A cuatro meses del comienzo de la emergencia sanitaria, el gerente general de la Asociación Española destaca la solvencia del sistema para enfrentar la crisis y la implementación de la asistencia remota.
Desde el viernes 13 de marzo, el día en que se decretó la emergencia sanitaria luego de confirmados los primeros casos positivos de coronavirus en el país, los prestadores de salud debieron enfocar sus esfuerzos en hacerle frente a la pandemia.
Así lo recuerda el Dr. Julio Martínez, gerente general de la Asociación Española, en conversación con La Mañana. “A partir de ese momento tomamos una cantidad de medidas para facilitar la atención de los socios” entre los que destacó: “Tenemos un laboratorio de biología molecular que desde el día 1 comenzó a hacer los test de COVID-19. Durante las primeras semanas apoyamos al Ministerio de Salud Pública, puesto que todos teníamos pocos reactivos. Hoy ese problema no existe y se ha podido hacer una cantidad muy grande de tests. Comenzamos a hacerle test a todos los pacientes que lo requerían, y el hecho de tener laboratorio propio da la ventaja de tener rápido el resultado”.
Los cambios abruptos implicaron una inversión significativa ya que los pacientes que contrajeron el virus debieron ser atendidos en espacios aislados del resto. En la Española prepararon un área de adultos y una pediátrica, con 45 y 15 camas respectivamente, cerrando la mitad de un piso del sanatorio, con cuidado convencional, intermedio e intensivo. “Hubo que preparar un equipo humano, de infraestructura sanatorial y equipamiento, que aún hoy está reservado para los pacientes que tienen COVID o se sospecha y que deban estar internados”, afirmó Martínez.
Otro tema importante desde el primer día fue cuidar al personal de la institución y comprar equipos de protección para varios meses, “porque lo primero para atender a nuestros socios era cuidar a los funcionarios médicos y no médicos”. Al principio también se buscó evitar que la gente se atendiera en las policlínicas, por lo que se armó un sistema de atención domiciliaria y a distancia, explicó Martínez. “Teníamos 200 líneas telefónicas y aumentamos 150 más que contratamos a Antel, y compramos 250 celulares para que los médicos pudieran contactarse con los pacientes”.
Nuevas tecnologías puestas a prueba
La Asociación Española creó una línea telefónica llamada “coronaline”, donde los usuarios pueden realizar consultas las 24 horas. El primer mes se duplicaron los llamados de urgencia y tuvieron que reforzar la red de atención. “Se mantuvo todo lo posible la continuidad asistencial”, contó Martínez, “tanto que por ejemplo la distribución de medicamentos a domicilio que era algo marginal, alrededor de 3000 envíos por mes, pasó a 1500 envíos por día. El 20 de marzo incorporamos 10 vehículos eléctricos para la distribución de medicamentos domiciliaria”.
“El primer mes se duplicaron los llamados de urgencia, creamos una red de atención y contención domiciliaria para que las personas estuvieran atendidas”
Martínez destacó la campaña de vacunación antigripal gratuita y a domicilio: “primero a pacientes mayores de 90 años, después con los que tenían enfermedades que causaban mayor inmunodepresión, luego con todos los adultos mayores. Vacunamos a cerca de 20 mil personas. Fue una movida muy importante de infraestructura, aunque traiga más costo, fuimos a donde está el paciente porque eso es lo que teníamos que hacer”.
Las consultas remotas tuvieron un crecimiento exponencial, y los prestadores debieron innovar en nuevas formas de llegar a los usuarios. “Habíamos incorporado en la Española Móvil la video consulta, que creció muchísimo durante la pandemia”.
También estuvo la incorporaron de Tyto, un dispositivo de telemedicina en el hogar. “La persona adquiere el dispositivo y las consultas son gratuitas para los afiliados a nuestra emergencia. Tyto tiene una aplicación con la que se conecta con el médico pero además tiene dispositivos que le permite al médico auscultar a distancia, tomar el ritmo cardiaco, tiene otoscopio, una cantidad de dispositivos con los que el médico a distancia va realizando el examen”.
La nueva normalidad
Uruguay ha demostrado un buen manejo de la pandemia, y varios sectores han retomado la actividad, entre ellos la atención presencial en policlínicas. “Tenemos unas 5000 consultas diarias, manejar eso en medio de una crisis implica una logística y un gran trabajo de dirección técnica”, destacó Martínez y agregó que comenzaron abriendo algunas consultas en las policlínicas y dejando que la gente opte entre la consulta presencial o telefónica. Al principio un 80% prefería que fuera telefónica y actualmente el 75% es presencial y el 25% prefiere la teleconsulta.
“Todo el mundo tuvo que poner el hombro y trabajar en este plan que está ideado por la definición de la libertad responsable a la que nosotros también apostamos… Ha sido un trabajo intenso en el que lo que hemos medido es la atención a los pacientes en sanatorio, policlínica, domicilio, y aplicando ese concepto de convergencia asistencial con Española Móvil. Nos reforzamos mutuamente y logramos responder oportunamente a la demanda”, afirmó Martínez.
“Las comunicaciones en el mundo globalizado llevaron a que esto se diseminara muy rápido, y la respuesta sanitaria tuvo que ser a una velocidad acorde”
“Las comunicaciones en el mundo globalizado llevaron a que esto se diseminara muy rápido, y la respuesta sanitaria tuvo que ser a una velocidad acorde a la velocidad en que se transmite el virus, y creo que ahí respondimos muy bien, en menos de dos días armamos toda esta infraestructura para la atención a los socios”, indicó.
Martínez destacó la actuación de los funcionarios ante esta pandemia sin precedentes. El personal “se puso las pilas” y se ha ajustado a los cambios, muchos de los cuales los han propuesto ellos. “Creo que fue un tema en que todos se cuidaron mutuamente, en un conjunto solidario que está en la esencia del mutualismo y eso hizo que funcionara muy bien…Todos actuaron con generosidad, de manera que estos cambios que podrían ser en épocas ‘normales’ resistidos, o quizá tampoco aceptados por los socios, se hicieron rápido con solidaridad, comprensión e involucramiento”, enfatizó.
Consultado sobre el futuro, Martínez considera que habría dos grandes desafíos, por un lado la consolidación del sistema de salud y el ajuste de detalles que no estarían funcionando o que requieren alguna modificación, y por otro lado los desafíos de volver paulatinamente a la nueva normalidad.
“Hasta que la vacuna no esté esto va a seguir en un contexto de ‘nueva normalidad’ con ajustes para un lado y el otro. Hay que revisar aspectos del financiamiento, de la calidad de asistencia, del control y mejora de la calidad, y a la vez ir juzgando todo el proceso de cómo nos vamos acompasando de a poco a la nueva normalidad”, concluyó.
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