El especialista en drogodependencia, realizó recientemente una charla denominada “Impacto social del consumo de sustancias”. En ella planteó la principal problemática del consumo y dio su visión de acuerdo a su vasta experiencia en el asunto al ayudar a personas a rehabilitarse.
Las drogas son sustancias tóxicas y adictivas para quienes tienen una predisposición a ello, perturban y alteran la percepción, el estado de conciencia y la conducta. Además, su consumo abusivo genera un enorme impacto social. Así define Ismael Piñero a las drogas, tanto las ilegales como muchas de las legales. Asume que esa es una forma seria de ver el tema y considera que hoy existe una banalización del asunto, al punto que el consumo de algunas drogas es vista como sinónimo de libertad e, incluso, como un derecho humano.
Piñero es director y consejero en Adicción de la Asociación Ser Libre; sus años de experiencia en la materia le han permitido conocer de primera mano la realidad de las personas adictas a las drogas, la de sus familias y el contexto en el que se han visto inmersos que, muchas veces, los llevo a finales trágicos. Es encargado de brindar talleres, charlas y formación vinculados a su trabajo. Además es consultado por diferentes asociaciones civiles, políticas y de otras índoles para asesoramiento en el asunto de las drogadicciones, prevención y rehabilitación.
“La sociedad y el gobierno deben tener una mirada responsable ante el consumo, de baja tolerancia. Se debería de ir por el camino de la desnaturalización, desanimar y disuadir el consumo. De hecho con el tabaco fue lo que pasó”, indicó. Aseguró que el cigarrillo es la única droga que en el país ha tenido un claro descenso, todas las demás han subido o se han mantenido. “Las políticas no han sido firmes como fueron las del tabaco”, afirmó.
Dijo que lo mismo debería suceder para el resto de las drogas. “Las personas más jóvenes no recuerdan o no vieron publicidades de cigarrillos, cuando se combate la publicidad se combate el estímulo”, indicó. Antes, según la publicidad un tabaquista era alguien sociable, divertido, una chica fumadora era alguien seductora, pero ese estímulo las nuevas generaciones no lo tienen, y un tabaquista es visto como un adicto, según relató Piñero.
“Desde diversos ángulos se le fue cambiando la imagen y las personas comenzaron a notar que fumar era algo peligroso para la salud. Eso debería darse con todas las sustancias no solo con el tabaco. Lamentablemente no ha pasado lo mismo con el alcohol, la marihuana y drogas psicodélicas”, sopesó el entrevistado. Sostuvo que cuando se habla de la marihuana “se la presenta como una sustancia natural, como si todo lo natural fuera bueno; la ven como medicinal; se la mira como recreativa; además es legal y, como si fuera poco, la venden en las farmacias, lugar al que las personas van a buscar soluciones a algún problema”.
Dijo que a esto se suma que es posible producirla en cada hogar, que cada casa es una potencial productora de droga y que además pueden hacerse clubes de productores. “En síntesis, las vías para acceder a la marihuana hoy son todas válidas. Nunca se habló de los problemas que genera, la cantidad de adictos que hay, de quienes abandonan el estudio, los brotes psicóticos, la depresión, la dificultad y falta de voluntad para estudiar, la desmotivación, y el estancamiento de los chicos, y muchas cosas más”, afirmó.
El problema de la “solución”
Una de las razones por la que se legalizó la marihuana, según dicen, era para combatir el narcotráfico. “De lo que no se dieron cuenta es que generaron millones de micro narcotraficantes que son los que plantan y venden. Ese tráfico es incontrolable, porque cada persona puede estar con su bolsa de droga autocultivada en el bolsillo”, ejemplifica el especialista.
“El peor problema de las drogas no es el narcotráfico. Si se toma una medida para resolver un problema, pero esa medida lo agrava, entonces no se resuelve nada”, aseguró Piñero al respecto. Dijo que es eso lo que está pasando hoy en el país y algunos lugares del mundo. Indicó que el peor problema de las drogas, por lejos, es el consumo problemático, las consecuencias que trae y el alto impacto social que genera. “El narcotráfico es uno de los problemas innegable, pero no el principal”, reafirmó.
