En el corriente mes de julio se están presentando las declaraciones juradas de existencias vacunas y lanares de Dicose, que definirán el cuadro de situación al cierre del ejercicio agrícola – ganadero, el 30 de junio pasado. Es una foto del momento; la película, con los datos del día a día, la elabora el SNIG.
Como recordaremos, la dotación de vacunos nacional venía en descenso en los últimos tres años: había caído de casi 12 millones de cabezas a menos de 11,2 (ver gráfica)
Esta tendencia seguramente se habrá revertido en el último ejercicio y se espera que haya habido una recuperación de cierto volumen, que habrá de confirmarse cuando se conozcan los resultados de la actual declaración, cuyos primeros datos estarían disponibles a partir de setiembre próximo.
Según estimaciones realizadas por el técnico del Plan Agropecuario, Esteban Montes, el aumento previsto estaría en torno a las 530 mil cabezas, básicamente por el mayor número de terneros/as que nacieron en la primavera pasada, sumados a los novillitos de 1 a 2 años, que crecen fuertemente respecto al ejercicio anterior. Ambas categorías sumadas agregarían más de 450 mil cabezas este año: unos 170 mil terneros más y 286 mil novillitos más respectivamente. El stock total quedaría entonces cerca de 11,7 millones de vacunos, según las proyecciones referidas.
Stock vacuno y estimación variaciones último ejercicio
Hay varias bases para justificar esta estimación.
1 – Lo principal a señalar es la caída de la extracción. Como fue ampliamente comentado, la faena entre ejercicios bajó 370 mil reses: de 2,348 millones a 1,976 millones, un muy significativo 16 %. Fue la segunda menor faena de la década.
2 – Caída de la exportación en pie. En el ejercicio 2018 – 2019 la extracción de ganado vivo ya no registraba los picos máximos de los años previos, igualmente alcanzó una cifra cuantiosa, del orden de las 260 mil reses; en el 2019 – 2020 recién finalizado bajó a 128 mil animales, más allá de algunos ajustes que puedan hacerse con la información más precisa. Para este año no parece que vuelvan a extraerse las cantidades de los años anteriores, porque la demanda principal, que proviene de Turquía, que compra terneros de razas británicos enteros para engordar en sus confinamientos, ha moderado su intensidad. La competencia de Brasil, fundamentalmente, con ganados mucho más baratos, nos desplaza de ese mercado, aunque la corriente comercial mantiene cierto nivel por las diferencias en la calidad de los animales que se venden. No obstante la reducción de la salida de animales de carne, se han reanudado algunos embarques de terneras de razas lecheras para China, negocio que en su momento tuvo una importancia relevante para el sector, y que había ido desapareciendo.
3 – Sumados ambos factores – faena y exportación de animales vivos – la baja de la extracción comercial alcanza unas 500 mil cabezas de un ejercicio a otro. La otra fuente de extracción valorizada es la faena en mataderos locales, a lo que podría agregarse la faena predial, que no hay razones para suponer que haya cambiado en este período. Ambos ítems sumados extraen normalmente alrededor de 100 mil reses anuales.
4 – Tampoco cabe suponer que haya grandes variaciones en la mortandad, que normalmente alcanza al 2 – 3 % del rodeo: entre 250 y 300 mil animales todos los años, dependiendo en general de cómo estuvo el tiempo climático y la disponibilidad de forraje en el período, particularmente en el invierno, que determina el estado de las vacas, los terneros y los sobreaños en muda de dientes, las categorías más susceptibles. Este ejercicio, si bien hubo algunos momentos y lugares complicados, no tuvo diferencias notables respecto a lo habitual, así que podemos suponer que se hayan contabilizado unos 250 mil animales muertos.
5 – Por el otro lado, se supone que haya habido una nutrida parición en la primavera pasada, mayoritariamente (aunque muchos nacimientos también tienen lugar en otros momentos del año), que se expresará en esta declaración actual y que determinará el repunte esperado de las existencias.
