De esa manera se convierte en miembro pleno del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura (AIIB), logrando de esta manera un reconocimiento a nivel internacional y teniendo una futura fuente de financiamiento para proyectos diversos, entre ellos vinculados a las consecuencias del Covid-19.
El ingreso de solicitud de Uruguay se había realizado en abril del año pasado y tras la consideración durante un año, se aprobó en la Asamblea de Gobernadores realizada el pasado 28 de julio. De esta manera Uruguay, se unió junto a Costa de Marfil, Guinea y Túnez, al AIIB como nuevos miembros.
Junto a Ecuador son las únicas dos naciones latinoamericanas que forman parte de esta importante institución financiera internacional, la cual tiene 97 miembros, principalmente de Asia, África y Europa.
Dentro de Latinoamérica se proyectan como futuros miembro Argentina, Chile, Bolivia, Brasil, Perú y Venezuela. En el denominado “Grupo fuera de la región”, se incluye entre otros a socios como ser Bélgica,Canadá, Dinamarca, Finlandia, Francia, Alemania, Italia, Portugal, España, Suiza y Reino Unido
El AIIB fue fundado en 2016 y su principal socio es China, quien controla el 26% del total de los votos, mientras que le sigue Rusia (con un 6%). El fondo maneja 96 mil millones de dólares de suscripción de sus socios. En el caso de Uruguay el aporte es casi simbólico. Son cinco millones de dólares, lo cual representa el 0,005% del total del fondo, y una capacidad de voto del 0,14%.
No obstante la inclusión de Uruguay es muy importante, ya que representa la intención del AIIB de expansión a otras regiones fuera de Asia y Europa. El vicepresidente y secretario corporativo de AIIB, Danny Alexander, dijo durante la reunión de gobernadores y en referencia a la inclusión de Uruguay en el selecto grupo de miembros, que “el crecimiento en la membresía de África y América Latina demuestra la importancia que estos países otorgan para mejorar la infraestructura y la conectividad con Asia”.
Uno de los fondos a los cuales podrá acudir Uruguay es el destinado a atender requerimientos financieros por la pandemia del nuevo coronavirus. El AIIB creó el Centro de Recuperación de Crisis Covid-19, el cual ya prestó dinero a 12 de sus miembros, con un aporte de U$S 6.000 millones.
China controla el 26% del total de los votos, mientras que le sigue Rusia con un 6%. El fondo maneja 96 mil millones de dólares de suscripción de sus socios.
En la reunión virtual de los miembros del Consejo, de la cual participó la ministra de Economía, Azucena Arbeleche, el presidente de AIIB, Jin Liqun, dijo que antes del Covid-19, ·el crecimiento de la productividad ya se había debilitado sustancialmente en las economías emergentes y en desarrollo. “Esta pandemia ha ejercido una gran presión sobre los miembros de AIIB, particularmente los países de bajos ingresos y los más vulnerables. Los ingresos han bajado. Las deudas subido. La incertidumbre permanece. A menos que se tomen medidas efectivas para revertir esta tendencia, sufriremos la pérdida de una generación. No permitiremos que tal desastre ocurra a nuestra gente y a las generaciones futuras” dijo Liquun.
Un “papel vital” en la recuperación económica
La ministra Economía de Uruguay, Azucena Arbeleche, pasó a formar parte del grupo de gobernadores del Banco Asiático de Inversión en Infraestructura. El representante alterno será el subsecretario de la cartera, Alejandro Irastorza.
En su discurso ante el Consejo de AIIB, Arbeleche destacó que Uruguay pretende expandir sus negocios con Asia y utilizar el financiamiento que proporciona la institución.
“Unirse al AIIB proporcionará al país los conocimientos de una institución de renombre en las áreas de infraestructura, conectividad, desarrollo sostenible y cambio climático. También le permitirá diversificar sus fuentes de financiación. Todo esto es clave para expandir los negocios futuros entre nuestro país y la región asiática, para el progreso mutuo y la prosperidad sostenible”, dijo la ministra.
En su alocución también destacó la creación del Fondo Coronavirus de Uruguay “con el apoyo del Parlamento de manera unánime”, acotando que “la pandemia terminará algún día” y el gobierno del presidente Lacalle planea “abordar reformas estructurales en las áreas de seguridad social, eficiencia estatal y apertura comercial, entre otras”.
Arbeleche dijo a los gobernadores de AIIB, que ese tipo de organismos de cooperación internacional, “tienen un papel vital que desempeñar, no solo durante el transcurso de la pandemia mundial, sino también apoyando la recuperación económica posterior”.
Para aquellos países que están fuera de Asia, el banco apoya proyectos que tienen relación con el comercio y la conectividad con esa región, incluidos puertos y en especial proyectos de generación de energía renovable.
Proyecto para pymes con la Unión Europea
Otra iniciativa económica de importancia se registró la semana pasada. Se trata del apoyo a la micro y pequeña empresa de Uruguay por parte de la Unión Europea, lo que implicará la posibilidad de acceder al mercado del viejo continente con condiciones favorables. El proyecto “Inspirame UE”, está inscripto en el marco del acuerdo de libre comercio entre el Mercosur y la Unión Europea.
Como una forma de preparar a las mipymes para que puedan acceder al mercado europeo es que se lleva adelante el acuerdo. La idea es llevar a todo el país 28 reuniones informativas, dirigidas principalmente a mujeres y jóvenes, para que sepan cómo exportar a Europa en el marco del nuevo acuerdo.
La iniciativa es llevada adelante por la Cámara de Comercio de Uruguay la Eurocamara y se extenderá por 30 meses. El tratado de libre comercio Mercosur – UE, se espera sea ratificado por los parlamentos de los socios miembros de la región a la brevedad, e implica que las micro y pequeñas empresas puedan acceder al mercado europeo en condiciones ventajosas. Pero para eso deben de cumplir con determinados estándares de calidad y es hacia donde apuntarán estos talleres informativos. También constituirán una oportunidad para que los interesados tomen conocimiento sobre determinados trámites necesarios para realizar una exportación y las fuentes de financiamiento existentes.
Dentro del acuerdo entre el Mercosur y la UE, esta última renunciará al 92% de lo que hoy recauda por concepto de derechos aduaneros, lo que implica una gran ventaja para quienes deseen exportar hacia ese territorio. En la actualidad, del total de las exportaciones uruguayas a Europa, un 11% son realizadas por micro y pequeñas empresas.
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