Para dar un ejemplo de su visión, Piñero tomó el caso de México, que es el país del mundo en el que el narcotráfico genera los peores destrozos. Por año se dan unos 10.000 a 15.000 homicidios relacionados a este tema, ya sea por venganzas, ajustes de cuentas o luchas internas. Los accidentes por consumo de alcohol provocan unas 24.000 muertes por año; por cirrosis hepática mueren unas 25.000 más, y por tabaquismo unas 60.000. “Es decir, que se dan 110.000 muertes por otras drogas, contra 15.000 por narcotráfico. ¿De verdad el problema mayor es el narcotráfico?”, analizó.
El entrevistado indicó que “se falsea y se argumenta con mentiras en ese sentido porque las muertes por drogas legales son muchísimas”. En los países musulmanes, por ejemplo, no hay alcohol, es decir que nadie muere por eso. Pero en el resto del mundo mueren tres millones por año debido a la bebida, y ocho millones por tabaquismo. “Hay más consecuencias además de las muertes: delitos, personas en situación de calle, embarazos precoces, violencia, abandonos, entre otras cosas. Las consecuencias no son únicamente para la persona que consume sino para el resto de la sociedad”, subrayó el entrevistado.
A la espera de un cambio
Piñero sostuvo que es preciso un cambio de las políticas públicas y que desde la Junta Nacional de Drogas se intervenga en prevención y tratamiento y en educación con ese enfoque, “que se deje de vincular ‘país de avanzada’ con consumo legal de drogas”, aseguró.
En ese sentido el especialista relató que cuando se aumentan los consumidores de droga se genera un efecto llamado tolerancia. Una persona comienza a consumir marihuana una vez por semana, por ejemplo; luego consume cada tres días; después todos los días; hasta que solo una vez diaria no le alcanza y se van a otras drogas. Esto es un efecto natural del proceso adictivo, cada vez la persona necesita más para lograr el efecto deseado.
“El que pudo terminar una carrera mientras consumió drogas es el que puede decirlo, sin embargo, ¿dónde está el resto que dejó su vida estudiantil debido al consumo problemático? El que fue un buen estudiante pero se arruinó. Ellos no son visibilizados. Por uno que llegó hay otros cientos que quedaron en el camino y no están contando la historia. Los escuchamos quienes trabajamos con ellos. Llegan cuando ya perdieron la voluntad y hábito de estudiar, cuando las drogas le ganaron”, planteó Piñero.
Expresó que con este cambio de gobierno se esperan buenas noticias y movimientos favorables, que no se continúe con las políticas del gobierno anterior; que se den mensajes claros de combate a las drogas y de conciencia del problema. “Sé que hay grupos políticos como Cabildo Abierto que sí tiene esta visión, que entiende que la situación no puede seguir así”.
Piñero ha estado muy involucrado con grupos de madres y padres que representan familias víctimas de las situaciones. “Cuando fueron con propuestas se las trató con frialdad, diciendo que no pondrían centros de rehabilitación. Los lugares de recuperación no están siendo eficientes, se recuperan porcentajes mínimos”, explicó. Añadió que es necesario apuntar a que el adicto se convierta en un ciudadano de primera, que dé al máximo de su capacidad. “La mayoría de los adictos están en condiciones de hacer una vida normal, de tener trabajo, estudiar, tener una familia y hacer deportes. Hay que apuntar a lo mejor, y después si no se puede se baja la exigencia, pero siempre tener como objetivo la excelencia”, puntualizó.
La Asociación Ser Libre y el ejemplo de Islandia
La institución tiene varios programas de rehabilitación, entre ellos el que atiende a jóvenes del Instituto Nacional de Inclusión Social Adolescente (Inisa), enfocado en adicciones y cultura delictiva, para ayudarlos a salir del sistema de creencias en los cuales están inmersos.
También se tienen operadores terapéuticos, que trabajan además en prevención y con las familias para ayudarlas a saber cómo actuar. Se desea poder incorporar un programa muy exitoso que se utiliza en Islandia hace muchos años y se fue ramificando por el mundo. Según Piñero, el mismo posee gran éxito en el descenso del consumo, ya que es completo e incluye el involucramiento familiar, el deporte, el tiempo libre, la cultura, lo social, el bullying, entre otros elementos.
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