Se trata de una asociación sin fines de lucro cuyo cometido es promover el intercambio cultural entre Grecia, Chipre y Uruguay a través de cursos de idioma, literatura, arte y gastronomía helénicos.
Las primeras clases -hace 42 años- las impartieron en las instalaciones del Erwy School (posteriormente Pocitos Day School) en la calle Ponce. Algunos años después la Fundación adquirió una casa en Treinta y Tres y Piedras, que resultó ser un solar patrimonial donde sesionó el primer cabildo de la ciudad. Allí estuvieron hasta 2007, cuando se mudaron a la casona de Bulevar Artigas y Maldonado que ocupan actualmente.
En las instalaciones de la actual sede funciona además el consulado de Chipre, del cual el capitán Panagiotis Tsakos, impulsor de la Fundación, es Cónsul General Honorario. La enorme casa luce desprovista de sus estudiantes, a raíz de la situación sanitaria que vive el país y el mundo, a excepción de la oficina de dirección, donde la directora Margarita Larriera y dos funcionarias conversan en griego.
Margarita es Licenciada en Historia por la Facultad de Humanidades, donde surgió su inquietud por la cultura griega, sumado a que vivía frente a la colectividad helénica, “a esta altura, después de tantos años, el griego es mi segunda lengua. Soy directora de la Fundación desde el 2001”.
El capitán Tsakos llegó en la década de los 70’ a Uruguay para implantar su negocio, cuando compró el dique de Regusci y Voulminot. Tsakos no quiso quedarse únicamente en la parte comercial, y decidió crear la fundación para difundir la cultura de Grecia en Uruguay. Afortunadamente, encontró por parte de los uruguayos una gran demanda, según cuenta la directora, “tenemos alrededor de 400 alumnos por año, entre jóvenes y adultos. La cultura griega actualmente está un poco más difundida, porque la fundación ya hace más de 40 años que existe, dedicándose a la enseñanza del idioma y de la cultura griega en general, filosofía, literatura, cocina, arte, y en este período mucha gente ha asistido a nuestros cursos, nos hemos hecho bastante conocidos después de tantos años”.
En 2008, para el aniversario de 30 años de la Fundación María Tsakos, el capitán y toda su familia viajaron a Uruguay para inaugurar la nueva sede, y siempre que pueden visitan Uruguay, según cuentan. Aunque tienen contacto permanente con la embajada y la colectividad helénica, la inmensa mayoría de los estudiantes son uruguayos, algunos de ellos descendientes de griegos.
Desde la Fundación aseguran que el año lectivo no llegó a empezar a causa de la pandemia, “comenzábamos las clases presenciales el día que se decretó la emergencia sanitaria, así que estamos con todos los cursos en forma online, tenemos abierta la fundación un rato todos los días para mantenimiento del edificio y contacto con los socios, pero como no tenemos capacidad para el distanciamiento que se requiere en los distintos cursos los hacemos de forma virtual, cada uno se está dando desde el primer día, nunca paramos. Nos adaptamos y estamos viendo cómo evoluciona la situación, pero nos gustaría -si todo sigue bien- en la primavera ir reabriendo los cursos presenciales”.
“El griego parece inalcanzable, pero no lo es, el curso básico es de seis años, y la gente que está en sexto termina comprendiendo y pudiendo tener conversaciones tranquilamente”. El costo de inscripción es a través de una matrículas simbólica de mil cien pesos y los cursos son gratuitos, todos anuales.
La Fundación María Tsakos es parte del grupo Tsakos, que este año celebra su 50 aniversario, tiene su sede en Grecia, e incluye todas las empresas tanto en Grecia y Uruguay como en otras partes del mundo, y tiene una flota de 80 barcos mercantes, todos parte del mismo grupo económico.
“Los griegos tienen un vínculo con el mar desde siempre, lo que no tienen de tierra para cultivar lo tienen de mar para viajar y comerciar, todos los griegos son Ulises de alguna forma. En Uruguay pensamos que ha crecido tanto la fundación porque los uruguayos son muy cultos, hay un gran conocimiento de los clásicos, por eso tiene tanta aceptación la fundación y nuestros cursos son tan requeridos por mucha gente”, asegura la directora.
Larriera cuenta que “María Tsakos fue la mamá del capitán, al principio la Fundación se llamaba Tsakos nada más, y en el año 2000 cuando falleció la mamá se le cambió el nombre a María Tsakos, y después lamentablemente también falleció su hija María, por eso en el salón principal tenemos los cuadros de ambas, además de rendirles homenaje en el nombre de la fundación”.
Actividades culturales
La Fundación integra la EUNIC, Institutos Nacionales de Cultura de la Unión Europea, presentados por la Embajada de Grecia como Instituto de enseñanza del idioma griego en Uruguay junto con la Alianza francesa, el Goethe, el Instituto Italiano de Cultura, el Anglo, y el Instituto Camoes. “Junto con la Comisión de la Unión Europea formamos ese grupo y así organizamos actividades en conjunto que representen a la cultura europea en el Uruguay”.
“Tenemos charlas, ciclos de cine que hacemos acá en la sede, a veces participamos en ciclos de cine europeo con películas griegas, aunque ese tema no es tan fácil porque no tenemos una gran cantidad de películas de las que podamos disponer del subtitulado al castellano, también ofrecemos conferencias de todo tipo, abrimos el día del patrimonio, buscando la vuelta al tema del año para meter la parte griega. Hacemos distintas actividades, siempre tenemos algo planeado. Contamos con alumnos que van desde los 15 o 16 años hasta más de 90”.
Actualmente, la fundación ofrece un docente a la Facultad de Humanidades, que propicia la infraestructura a través del Centro de Lenguas Extranjeras, para el acceso de todo el mundo universitario al griego, “y si quieren luego del primer nivel pueden venir acá”, agrega Larriera.
Para dictar todos los cursos que ofrecen, cuentan con diez profesores, entre ellos dos griegas, una maestra enviada por el Ministerio de Educación de Grecia, que trabaja en paralelo en la Fundación y en la colectividad helénica y otra chica griega radicada en Uruguay.
En una breve recorrida por el edificio con Laura Silva, secretaria de la Fundación Tsakos, conocimos el salón principal de la casa donde se dan los cursos más concurridos, como el de literatura, donde se enseña literatura clásica y contemporánea, y filosofía, desde los presocráticos hasta la actualidad. En el salón destacan los cuadros de la madre y la hija del capitán Tsakos, y una exposición de elementos característicos de la Iglesia Ortodoxa de Grecia, de la cual María Tsakos era devota, que utilizan para la bendición de cursos al comienzo del año lectivo, y vestimenta típica de la isla de Chíos, de donde Panagiotis es originario.
La directora Larriera no oculta su admiración por la cultura helénica: “Grecia es un país que hay conocer, es inagotable. Desde los monumentos hasta la comida, todo es maravilloso. El griego es mucho menos raro de lo que parece. De hecho, gran parte del idioma castellano proviene del griego, por ejemplo casi toda la terminología médica tiene raíz griega”.
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