Variación de existencias ejercicio 2019 -20 (Miles de cabezas)
Salida de vacunos del rodeo
Ingresos, marcación de terneros
En suma, según muestra el cuadro adjunto, la recuperación del rodeo que surgirá de la última declaración parece más que probable, aunque siempre hay pequeños eventos o inexactitudes en los conteos que tienden a moderar los cambios que se prevén. Como decíamos, los primeros datos prometen estar disponibles a partir del mes de setiembre, pero siempre hay ajustes por errores y declaraciones tardías.
Diagnósticos de preñez y pronósticos de marcación de terneros
En el Taller de INIA, convocado y liderado como siempre por la ingeniera agrónoma Graciela Quintans, se relevaron los resultados de los tactos y ecografías de detección de preñez en varias regiones del país, en cuya instancia también se ponderan y promedian los datos y se proyectan a todo el territorio.
Como vemos en la gráfica que ilustra la historia de los diagnósticos presentados en el taller, los promedios obtenidos a lo largo de 18 ejercicios consecutivos, expandidos a la totalidad del rodeo de vacas de cría del país, andan por el 75 % de las vacas entoradas en cada temporada. La estimación surgida del año pasado, que registró el segundo mejor año de la serie en cuanto al porcentaje de vacas preñadas, induce a esperar una marcación del orden de los 3 millones de terneros que hayan sido declarados en esta instancia que está finalizando.
Este año, el dato promedio de preñez fue de 74,9 % de 453 mil vacas relevadas en el reciente otoño en todo el país, que, según explica Quintans, es representativo del rodeo de cría total. Este dato, ubicado en el promedio de la serie, se encuentra 5 puntos por debajo del año anterior, que equivaldrían a unos 200 y poco mil terneros menos que habrán de marcarse el año que viene. Si en declaración que está teniendo lugar ahora, se declaran alrededor de 3 millones de terneros, según estimamos, en la próxima declaración, a junio del 2021, no se llegaría a los 2,8 millones.
El porcentaje de preñez que se detecta y se informa en el taller, cae unos 10 puntos en el número de terneros marcados y declarados al año siguiente, por lo que el procreo nacional oscila normalmente entre el 63 y el 65 % de las vacas servidas. Este número es señalado por muchos como inadecuado, insuficiente para las posibilidades de nuestra ganadería: bastaría observar que muchos productores superan el 85 % de procreo y que la tecnología para lograrlo está disponible para todos. La razón de por qué no se obtiene ese resultado es un problema complejo sobre el cual los expertos no se ponen de acuerdo, que requiere un análisis mucho más profundo.
El clima influye
En el mismo taller se presentó una evaluación de la situación forrajera y la condición corporal de los ganados de cría en cada región, mediante una encuesta organizada también por INIA. Esto permite reforzar los datos y perfeccionar así los pronósticos de parición para la próxima primavera, ya que si no hay pasto y las vacas están en mal estado, difícilmente se logre una exitosa parición y menos aún un adecuado destete y una buena preñez en el siguiente entore.
Hay grandes diferencias en el porcentaje de preñez logrado entre zonas, según la intensidad y duración del déficit hídrico sufrido en el verano, que también se expresa, obviamente en el estado de los campos y los ganados relevados en la encuesta.
Si bien la situación actual es disímil según la zona que se observe, puede decirse que en general ha mejorado respecto al verano, en cuanto a que el otoño cálido y las lluvias abundantes permitieron en alguna medida la recuperación de campos que estaban muy bajos, aunque no siempre alcanzó para una mejora significativa en el estado corporal de los ganados. De cualquier forma, esto puede alentar un pronóstico más auspicioso para la parición de la próxima primavera y el siguiente entore, aunque se está alertando por parte de los meteorólogos algunas advertencias de que se ha ido constituyendo una Niña “débil” que pueda acarrear déficits de lluvia hacia el fin de la primavera en adelante.
Por último, cabe señalar que contar con más animales no equivale necesariamente a más producción, así como las condiciones climáticas adversas no determinan inevitablemente una caída dramática del rodeo y de la productividad, dadas las nuevas tecnologías de uso corriente hoy disponibles; en primer lugar la suplementación con raciones, granos, o subproductos agrícolas, que hoy está generalizada y permite atemperar o corregir totalmente los déficits ocasionales que sufran las pasturas.
TE PUEDE INTERESAR