Combatir la corrupción y mejorar las prácticas públicas son los principales objetivos que se planteó para este período la flamante presidente de la Junta de Transparencia y Ética Pública (Jutep). Si bien considera que el país está bien posicionado en materia de transparencia, cree que todavía queda mucho por hacer y a eso se abocará en estos cinco años.
¿Cuál es la función de la Jutep? ¿Qué la diferencia del Poder Judicial, que ya tiene competencia para determinar la existencia de corrupción?
Lo primero es que nosotros no somos vinculantes. Lo que procura la Jutep es que los funcionarios públicos actúen correctamente. Por eso, una sección está integrada por las declaraciones juradas, dado que una cantidad de funcionarios públicos tienen que presentarlas. Esa es una forma de transparentar el accionar.
Otra función es la de asesorar sobre materias de corrupción, que son una cantidad de delitos, y asesorar a quien requiera nuestros servicios. Por ejemplo, alguien que piense que un funcionario público no está actuando debidamente, realiza la denuncia y nosotros lo que hacemos es investigar.
¿Hay un criterio para seleccionar los casos a tratar?
Nosotros recibimos todas las denuncias. Muchas no son para aquí, como puede ser una denuncia de presunto abuso sexual. Esas cosas las derivamos; sí damos una respuesta al que solicita nuestra intervención, es decir, lo que hacemos es guiarlo.
Además, somos el órgano de contralor de la corrupción a nivel internacional. El Uruguay está muy bien catalogado en cuanto a transparencia, justamente, en la forma de actuar de los organismos del Estado.
¿Hay corrupción en Uruguay?
Hay corrupción en Uruguay, porque la corrupción no es solo algo grande, también pueden ser cosas pequeñas. El mal accionar del funcionario público puede ser que en vez de estudiar determinado expediente estudie el que viene después. Hasta eso podríamos considerarlo una mala práctica.
Las denuncias pueden ser anónimas; hay varias formas de que la población acceda, ya sea por escrito, por mail o a través de nuestro portal de denuncias. También podemos llegar a actuar de oficio.
Desde el caso Sendic, se multiplicaron las denuncias a la Jutep. ¿Cuál es la frecuencia hoy?
Todos los días llega más de una. Algunas requieren mucho estudio o la solicitud de datos para poder estudiarlas.
¿La cantidad de funcionarios es suficiente para cubrirlas todas? El presidente anterior de la Junta, Ricardo Gil Iribarne, señalaba que hacían falta más recursos humanos.
El gran problema que tenemos nosotros es que la Junta no tiene profesionales propios. Tenemos dos abogadas en comisión, o sea, que pertenecen a otro organismo, y el contador también. Hay 14 funcionarios, más los tres miembros del Directorio, pero no son suficientes y es necesario que se nos creen los cargos para llamar a concurso.
Lo que no hay acá es carrera funcional. Antes la Jutep dependía del Ministerio de Educación y Cultura. En el 2015 –que se efectivizó en 2016- nos transformamos en un servicio descentralizado. A partir de ahí tenemos independencia técnica, pero todos los funcionarios que se fueron incorporando entraron en comisión, entonces hay una gran desigualdad entre ellos, en cuanto a cargos, a sueldos –cada uno vino con el suyo-.
Nosotros solicitamos en el Presupuesto Nacional un administrativo C13 para poder organizar una carrera funcional, como sucede en todos los organismos. Sería importante que se creara ese cargo para poder estimularlos y que puedan perfeccionarse.
Lo que precisamos, además, es que nos permitan absorber a las dos abogadas y que pasen a formar parte de la plantilla de la Jutep, porque necesitamos crear una memoria institucional. Los temas que se tratan acá son muy específicos, mucha cosa es de derecho administrativo y reglamentaciones según los departamentos, entonces hay que estudiar mucho para poder resolver las situaciones o darle una respuesta al ciudadano.
¿Están dadas las condiciones en Uruguay para combatir la corrupción?
Yo pienso que están dadas. La impronta que yo le voy a dar, que ya le estoy dando –hace un mes que estamos, nada más-, es que nuestra actuación es imparcial y apolítica. A mí me propuso CA…
Pero no es un cargo político.
No, claro. La actuación no es política, porque a nosotros no nos puede interesar de qué partido es la persona denunciada. Si no, la Jutep se desnaturaliza. Y los tres miembros del Directorio somos de distintos partidos.
¿Por qué se demoró la designación de las nuevas autoridades?
No sé. A mí ya me lo habían ofrecido hacía mucho.
¿No hubo un proceso de transición?
No hubo, ni con el efectivo anterior ni con la Junta interina, que la integraban el presidente del BPS (Hugo Odizzio) y el del Banco República (Salvador Ferrer). Eso también lo dejamos asentado. Igual los funcionarios siguen trabajando, pero acá todo lo resuelve el Directorio.
¿Qué objetivos se propuso al asumir?
Combatir la corrupción, mejorar las prácticas públicas y el funcionamiento de los organismos, que los funcionarios se comprometan con la función. Es muy importante que trabajen comprometidos, a sabiendas de que se deben al resto de la sociedad, que tiendan a profesionalizarse como tales y reconozcan su valía y la importancia de su trabajo.
¿Las facultades de la Jutep para ejercer el control son las suficientes?
Por ahora sí. Con el devenir de los casos, veremos.
¿Podría analizar la gestión anterior?
No. No podría. No llegué a tener contacto, ni siquiera a saludar (a las autoridades anteriores).
¿A qué está abocada hoy? ¿Quedan casos pendientes de la administración pasada?
Tenemos algunos casos complicados que estamos trabajando; no había mucha cosa pendiente, pero estamos en investigación, no hay ninguna resolución que se pueda comentar todavía.
Por otro lado, estamos planificando una certificación en transparencia, que no existe. Empezaríamos con una acreditación, porque para que la Jutep pueda certificar transparencia en la gestión, necesitamos un reconocimiento de los organismos internacionales. Lo estamos estudiando para poder implementarlo.
¿Qué importancia tiene?
Es muy importante, porque un organismo transparente tiene otro valor. A su vez, pensamos que podrían llegar a tener un reconocimiento del Estado en el sentido de que los exoneren de algo, que tengan una retribución. También lo pensamos para empresas privadas. La certificación en transparencia que proyectamos podría mejorar la imagen de Uruguay en el exterior.
Cuidar la imagen del país
Con una vasta trayectoria en el Poder Judicial que data de 25 años –es inspectora de juzgado letrado-, y con más de tres décadas de experiencia como escribana, Susana fue la persona elegida por CA para presidir la Jutep.
La jerarca, que no esperaba esta convocatoria, afirmó a La Mañana que comparte “la filosofía y el pensamiento de CA” y dijo sentirse “muy honrada” con esta designación.
Desde su nuevo rol espera hacer una buena gestión y poder sacarle frutos a la Jutep, que “fue creada a requerimiento de los organismos internacionales”.
“Es importante que el país sea transparente. Luchar contra la corrupción no es poca cosa y le vamos a poner todas las ganas; es un gran desafío”, remarcó.
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