Los dos municipios que conservaba el Frente Amplio en el departamento de Maldonado, San Carlos y Piriápolis, pasaron a manos del Partido Nacional. El primero era considerado bastión frentista, sin embargo, desde las pasadas elecciones, la fuerza política de izquierda había empezado a perder votos, y en estas últimas elecciones, Carlos Pereyra, del Partido Nacional, fue elegido como nuevo alcalde.
El pasado domingo 27 de setiembre se llevaron a cabo las elecciones departamentales en las que se votaron intendentes, alcaldes y ediles de las diferentes localidades del país. En un escenario en el que el Partido Nacional (PN) conquistó 15 departamentos, Maldonado no se quedó atrás. El intendente electo es Enrique Antía y, por primera vez, el alcalde de San Carlos es de la misma fuerza política, el PN. La ciudad de San Carlos se caracterizaba, hasta estas últimas elecciones, por ser un bastión del Frente Amplio durante 20 años.
Cuando no estaban los municipios y lo que existía era la Junta Local Autónoma, la primera persona elegida (en el año 2000) fue Carlos Nuñez, en tanto, en 2005, llegó Susana Hernández. Luego, la primera alcaldía propiamente la ganó Gregorio Quintana, en este último período fue Alba Rijo la encargada de la alcaldía. Pero hoy, luego de dos décadas y de haber perdido por tan solo 620 votos en las elecciones de 2015, se coronó como alcalde de la localidad, Carlos Pereyra.
La Mañana dialogó con el novel alcalde, quien comenzará su gestión oficialmente el próximo 3 de diciembre. Planteó que su gobierno municipal será de acercamiento y diálogo constante con vecinos y organizaciones sociales, tal como fue la campaña electoral. Reconoció que es necesario continuar y desarrollar las cosas “que se hicieron bien en estos años”, pero entendió que existen déficits muy importantes en materia seguridad y en el ABC de una ciudad: infraestructura, iluminaria y limpieza.
Pereyra fue un candidato que, asegura, vivió su campaña con mucha alegría. Estos últimos dos meses antes de las elecciones, su equipo estuvo en más de 70 reuniones con vecinos y organizaciones que plantearon cuáles serían los pilares para vivir en una ciudad mejor. Este asunto no fue nuevo para el alcalde electo, ya que no solamente es un político de la zona, sino que es un vecino que vive el día a día de la realidad local.
“Tenemos un equipo de cuatro personas que estuvieron el último mes trabajando codo a codo, con alegría, fe y confianza en lo que estábamos proponiendo. He tenido cinco años de gestión en el municipio, la pasada elección la perdí por 620 votos con la alcaldesa del Frente Amplio, quien es una persona amiga. Tratamos de poner arriba de la mesa lo que nos parecía fundamental para mejorar la gestión del municipio, escuchando a los vecinos que fueron quienes nos brindaron su forma de ver las cosas desde el territorio mismo. Llegamos a la conclusión de que íbamos por buen camino y se nos ratificó en las urnas con el apoyo”, relató en cuanto a su visión de la campaña.
“Tenemos la guardia republicana al lado de nuestra ciudad con una base regional, y vamos a tratar de potenciar todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a la policía y a la guardia”, destacó Pereyra.
En lo que a ello respecta, Pereyra sostuvo que lo que más preocupa a los vecinos es, básicamente, los elementos cotidianos que conforman el ABC de la tarea de la alcaldía: las calles con pozos, falta de iluminación, canalización de aguas, limpieza de las cunetas o entubación de pluviales. “Creo que esto ha sido un déficit de los últimos años, en la vida diaria del vecino está la preocupación de tener la calle asfaltada, el barrio iluminado, de manera de tener mayor seguridad, va por ahí la urgencia que tenemos y que ya comenzaron a expresar al intendente”, indicó.
Aseguró que su gobierno tiene la tesitura de tener políticas de Estado para el municipio, de manera que las cosas que se hicieron bien se mantengan y se potencien, pero darle otro tipo de gestión que, cree, redundará en un mayor beneficio para todos los pobladores.
Expectativas de mayor seguridad
Pereyra recalcó el asunto de la trilogía de gobierno, que se dio por primera vez, de tener un gobierno nacional, departamental y municipal del mismo partido político. “Creemos que debemos apoyarnos mutuamente y tratar de ver todo lo que se puede conseguir desde el gobierno nacional, ya hemos tenido un acercamiento con el presidente Luis Lacalle Pou, que nos llamó para saludarnos y con el ministro del Interior, Jorge Larrañaga, que también, el lunes, estuvimos en diálogo”, dijo.
