Los hoteles, como lugares de alojamiento y prestación de servicios complementarios, representan una modalidad propia a la vez que son fiel reflejo de la sociedad que los rodea. Y a la vez dan prueba de las costumbres de la época y el sentir de las localidades. De lo que resulta la importancia de estudiar su evolución a través de la prensa en general y en particular tomando en cuenta las notas sociales y los avisos, especialmente en las guías comerciales y las revistas y folletos de turismo.
Dentro de la historia del país y más concretamente de Montevideo las referencias a los hoteles y similares presenta una rica variedad y apasionante referencia a lugares, nombres y anécdotas ciudadanas.
Durante la época colonial y en los primeros años de la vida independiente los viajeros y los visitantes se alojaban en casas de familia o en fondas de dudosa calidad. Otras veces rentaban cuartos o galpones anexos a las pulperías y casas de comidas. En la década de 1830 encontramos referencias a la Fonda del Vapor, sobre el antiguo muelle, que proporcionaba alojamiento tanto como viandas y el hotel de L´Europe, de seguro que frente a la plaza de la Independencia.
Recién después de terminada la Guerra Grande el país comenzó una etapa de crecimiento. Se multiplicó el comercio y el consiguiente arribo de embarcaciones de ultramar y de cabotaje, aumentando el movimiento de viajeros, la llegada de extranjeros y la masiva presencia de inmigrantes. Hicieron su aparición, entonces, los primeros hoteles, de comodidades relativas, muchas veces propiedad de franceses o italianos a juzgar por los apellidos. Para conocer sobre estos primeros establecimientos recurrimos a un documento imprescindible para el análisis de la época: la Guía de Montevideo publicada por Wonner y Horne en 1859, de la que resulta la existencia de siete hoteles que merecían el nombre de tales. Es curioso que se encuentren dentro del rubro más genérico de “Mercados, hoteles, fondas, cafés y diversiones públicas” y se describan en función de tres elementos: el nombre comercial, el de los propietarios y las respectivas direcciones.
La lista comprende el Hotel de París, ubicado en 25 de mayo 244, propiedad de Mr. Andreau, el Hotel Del Vapor en Misiones 52, propiedad de José Casaglia, el hotel del Comercio, en Piedras 89, propietario Ferrand, el Hotel Oriental, en la calle Solís 24, propiedad de Tomás Fernández y Ca, el Hotel De Orient, en Rincón 148, propiedad de Carlos Lamarquet, el de la Concord, en Cerrito 182 propietario Juan Mallarino y el hotel de Pauline Beauzemont, en Cerrito 187 b, caso en que coinciden el nombre del establecimiento con el de la propietaria.
De los nombrados cabe destacar al Hotel de París y al Oriental como los primeros de cierta envergadura en la ciudad. Por aquellos tiempos, si analizamos las direcciones –tomando en cuenta que la numeración fue cambiada en el año 1910- los hoteles se ubicaban en las proximidades del puerto en virtud de que la mayor parte de los pasajeros llegaban o se iban por barco. Por otro lado, el elemento que recalcaban en los avisos eran la comodidad de las habitaciones, la excelente ubicación y la existencia de ambiente agradable para familias.
La Guía de Montevideo también plantea la lista de las fondas existentes, de menor jerarquía que los hoteles pero que también brindaban servicios de alojamiento y de vianda. Por cierto que la lista era mucho más numerosa y los nombres de los establecimientos se revelan tan pintorescos como reveladores de los tópicos que interesaban en la época: Fonda de la Colomba, de la Amistad, de la Buena Vista, de la Cote D´Or, de los Amigos, del Tambo, de la Alianza, del Gobierno Monárquico, del 4 de Octubre, del Plata, de los Bretones, de la Marina, de las 4 Naciones y del Gallo, entre otros.
En cambio en la Guía Comercial, industrial y particular de Montevideo de 1869, publicada por Jean Jacques Liebfrink, encontramos más del doble de cantidad de hoteles y triplicado el número de fondas, prueba de que en el decenio la sociedad y el país habían continuaban creciendo en comercio y población. Entre la lista de hoteles encontramos el Hotel Malakof frente a la calle del 18 de julio nº 1, el Hotel Americano, en la esquina de Misiones y Cerrito, el Hotel Blin sobre la calle 33 Nº 83, el Hotel del Louvre, sobre la calle 25 de agosto 88, el Hotel Oriental en la calle Solís nº 18 y 22 (ya en su nueva ubicación y con edificio construido a propósito como hotel), el de Roma frente a la plaza Independencia 75, el Hotel de Italia en la calle Misiones 84, el Hotel del Norte, calle Solis 29, el Hotel del Universo frente a la Plaza Independencia, el Hotel del Plata, Andes entre 18 y Colonia, el Hotel Lamarque, calle Ciudadela número 96, el Hotel de Paris, calle 25 de Mayo número 270, el Hotel Independencia frente a la plaza del mismo nombre, el Hotel Washington, sobre la calle del mismo nombre nº 120, el hotel del Vapor, calle Misiones número 74, el Hotel Concord, calle Cerrito 140 y el Hotel de la Paix, sobre la calle Piedras nº 141. Por su parte la nómina de las fondas se había multiplicado por decenas y se presentaban por ítem separado. Hemos computado más de 120 fondas en lista que, lamentablemente, no menciona el nombre del comercio sino que figura por el del propietario, lo que dificulta la identificación.
Una década posterior, hacia 1877 encontramos un nuevo listado, esta vez la Guía General Comercial de Montevideo, la Aguada y Cordón de 1877, editada por La Tribuna. No figura un rubro de hoteles pero sí destacan algunos avisos como el del Hotel Armonía, de Antonio Correge, en la Plaza Independencia, el Antiguo Hotel Blin y de la Paz, de Edouard Gayol en la calle Piedras 71 y el Hotel Español de Juan Erasún sobre la calle Bacacay 16, más tarde trasladado a Juncal y Sarandí.
Pasaron los años y se sucedieron las transformaciones en las formas de vida, en el comercio y las costumbres así como en la situación política. Todo lo que se tradujo en grandes cambios en la ciudad. Se aumentó el traslado, la movilidad, la necesidad de salir de paseo o de turismo que incorporaron los servicios para atender las necesidades e inquietudes de los nuevos tiempos.