El modelo de negocios de los medios occidentales, basado en la publicidad, se ha derrumbado. No solo ha disminuido la frecuencia de publicación, sino también el número de periodistas, investigadores y editores en casi todas las fuentes de noticias. Estas son malas noticias para todos y es una mala noticia para la democracia. El gobierno chino no solo está gastando más que las organizaciones de noticias tradicionales de occidente, sino que está contratando a algunos de sus antiguos reporteros y editores. Estos profesionales occidentales, recientemente desempleados o subempleados, traen con ellos sus contactos, redes y acceso. En el proceso, se convierten en agentes extranjeros involuntarios, ya que su familiaridad con el público otorga más credibilidad a estos medios controlados desde el extranjero, lo que les permite colocar noticias falsas con mayor facilidad… Es hora de que la sociedad y el gobierno de Estados Unidos inviertan en las instituciones de noticias tradicionales de Estados Unidos para ayudarles a sobrevivir y también a prosperar en este nuevo entorno. Tanto el gobierno como el público necesitan reconocer y apoyar a las organizaciones de noticias americanas para mantener la infraestructura de la democracia.
Markos Kounalakis, autor de “Spin Wars and Spy Games: Global Media and Intelligence Gathering” (Guerras de manipulación y juegos de espías: los medios globales y la recopilación de inteligencia), publicado por Hoover Institution
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