Este año se mantienen todas las actividades que la raza realiza tanto en el Prado como fuera de él, con los debidos cuidados sanitarios según la característica de cada evento.
Con más de 40 años en el país, la raza Limousin está ajustando detalles sobre su participación en la próxima edición de la Expo Prado que se realizará en setiembre. Francisco Acerenza, presidente de la Sociedad de Criadores de Limousin del Uruguay (SCLU) dijo a La Mañana que este año se ha trabajado con normalidad a pesar de la pandemia y adaptando el uso de internet para realizar reuniones a distancia.
“La Sociedad no ha suspendido ninguna de sus actividades” tradicionales, aseguró.
Respecto al Prado, éste año la raza participará con un número menor de cabañas y animales a como es tradicional. “Siempre concurrimos con 13 o 15 animales, pero ahora serán 4 cabañas y el número animales preinscriptos es de 8”, precisó. La baja en el número se explica por dos efectos negativos del año, por un lado la pandemia que “hizo que la gente tomara cuidados mayores” y los costos.
“Se mantienen las actividades que habitualmente la raza realiza en el Prado”, agregó, ellas son la realización de la charla con el Instituto Nacional de Investigación Agropecuaria (INIA), la jura y el remate.
La baja en el número de la raza en el Prado, se explica por dos efectos negativos del año, por un lado la pandemia que “hizo que la gente tomara cuidados mayores” y los costos.
La charla con el INIA es de tipo técnico. “Nosotros trabajamos con los técnicos de INIA y aprovechamos el Prado para hacer una puesta a punto, se llevará a cabo el mismo día de la jura, previo a la entrega de premios”, apuntó.
Respecto a la jura, Acerenza dijo que el jurado será Alberto Secco, un criador salteño. “Por lo que yo conozco de él, es una persona que busca un animal moderno, muy productivo de carne, de tamaño moderado, bien un animal a producir a campo sin descuidar el estándar racial”.
“Otra actividad es el remate de la raza cuyo día de realización es determinado por la Asociación Rural del Uruguay (ARU)”, comentó.
Fuera del Prado, la Sociedad Limousin ha realizado o planea realizar todas las actividades que hace de forma anual: la gira de visitas a cabañas de criadores y la gira de tatuaje.
“La gira de visitas se hace de forma anual y la fecha de realización son los primeros días de marzo. Consiste en una recorrida por el país visitando las diferentes cabañas de criadores para intercambiar sobre cómo se está trabajando y respecto a los aspectos que hacen a la producción”, explicó.
El Limousin es una raza que “habitualmente se usa como cruzante” y como tal “imprime mucho lo que es la producción de carne con mucho volumen en los cuartos traseros, con hueso fino y bajo porcentaje de grasa”
En algunas de esas giras “se suman y se reciben visitas del exterior, por ejemplo el año pasado recibimos gente de Francia que llegaron de un centro de estudios e investigación”, y con ellos “hicimos el tour por las cabañas” en una experiencia enriquecedora.
“Otra actividad anual es la gira de tatuaje que se hace en la primavera después del Prado y previo a las exposiciones del interior. El tatuador que es el Dr. José Batista de Paso de los Toros, visita las cabañas para tatuar machos y hembras que luego concurren a exposiciones”. Es una actividad que no implica aglomeraciones y está previsto que la gira se haga con normalidad.
Una raza de mucho rendimiento
El Limousin es una raza que “habitualmente se usa como cruzante” y como tal “imprime mucho lo que es la producción de carne con mucho volumen en los cuartos traseros, con hueso fino y bajo porcentaje de grasa”, describió.
Con esas características, estamos ante un animal cuyos “rendimientos en los cortes es muy grande, y es ahí cuando el productor se convence de que se trata de una raza que mejora mucho la producción de carne en cualquier sistema de cruzamiento, y si éste se hace con razas buenas se potencia aún más”, aseguró Acerenza.
En Uruguay “la raza lleva más de 40 años” y tiene la particularidad de ser “la única cuya introducción fue hecha por un centro de estudio como el INIA”. Fue traída “para un estudio y a partir de ahí hubo quienes hicieron el esfuerzo de continuarla como la familia Severi y la familia Godiño, dos familias pioneras de la cría del Limousin”, concluyó.
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