Hay dos mecanismos mediante los cuales los bloques sociales neoliberales han logrado controlar el curso de las políticas públicas: obteniendo el apoyo de sectores empresariales y bloqueando la oposición de los partidos políticos. Ambos mecanismos dependen de la habilidad que los bloques neoliberales para utilizar recursos estructurales e institucionales que logren alterar el equilibrio de poder entre partidarios y opositores del neoliberalismo, impidiéndoles formar coaliciones alternativas y adquirir representación parlamentaria.
¿Pero qué sucede cuando -contrario a lo esperado- los opositores al neoliberalismo logran acumular suficiente poder como para resistir las políticas neoliberales establecidas? Para ello existe un tercer mecanismo de resiliencia neoliberal: congelar las políticas a través de la constitucionalización de las mismas, es decir, la inserción de las políticas cambiarias e industriales dentro del marco institucional, dificultando así futuros cambios y reformas. Esta institucionalización de las políticas neoliberales se logra a menudo a través del establecimiento de bancos centrales independientes y reglas de política fiscal dentro de leyes de rango constitucional, difíciles de ser modificadas.
Ec. Aldo Madariaga, en “Neoliberal Resilience: lessons in democracy and development from Latin America and Eastern Europe”, Princeton University Press (2020)
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