Oportunismo político
A cinco meses del comienzo de la pandemia de covid-19 en Uruguay, la oposición ha cambiando varias veces de parecer. Al principio pedían cuarentena obligatoria, sin pensar en el duro mazazo que esto asestaría a las libertades públicas y las consecuencias que esa situación podría haber agravado a todos los uruguayos a nivel tanto económico como psicológico. Viendo las secuelas que nos ha traído este maldito virus, aún sin ese confinamiento forzoso, hay pruebas palpables que de aplicar las sugerencias de entre otros, el ex presidente Vázquez, la situación se habría tornado calamitosa. Sin ir más lejos, analizar el ejemplo de nuestra vecina Argentina.
Actualmente nuestro país continúa con las fronteras prudentemente cerradas y muchas actividades todavía no han vuelto a la normalidad. Pero ahora muchos voceros del FA exigen todo lo contrario que al principio, exigen una apertura total de distintos sectores de actividad. La clásica: atizar las urgencias que muchos uruguayos sufren -injustamente si- por haber visto menguado sus ingresos familiares.
Qué se puede esperar de una fuerza que para mantenerse, basó toda su literatura política en los más necesitados, y al retirarse después de 15 años nos deja 2500 compatriotas en situación de calle y prácticamente abandonados.
Rodolfo Peláez
Las redes antisociales
Para las próximas elecciones departamentales surgió un compromiso referido al cuidado del mobiliario y los espacios públicos. Huelga decir que ello está reglamentado en el Digesto Municipal. Pero no se acata y la IMM ha debido multar su incumplimiento, además de dedicar recursos para quitarlos.
Una reconocida periodista fue linchada a través de las “redes” mientras hacía su trabajo.
Bill Gates fue víctima de teorías conspirativas que lo acusan en las “redes sociales” de haber provocado la pandemia de COVID-19.
Las redes sociales han potenciado la opinión de los individuos que antes estaba reservada a los generadores de opinión pública: los grandes medios.
Las redes es un recurso que ha venido para quedarse. Pero como el cuchillo puede usarse para bien o para mal.
En cualquier sociedad las infracciones y los delitos se regulan con normas sancionatorias.
¿Los espacios públicos se deben preservar ante la afectación visual? ¡De acuerdo!
Pero hay otra afectación, mucho más perniciosa; la de las “redes antisociales”.
Es frecuente comprobar (internacionalmente) la viralización de textos que vomitan malicia, perversidad, vileza, crueldad, inmoralidad, falsedad e iniquidad.
¿Por qué no se norma los contenidos de ciertas redes sociales y comentarios al pie de los artículos (amparados en un cobarde anonimato), que más allá de la emisión de una opinión caen en la profusión de palabra soeces, insultos, descalificaciones, etc..?
¿Hasta cuándo este tipo de agresiones escritas, que desprecian el respetuoso relacionamiento entre las personas? Todos tenemos derecho a emitir nuestra opinión, así como a comer pero no a robar.
Si los medios evitaran el anonimato gratuito y obligaran a ser responsables de tales dichos, desaparecerían los comentarios denunciados. Otra forma es que los medios expongan quienes son.
Reconozco que dada la exposición a las represalias se justifica usar un seudónimo. Lo que no debe admitirse es el insulto. Éstos dicen más de quien los profiere que del destinatario… por eso no dan la cara porque tienen miedo.
Arq. (J) Ignacio David Weisz
C.I. 612.364-2
Coherencia
Sr. Director:
El Diccionario de la Real Academia Española define la palabra “coherente” como que tiene coherencia, y esta última palabra como “conexión, relación o unión de unas cosas con otras”.
Parece bastante lógico que los seres humanos seamos coherentes. Si hace frío en la calle saldremos bien abrigados y si hace calor lo haremos con ropa ligera. Si queremos llegar rápidamente a algún lado caminando, entonces caminaremos más rápido. El concepto parece tan obvio que parece innecesario profundizarlo.
