El director de Exposiciones de ARU dijo que “cuando el expositor y el visitante lleguen, no van a notar la diferencia” con las ediciones anteriores, pero “ésta exposición no se parece a ninguna otra”
En menos de 15 días comienza uno de los eventos más destacados de la agropecuaria nacional, la Expo Prado que este año llega a su 115ª edición y se realizará del 9 al 20 de setiembre. El director de Exposiciones de la Asociación Rural del Uruguay (ARU), Rafael Ferber, dijo que “hay mucha expectativa” en la región sobre cómo se desarrollará, “hay que tener en cuenta que va a ser la única de su tipo porque las otras se han suspendido”.
En un año sumamente atípico, “la exposición llega de muy buena forma. Tenemos la expectativa de que cuando se inaugure se pueda recibir mucha gente. Está todo armado para que sea con público, con un aforo amplio. Pero hay que manejar la ansiedad y esperar a abrirla para ver cómo va a ser”, expresó.
Respecto a la participación ganadera, dijo que van a estar todas las razas a excepción de Holando y aunque hay una disminución, “no es en un número significativo”. En cuanto a la no participación de los Holando dijo que “hace varios años el sector lechero tiene problemas, y es una decisión que respetamos”.
El número de empresas no ganaderas que participarán también es muy halagüeño. “Siempre queda algún lugar menor, pero la exposición ya está armada”. Destacó la presencia de “varias empresas que no concurrían” en años anteriores y que “habrá más maquinaria agrícola”. Sobre las embajadas, se agregan Italia y Estados Unidos con stands en el ruedo, y Brasil tendrá formato de oficina, “con lo cual tenemos un crecimiento muy importante”.
Lo negativo es que la pandemia obligó a suspender todos los espectáculos que generan aglomeración de gente. “Es lo único que no se hará, el resto todo se va a llevar adelante”, incluso conferencias con un aforo limitado, pero habrá transmisión por distintas vías para llegar a todos los interesados.
La participación de jurados o expositores extranjeros sólo será posible “si están residiendo en Uruguay, de lo contrario es inviable porque deberían cumplir una cuarentena al ingresar al país. Que no haya jurados internacionales no significa menoscabo porque el nivel de los nacionales es muy bueno”, comentó.
La espada de Damocles
La organización es consciente de la posibilidad de que se de algún caso positivo, “esa es la espada de Damocles que tenderemos hasta el último día”, graficó Ferber. Para prevenir esa situación se tendrán los cuidados ya conocidos: tapabocas para todas las personas, se tomará la temperatura al ingresar, muchos puestos de alcohol en gel, y protocolos para quienes trabajan en el predio.
“La idea es que la gente use tapabocas, nosotros vamos a tener personal comunicado el uso, y vamos a usar las redes de altoparlantes para insistir en que hay que estar con el tapabocas, pero es un evento al aire libre, entonces tal vez alguien a distancia lógica en algún momento se lo saque. Pero para la gente que esté trabajando es obligatorio independientemente de la situación, quien esté bajo nuestro control o de los stands tiene que tener tapabocas”, subrayó.
La organización ha sido atípica
“Cuando el expositor y el visitante lleguen, no van a notar la diferencia” con las ediciones anteriores, pero “ésta exposición no se parece a ninguna otra organizada por ARU. No hay otra exposición que haya tenido las complejidades o los aspectos que se han debido superar” en ésta, comentó.
Fue algo “absolutamente atípico, ha dado mucho trabajo por las incertidumbres en todos los aspectos, y hoy estamos más cerca, todo se ve con más optimismo”. Una de las dificultades estuvo en que todo “tiene que salir perfecto durante desde el primer día y durante los doce” siguientes “sin margen para ir acomodando o ajustando las cosas”.
Más de 10.000 personas trabajando
El total de personas que trabajan entorno a la exposición supera las 10.000, comenzando por la oficina comercial de exposiciones con 8 personas que están todos los días, el equipo de mantenimiento del predio que son unas 20 personas, y el apoyo de la Contaduría de ARU.
Además a la exposición llegan zafrales, cabañeros, personal que se queda y duerme en el predio que este año son unas 180 personas. A eso se suman los zafrales, limpiadores, gente que trabaja en muchísimas cosas, más los que arman y desarman stands, los que atienden los stands. El total es superior a 10.000 trabajadores, dijo Ferber.
Galpones del Mides
En marzo el Ministerio de Desarrollo Social (Mides) se instaló en una parte del predio para dar alojamiento a cien personas en situación de calle. Desde la ARU se pidió colaboración a los socios alcanzándose una suma cercana a las US$ 200.000, dinero administrado por ARU y usado para brindar tres comidas diarias, seguridad y limpieza a 95 personas que actualmente hay allí. Ese espacio se va a liberar cuando comience la exposición.
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