La revolución trajo la independencia política, pero de ninguna manera la independencia económica. Los productos norteamericanos que eran exportados a Europa durante el periodo colonial seguían teniendo ese continente por mercado y al mismo tiempo se siguieron importando de allí́ artículos manufacturados. Las manufacturas que habían surgido durante la Revolución fueron ahogadas por las mercaderías más baratas que volcaron los ingleses en el mercado norteamericano al restablecimiento de la paz… Según todos los indicios, Norteamérica habría de caer nuevamente en una situación de dependencia, produciendo materias primas necesitadas por Europa y adquiriendo, a su vez, los artículos manufacturados que esta le proporcionaba. Parecía empresa imposible llegar a competir con Inglaterra en la producción y venta de estas mercaderías.
Harold Underwood Faulkner, en “Historia económica de los Estados Unidos”
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