¡Qué lío que se armó en el pueblo con el asunto de una lista negra!
Resulta que si en las elecciones locales no apoyabas la lista 111 del alcalde del pueblo, el Dr. Telésforo Parole —que estaba respaldada por el comisario “Chito” Magullón y con el apoyo económico del juez “Poto” Arambillete—, se puede decir que estabas en la lista de los proscriptos.
El poder de la lista 111 era tal que domina casi todos los aspectos económicos, judiciales y culturales del pueblo.
Las radios se dedicaban exclusivamente a pasar menciones a favor de Parole. El programa más reiterado era “Paroleando”, que pasaba como cortina musical “Parole, parole“, un tema de la legendaria cantante italiana “Mina”.
Los cantantes locales exitosos y más difundidos eran los que apoyaban al candidato de la 111.
En el teatro solo se hacían obras con actores que expresaban de forma explícita su apoyo al gran Telésforo.
Famoso fue el caso de una inexistente actriz, la “china” Eulogia, que tenía como seudónimo artístico Megan Dragged (porque las actrices deben de tener seudónimo que suene lindo y extranjero), cuyo mayor mérito fue ser la amante del “chito” Magullón y que era la responsable de señalar quién podía actuar o no en las obras teatrales de la municipalidad. Era la responsable de redactar la “lista negra”.
La lista 111 empezaba con el uno –Telésforo-, “seguía con uno y ‘terminaba’ con uno”; esto último es literal, era la burla preferida de los opositores.
La cuestión es que un buen día apareció una lista opositora con varios jóvenes hartos de la administración Parole.
Estos noveles políticos quisieron mover las estructuras del pueblo, organizando una gran movida en el teatro, pero lógicamente les fue negado con excusas ridículas.
La radio no les hacía notas con el pretexto de que las actividades del pueblo eran tantas que, junto con las novedades internacionales, no tenía espacio.
Quisieron hacer una fiesta en la Criolla y les pusieron como condición que solo podían cantar y actuar artistas oficialistas y además el impuesto era exorbitante.
Cuando se quisieron reunir en la plaza, apareció el comisario con una denuncia de ruidos molestos. No solo les prohibió el encuentro sino que detuvo al organizador por cuarenta y ocho horas.
La prensa escrita oficialista investigaba celosamente cada actividad que realizaban los integrantes de la oposición y con grandes titulares -en negrita, roja, letra Arial 400- los acusaba en primera plana de todo lo que fuera posible.
Cierto día desarrollaron un tema que les preocupaba: que la tía, de la hermana, de la vecina, del candidato de la lista opositora, compraba ticholos de contrabando del Chuy. Lo titularon como “¡Horror! Atentado contra la economía”.
La cuestión es que a pesar de todo lo antedicho en el relato, los “Parolistas” terminaron perdiendo las elecciones.
Eran muchos que en silencio también estaban cansados de la corrupción oficialista de Parole y asociados.
Y en estos tiempos, a pesar del cambio, la lista negra sigue vigente.
Megan Daggerd, la gran actriz, actúa entre sombras aún, y con ella el sistema.
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