Por ello me han llamado la atención algunas recientes declaraciones del Sr. senador Gandini que he leído en la prensa. Y estoy hablando de un señor senador, con todo lo que ello implica para todos los ciudadanos por su alta investidura, que no son declaraciones de una persona torpe o iletrada. En efecto, he leído que el Sr. senador desea que se levante la reserva – o como se le llame técnicamente- a todo lo investigado en referencia a los exlegisladores Gutiérrez Ruiz y Michelini y sus trágicas muertes, cosa que en sí no me parece mal. Pero unos días después ha dicho que él desea mirar hacia adelante ante un planteo efectuado por Cabildo Abierto al Sr. Presidente de la República. Es elemental que el Sr. Senador piense lo que le parece mejor, pero por lo menos a mí, no me resulta algo demasiado coherente. Ambos asesinatos así como el planteo de Cabildo Abierto se refieren a cosas del pasado, pasado bastante lejano por cierto, pero que los uruguayos no hemos sabido, podido o querido cerrar para nuestros hijos y nietos. Por tanto si ha de investigarse una cosa también debe estudiarse la otra en mi humilde opinión, no porque sean iguales o paralelas, sino porque ambas tienen algo en común, esto es, un pretérito no resuelto por la sociedad, más allá de normas, comisiones o estudios.
Por supuesto, se puede tener la voluntad de mirar un pasado y otro no, sea cual sea él, pero ello nada tiene que ver con la actitud general de mirar para atrás o para adelante. Por lo menos, en el acierto o en el error así es como yo lo interpreto. Si no fuese así, desde ya, las disculpas del caso.
Dr. Esc. César Eduardo Fontana
C.I. 1.060.462-0
Talvi y sus circunstancias
Una añeja y perniciosa costumbre es conjeturar y censurar las consecuencias de un acontecimiento sin tener en cuenta las causas y las circunstancias que lo rodearon; esas “circunstancias” que Ortega y Gasset acuñó como lo que influye en nuestra vida, independientemente de nuestra voluntad (como dónde nacemos, etc.).
Cuando una persona de la talla del Ec. Ernesto Talvi resuelve renunciar a lo que hasta hace poco era un objetivo tan loable como comprometerse a superar los problemas endémicos del país desde el ámbito gubernamental; incorporar nuevas metodologías y personas a un partido político en declive, invertir años de vida, en vez de censurar su labor deberíamos preguntarnos QUIENES y POR QUÉ afectaron su accionar y su permanencia.
¿Cómo decodificar su renuncia a todo beneficio y prebenda estatal? ¿Quién reposicionó al Uruguay en el mundo con la operación Greg Mortimer y la repatriación de miles de compatriotas?¿Quién contactó a representantes de gobiernos extranjeros para que ello culminara felizmente?¿Quién propuso una Cancillería con técnicos profesionales, una diplomacia económica y comercial 5.0 en vez de la diplomacia de cóctel? ¿Las amistades personales habilitan vender naranjas si el comprador no se beneficia con la adquisición? Creer que un país comprará naranjas comida mediante, es subestimar e insultar al adquirente. Este se guía por una única razón, la conveniencia. Porque tiene un menor precio, una mayor calidad o habilita un intercambio: naranjas por lo que sea. ¿Acaso el amiguismo y la coincidencia ideológica evitó el cierre del puente o el pago de la deuda venezolana?
Quienes tienen fuertes principios, no se avienen al modus operandi de la política partidaria “tradicional”.
¿Los medios son más importantes que los fines? Cuando las ideas son buenas los recursos deben someterse al objetivo y no a la inversa.
Muchísimas opiniones surgieron sobre la renuncia de Talvi. Pero ¿se conocen las soterradas intenciones de quienes sintieron que alguien con ideas originales y con un accionar destacado dentro y fuera del País les estaba quitando protagonismo y cuota de poder?¿Alguien sintió empatía con él, defendieron al líder y su causa?
Un gobierno de coalición no puede ni debe subestimar y descartar a quien contribuyó primordialmente a su triunfo electoral. Confundir socios con subalternos es un error táctico y una estrategia cortoplacista. El gobierno y la nación perdieron a un importante integrante del Poder Ejecutivo.
Arq. (J) Ignacio David Weisz
C.I. 612.364-2
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