Sopesó que la ciudad siga siendo noticia por el asunto de la delincuencia. En ese sentido, la misma noche de la elección departamental, falleció una niña de siete años en un tiroteo. Afirmó que esas cosas no pueden seguir sucediendo, “tenemos la guardia republicana al lado de nuestra ciudad con una base regional, y vamos a tratar de potenciar todo lo que esté a nuestro alcance para ayudar a la policía y a la guardia. Tenemos el compromiso del intendente de que así será, ya que se colocarán más cámaras, por ejemplo. Trabajaremos lo más posible para todo lo relativo a la seguridad, ya que hay un déficit importante en ese aspecto”, agregó.
Las elecciones de la confianza
El pasado lunes a la noche, Pereyra se reunió con el intendente electo, Antía. Dijo que este último le ha dado el respaldo desde el principio y con quien tiene una muy buena relación. “Quedamos en que en estos días pondremos en orden las cosas y, a partir del lunes, comenzaremos a conformar el equipo que estará con nosotros en estos cinco años para poder regir los destinos del municipio. Comenzaremos con las reuniones para preparar las tareas que se desarrollarán a partir de diciembre, tenemos dos meses para ponernos a punto y planificar”, contó.
San Carlos es un municipio extenso en territorio que tiene campo, costa y casco urbano, y abarca el 33 % del territorio de Maldonado. “Es muy diverso y hay que tratar de aunar criterios, vaya que si tendremos tareas para realizar. Estamos con ansias de empezar a trabajarlo cuanto antes”, aseguró el nuevo alcalde.
Pereyra se reconoce como “un vecino más de la ciudad” y adjudica a ese hecho el resultado en las urnas. “Tal vez no vieron en mí un perfil político tradicional, sino que vieron representado al vecino común que está en el día a día. Soy una persona que le gusta tender puentes, que no me gusta agraviar a nadie de otro partido político porque considero que todos somos vecinos y tenemos nuestras características particulares, pero estamos en la comunidad”, fundamentó.
Aseguró que no hay banderas políticas en su accionar, “voy a ser el alcalde de los que me votaron y los que no. Tengo proyectos importantes de personas del FA, del Partido Colorado, y nos ayudó gente de Cabildo Abierto también, creo que en las elecciones municipales y departamentales la gente no vota tanto la ideología, sino que va por el lado de votar a un vecino, y sé que tuve mucho apoyo de gente que no era del Partido Nacional por eso mismo”.
Dijo que lo que viene ahora es una oportunidad para tratar de cambiar San Carlos, mostrar en los hechos lo que se ha dicho en la campaña. “Queremos cambiar la pisada y tener una alcaldía de cercanía, desembarcar en territorio un alcalde de la gente, que se reúna con vecinos y organizaciones sociales, como lo hemos venido haciendo y que la gente nos tenga de primera mano y en un municipio de puertas abiertas”.
Tragedia por inseguridad
Los reclamos vecinales en San Carlos debido a la inseguridad vienen desde hace algunos años. Algunos pobladores, en sus instancias de reclamo, aseguran que desde mediados de 2019 el delito escaló de manera marcada en ciertas zonas. Uno de los últimos hechos que impactó a la localidad fue el caso nombrado por Pereyra: la niña de siete años asesinada de un disparo.
Ayer martes, 29 de setiembre, el sospechoso de haber disparado a la niña fue detenido mientras se encontraba escondido en la zona del arroyo de San Carlos. Lo que se dice es que en la noche del domingo 27 de setiembre, este hombre disparó desde la calle a una casa del barrio Rodríguez Barrios, la niña salió al escuchar los disparos y recibió una bala en el tórax que desencadenó en su fallecimiento.
Al parecer los disparos estaban dirigidos a un hombre que vivía con el padre y la niña. La fiscal del caso, Mariela Núñez, indicó que el crimen fue por un ajuste de cuentas entre bandas de narcotraficantes e informó que el lugar donde vivía la niña fallecida junto a su padre, se presume, funcionaba como boca de venta de drogas.
Pereyra se mostró conmovido con el caso y aseguró que la mejora de la iluminación, las calles, la colocación de cámaras de seguridad y la ayuda de la policía y guardia republicana serán claves para revertir años de delincuencia en la localidad.
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