La candidata del municipio F, Rosario Romero, es indudablemente una referente de los barrios más precarios de la zona este de Montevideo. Muchos años de trabajo en la salud pública y como concejal vecinal le aportan un conocimiento directo de las necesidades de la gente. En entrevista con La Mañana, la candidata por Cabildo Abierto dejó en claro los énfasis de su propuesta.
En el municipio F hay muchos cabildos e incluso gente que pone a disposición su casa en estas elecciones. ¿A qué atribuyes esta situación?
Existe un gran conocimiento del barrio, muchas visitas que estamos haciendo en el puerta a puerta. La reacción en cada casa, en cada feria, me ha asombrado. Nos dicen “queremos el cambio”, “queremos estar contigo”. Les hacemos llegar las listas, anotamos los teléfonos y muchos se suman a participar con nosotros. Hay mucho trabajo para hacer. Tenemos 21 cabildos en el municipio, pero además como tú dices hay casas de familias que se ofrecieron a trabajar para la alcaldía. Por supuesto, más allá de esto hay un enorme afecto por Manini, eso se nota.
¿Qué problemas trasladan los vecinos y qué respuesta se les pueda dar?
El predio del cuartelillo de bomberos que estaba en la calle Villagrán fue cedido al club Larre Borges. Nosotros llegamos hasta el kilómetro 22.800 y es necesario tener un cuartelillo de bomberos. Este proyecto que tenemos sería por Villa García. Hablamos muchos con los feriantes, ellos por ejemplo nos piden baños para poder utilizar.
La gente me habla de las ollas de los merenderos, que muchos están siendo apoyados por Cabildo Abierto desde que empezó la pandemia. Pero el hambre va a seguir y siempre estuvo. Hay que recorrer para verlo. Entonces hemos pensado en un banco de alimentos porque existen grandes cadenas de supermercados y empresas por eso hay que permitir que una buena ONG trabaje en eso, llevando alimento a distintos comedores y merenderos de barrios precarios o que lo necesiten. También se puede hacer en otros rubros, pero empezaríamos por los alimentos que son lo principal.
Tenemos 106 asentamientos y otros más que no están censados. Además, el municipio F es el que tira más sodio de todos los municipios del departamento. Esto de la pandemia ha lastimado mucho, por ejemplo, respecto de los niños que iban a las escuelas. Más allá de que es verdad que las escuelas entregan las viandas, la mitad de las madres no llevan a los niños o no la van a buscar. Pero el perjudicado es el niño, por eso es importante contemplar este proyecto.
Es evidente que en el municipio hay problemas de necesidades básicas insatisfechas… ¿qué más se puede hacer desde el municipio?
Una de las principales preocupaciones que hay son las caminerías para que entren las ambulancias o los camiones a levantar los contenedores. Otra cosa que se pide son las policlínicas en los barrios porque tenemos siempre en lugares de avenidas pero la gente es muy pobre y a veces no tiene cómo llegar por ejemplo para buscar una medicación que necesita.
En muchos lados falta transporte. En el barrio Capra está el L22 y el L2 y pasa a cualquier hora. Hacen el recorrido que ellos quieren. Hubo un momento que fue espantoso que nunca llegaban en hora los chiquilines. Se habló con Cutcsa y luego marchó bien, pero al final se vuelve a lo mismo. Y esto sucede también en otros barrios.
Has recorrido con su equipo y referentes zonales la usina Felipe Cardoso, el principal vertedero de basura de la capital.
Qué tema este. Tenemos uno de los cabildos ahí. Es espantoso estar allí, vivir ahí. Hay bichos que yo ni conocía, los vi haciendo recorridas. Esas personas sí que necesitan el realojo, como otros en Chacarita de los Padres donde hay inundaciones o en el asentamiento María Isabel. Se precisan soluciones a estos temas.
¿Cómo ven los vecinos el tema del asistencialismo?
No todos están conformes porque dicen que fue mal dada la tarjeta del Mides. Yo en algunos casos comparto, en otros no, porque veo la realidad. Estoy ahí y se por trabajar en salud pública y conocer a casi el 90% de todo mi territorio, porque en cada lugar conozco a alguien que fue a la policlínica La Cruz, de Yanicelli o de Monterrey o el Piñeiro del Campo que es donde he trabajado. La gente cuenta sus problemáticas y transmite eso. Yo no soy quien, para juzgarlo, pero escucho y retengo lo que me dicen la gente.
Por otro lado, pienso hacer un convenio con BPS que da casas a los jubilados. A veces no tienen familia y sus muebles podrían ir a un depósito y cuando se registran incendios poder ayudar a esa gente con esos recursos.
Días atrás la candidata Laura Raffo dijo en entrevista con La Mañana que “la Intendencia se alejó de la gente”. ¿Compartes esa apreciación?
Es verdad. Nosotros vamos a trabajar para que exista igualdad de acceso a los servicios. En los municipios hay asistentes sociales y creo que son las principales para hacer esa tarea. Esto se puede reforzar, apuesto a eso y considero que sería primordial. Mis propuestas son todas para el pobre.
Ya has tenido previamente actividad política en lo que es el trabajo en los barrios. ¿Qué viste ahora en Cabildo Abierto?
Es cierto, trabajé con el Partido Socialista pero no tuve una buena experiencia al final de cuentas y dejé la militancia. Luego conversé con el diputado Martín Sodano aunque yo no quería saber de nada al principio, me había quedado enojada con la política. Empecé a ver a Manini en televisión y vi que decía muchas verdades.
Tu principal fuerte decías es el conocimiento de los barrios y su gente.
Llevo 35 años en Salud Pública, ya estaba para jubilarme, pero ahora sigo de largo. Soy concejal vecinal desde hace 10 años -ahora de licencia- y nací en el municipio F, en Flor de Maroñas. Ahora estoy en la Cruz de Carrasco pero pertenezco al municipio. Conozco bien el territorio porque más allá de que está subdividido en 6 sub-zonas, nos juntamos todos los concejales vecinales y estamos siempre unidos para resolver los problemas de la gente.
El problema de los Concejos Vecinales de hoy, no de hace diez años atrás cuando había apoyo, es que debe irse a los Concejos acreditando que sos de un determinado partido político. Y esto no puede ser así, porque trabajamos con el vecino. Yo soy vecina y nadie me tiene que decir “no trabajo contigo porque no soy de Cabildo”. El Concejo Vecinal mío me negó hasta las canastas que me correspondía para darle a los vecinos. Y les dije: “ustedes a mí no me quitan nada porque yo tengo un sueldo y el plato de comida, pero a los que no le dan le quitan eso y luego van a buscar sus votos”. Yo solicité mapas sobre los últimos asentamientos y enfocarme en lo que me correspondía hacia la alcaldía y la presidenta de mesa todavía está por decirme dónde están los mapas.
¿Se puede cambiar eso?
La alcaldía tiene que estar abierta a todos los vecinos sin distinción partidaria, además con los funcionarios con los que se trabaja, no se les puede preguntar qué votaron. Hay que ir para adelante. La alcaldía Cabildo la tiene que gestionar rectamente, como es Cabildo. Honesto y humilde. Eso es lo que yo creo, hay que trabajar en unión. Ahora durante la campaña hay un equipo de trabajo al lado mío, siempre trabajando.
En la feria de Piedras Blancas una persona el otro día me dijo “Cabildo siempre está solo” porque así es como nos ven, pero me dicen al mismo tiempo que mucha gente nos apoya pero tiene miedo de decirlo, miedo a las represalias del Frente Amplio. Cabildo va a dar una sorpresa el 27 de setiembre.
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