Las fuentes de la vergüenza. Vincent de Gaulejac. MÁRMOL IZQUIERDO EDITORES. Buenos Aires. 464 Págs., 2015
Nada más alejado de un manual de autoayuda, estamos frente a un fascinante ensayo en la línea de lo que se define como sociología clínica, esto es: un campo del saber cruzado por los aportes de la psicología y la sociología. En términos etimológicos nos deriva inicialmente al campo de la medicina: se define como clínica el momento en el que el médico no solamente le interesa el cuerpo enfermo sino el paciente mismo y lo que él le puede decir sobre su enfermedad. En sociología se entiende por el interés por la vivencia de los actores sociales y escuchar lo que tienen para decir sobre los fenómenos sociales que los involucran.
El autor, un francés de lejanos orígenes nobiliarios pero cuya familia había caído en una situación lindante con la pobreza, sufrió directamente todas las ambivalencias de “nunca estar en el lugar que le corresponde”. Ni su acento ni su aspecto ni su origen condecían con el mayo del ´68… Esto le fue generando la sensibilidad para entender cómo se construye la estigmatización del otro, del pobre, del que no maneja las habilidades culturales o que no está a los dictados de la moda, del extranjero en su país por sus orígenes étnicos o geográficos y de los excluidos de siempre.
Vincent de Gaulegac ha dictado clases en la Sorbona, también en el Río de la Plata y partiendo de una serie de historias de vida fue construyendo el modelo teórico para comprender cómo los sentimientos avergonzantes inhabilitan al desempeño de los individuos en los diversos escenarios de la vida social y asimismo la utilización, por parte de los sectores dominantes, de la vergüenza como arma para mantener sus privilegios. Pensemos por un momento en la historia de Michel, un ingeniero, cuyos orígenes mal asumidos le terminan costando un trabajo por mal desempeño en momentos claves: asumía interiormente que no tenía derecho a llegar a ese nivel jerárquico.
Pero este texto, apasionante en más de un sentido, nos muestra con total transparencia cómo operan las categorías de lo “políticamente correcto”. ¿Quién se anima a denunciar que el rey está desnudo? Los consensos se sostienen por infinidad de situaciones en las que se avergüenzan a los que denuncian lo obvio.
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