto los porotos”. “Yo, el cerdo”, dijo el ‘Cumba’. “Panceta y tocino será lo mío”, agregó ‘El carancho’. Anacleto dijo que pondría papa, morrón y zanahoria; el ‘Chumbo’ que pondría el mondongo y ‘El tinga’ los chorizos colorados. Así, entre todos, se armó flor de cazuela, todos aportaron algo.
Claro que nunca falta el vivo que sin trabajar ni aportar nada quiere comer de arriba y si no le dan se queja.
Hubo un farmacéutico que quiso aportar el antiácido, un sobrecito de alka-seltzer.
Se quedo con ganas de comer, por pavo.
Me dio pena, pero es bastante común.