Con cada edición de la Exposición Ganadera del Prado, afloran anécdotas y recuerdos que son ya parte de la rica historia que atesora esta significativa muestra agroindustrial y comercial del país, que tuvo su primera edición en el año 1883.
En esta ocasión y frente a viejos archivos fotográficos, rescatamos la historia de un magnífico ejemplar de la Raza Hereford apodado “El Rubio”, que hizo historia en el Río de la Plata al conquistar en tres oportunidades consecutivas los máximos lauros de la raza, en las prestigiosas pistas del Prado y Palermo, dejando además una abundante y excelente descendencia a nivel de las principales cabañas y rodeos de Argentina, Brasil y Uruguay.
El toro inscripto en los Registro Genealógicos de la Asociación Rural del Uruguay como “Royal Puelche Benjamín 2”, nació y se crio en la cabaña rionegrense “El Cardo”, del doctor José María Elorza Sagardía (1887-1959), destacado cabañero de la época, que marcó rumbos desde su constante preocupación por el progreso y el porvenir de la raza, realizando en general en pocos años obras de indudable trascendencia para la agropecuaria nacional.
“El Rubio” inicio su periplo de triunfos en la 42ª Exposición Nacional de Campeonatos de Ganadería celebrada en agosto de 1947. El día de la jura, al llegar la hora de la elección del Gran Campeón Hereford, la competencia en la pista como era ya tradicional desde un par de años atrás se dio entre ejemplares de dos afamadas cabañas nacionales: Los de la cabaña “El Cardo” -dentro de cuyos ejemplares “El Rubio” era el favorito-, y los del establecimiento coloniense “Los Cerros de San Juan”, bajo la dirección del don Reginaldo Booth, que en su rica trayectoria atesoraba haber sido la primera cabaña uruguaya en conquistar con el mismo ejemplar el Gran Campeón Hereford en el Prado y en Palermo, con el toro “San Juan Bancker 2” en el año 1928.
“El Rubio” en aquella tarde de agosto de 1947, se consagró finalmente como Gran Campeón de la Raza, justificando así el interés que el ejemplar había despertado desde el mismo momento que arribó al predio del Prado, y fue expuesto en el Pabellón 2 de la Rural. El toro fue toda una sensación, y desde el momento que fue galardonado en la pista comenzó a hacer historia; con la particularidad que en esta primera consagración no pudo abrir el tradicional desfile de los grandes campeones de todas las razas durante el acto de clausura de la muestra, debido a que la ceremonia debió suspenderse como consecuencia del repentino fallecimiento del entonces presidente de la República don Tomás Berreta, tras una intervención quirúrgica. La suspensión fue adoptada como medida de duelo por parte de las autoridades de la Asociación Rural, entonces presidida por don Osorio Martirena Silveira.
Carrera rioplatense
Pero “El Rubio” tenía reservado para si una carrera de grandes conquistas a nivel rioplatense. Al mes siguiente de su primera consagración en el Prado, cruzó hacia la vecina orilla y compitió en la prestigiosa pista central de la exposición de Palermo (Argentina), donde volvió a conquistar el máximo lauro para la raza, bajo los estruendosos aplausos de la concurrencia que siguió con expectativa el juzgamiento. De Palermo volvió a Uruguay, para dejar su mejor descendencia en “El Cardo”, y en julio de 1948 en la 43ª Exposición Nacional y 7º Internacional de Campeonatos de Ganadería del Prado, reiteró el Gran Campeonato, consagrándose por segundo año consecutivo como el mejor Hereford de la muestra, y como tal ese año si pudo lucir su estampa encabezando el desfile de los grandes Campeones, en el acto de clausura de la exposición celebrado en la lluviosa tarde del 1º de agosto.
Morfológicamente “El Rubio” se destacó por su gran volumen, su largo y su importante masa muscular, marcando así toda una época para la raza. El mismo descendía por línea paterna de “Royal Prestigie 19”, un magnífico padre de la cabaña argentina “San Ramón” de Duggan Hnos., consagrado campeón de Palermo, y adquirido oportunamente por el doctor Elorza para los planteles de su cabaña. Por línea materna, era nieto de “Puelche 28”, un toro adquirido por Elorza a la cabaña cordobesa “Tuyuti”, cuya propietaria era entonces la condesa Inés Macchi di Céllere Cobo de di Campello (1901-1966).
Abundante descendencia
“El Rubio” marcó una importante etapa en la obra zootécnica llevada adelante por el doctor Elorza en la cabaña “El Cardo”, representando la perfecta combinación de dos grandes familias de la raza Hereford, como la Royal Puelche y la de Locksley, ambas presentes en las sangres de la cabaña, que fue centro de una de las obras de mejoramiento y refinamiento pecuario más importante durante la primera mitad del siglo XX. Como padre de cabaña dejó abundante descendencia a nivel de las principales cabañas y rodeos de Argentina, Brasil y Uruguay, con ejemplares que a través de diferentes generaciones fueron también conquistando importantes puestos en las competencias ganaderas de la región. Tal fue el caso de un hijo suyo, el toro “Royal Puelche Benjamín 2/17”, que en 1951 obtuvo el título de Reservado Campeón de la Raza, y que al ser subastado alcanzó un record sudamericano, al ser adquirido en $80.000 por la sucesión de Lorenzo Salvo propietaria de la Estancia y Cabaña “Nueva Melhem”. O el caso de los primeros descendientes que en la década de 1950 se incorporaron a la afamada cabaña argentina “Jotabe” de la firma Caldenes S.A, cuya progenie elevó considerablemente el nivel del establecimiento. Mereciendo también destaque la trayectoria del toro “Royal Puelche Benjamín 2/77/26” -de la generación de los nietos-, que en 1958 siguiendo los pasos de su ascendiente conquistó el Gran Campeonato de la Raza, primero en la pista del Prado y luego en la de Palermo.
Con “El Rubio” convertido en emblema de la raza, la estancia y cabaña “El Cardo” originada a fines del siglo XIX, cimentó su justificado prestigio y se convirtió hasta bien entrada la década de 1960 en uno de los faros señeros de las virtudes de los Hereford a nivel regional.
*Ingeniero Agrónomo
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