SOCIEDAD
16 de agosto de 1988
“El 31 de enero de 1988 se han conmemorado los 100 años de la muerte de San Juan Bosco, acaecida en Turín, Italia. Nacido en un pueblito del Piamonte llamado I Becchi (hoy Castelnuovo Don Bosco) el 16 de agosto de 1815, en el seno de una familia campesina, fue ordenado sacerdote en 1841, y dedicó su vida a la promoción integral de la juventud pobre y abandonada”, comenzaba relatando en su editorial La Mañana, sobre uno de los santos católicos más influyentes del siglo XIX, que dejó un importantísimo legado en el campo pedagógico.
Profundo renovador de la pedagogía de su tiempo, Don Bosco atendió su vocación de trabajar por los jóvenes más necesitados. “Consciente de la magnitud del problema, fundó la Congregación de religiosos salesianos, luego la rama femenina que denominó Hijas de María Auxiliadora y un vasto movimiento de laicos llamados Cooperadores Salesianos. Todos esos grupos, diversos pero complementarios, formaron, junto con los exalumnos organizados, la llamada Familia Salesiana, dedicada toda ella al servicio de la promoción de la juventud carenciada y de los ambientes populares. Su impulso floreció en mil iniciativas”.
Trilogía de la razón, el amor y la propuesta religiosa
En un recorrido por su vida y obra, La Mañana detallaba la propuesta del sistema educativo impulsado por Don Bosco, concretada en tres pilares de una sencillez solo aparente, por lo mucho que exigen a educadores y educandos: “Condensó su vasta experiencia educativa en el llamado Método de la Bondad o Sistema Preventivo que, según el mismo Don Bosco, descansa por entero en la razón, en la religión y en el ‘amor demostrado’; no apela a imposiciones sino a los recursos interiores de la inteligencia, del corazón y del espíritu”.
Comprendió la importancia de la comunicación social y usó la prensa, el teatro y la música en la promoción de las clases populares. La edición de sus obras comprende treinta y siete gruesos volúmenes.
La Familia Salesiana en Uruguay
En el Uruguay la Familia Salesiana -que ha dado a la Iglesia uruguaya sacerdotes y obispos, entre ellos el Cardenal Daniel Sturla- está presente desde hace 112 años. Los primeros salesianos enviados por Don Bosco para fundar el Colegio Pío de Villa Colón a pedido de Mons. Jacinto Vera, Obispo de Montevideo, llegaron a esta ciudad, presididos por el P. Luis Lasagna, el 26 de diciembre de 1876. Hoy atienden obras educativas, desde centros de formación de oficios como los Talleres Don Bosco, colegios y liceos como el Maturana o el Colegio Pío y el Instituto pre-universitario Juan XXIII, obras como el Instituto Magisterial Habilitado María Auxiliadora, una variada presencia en el interior de la República, oratorios festivos, Caif, movimientos como Tacurú y obras específicas para jóvenes abandonados, entre otros.
En ese mismo año, La Mañana informaba que en un “hecho insólito en un país declaradamente laicista, miembros de las cuatro colectividades políticas rendirán homenaje a un religioso educador al cumplirse un nuevo aniversario de su nacimiento: San Juan Bosco. Su trilogía de la razón, amor y religión cómo su pedagogía las entiende y explicita, la hacen hoy válida incluso en culturas no cristianas, porque pretende, nada menos, que una nueva y mejor civilización”.
“Es por eso que esta tarde iniciando la sesión parlamentaria, un coro juvenil de sesenta voces cantará a los legisladores lo que nunca tal vez escucharon cantar en ese recinto:
‘El que tiene, comparta su riqueza; el que sabe, no imponga su verdad; el que mande, que entienda que el poder es un servicio…’ citando las estrofas de “Una nueva Civilización”.
“Han pasado cien años de la muerte de Don Bosco, han cambiado muchas circunstancias, se ha avanzado mucho socialmente, pero mirando alrededor nuestro constatamos que hay miles de jóvenes pobres y abandonados, los preferidos de Don Bosco. Aumentan las familias divididas, los muchachos trabajan para subsistir, muchos caen víctimas de la droga, se dedican al robo y a la violencia y acaban en establecimientos de detención. Es necesario Don Bosco” escribía éste medio desde sus páginas.
“Su mensaje social y pedagógico se presenta más actual que nunca y que constituye -a cien años de su muerte- un desafío para la gran Familia en el Uruguay de aquél que dijo a los jóvenes: ‘No tengo más preocupación que vuestro aprovechamiento moral, intelectual y físico. Por vosotros estudio, por vosotros trabajo, para vosotros vivo y por vosotros estoy dispuesto incluso a dar mi vida’. Y que supo demostrarlo”, concluía el editorial de La Mañana sobre el aniversario de Don Bosco.
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