Las consultas y reservas de uruguayos para hacer turismo en Uruguay crecieron 100 % y también se incrementó el promedio de días de la estadía. En tanto, se espera una fuerte caída de turistas brasileños, mientras los argentinos que vendrán serán los propietarios, residentes y de clase alta.
Esfumadas las posibilidades de contar con una vacuna contra el covid-19 para antes del comienzo del verano, en el gobierno hay incertidumbre de cómo evolucione la pandemia en las próximas semanas, para definir cuáles van a ser los parámetros sanitarios que se implementarán en la próxima temporada estival.
Si bien, en agosto, el ministro de Turismo, Germán Cardoso, emitió un mensaje alentador respecto a la habilitación del turismo receptivo para la próxima temporada de verano, el reciente incremento de brotes de covid-19 en Uruguay y la complicada situación de los países vecinos enfrió la reapertura de las fronteras. Cardoso explicó que, si bien hay buenas expectativas y buena voluntad, al estar en pandemia “son decisiones que tienen que tomar los científicos y la salud pública”.
En una conferencia virtual realizada hace dos semanas por el diario español ABC, el presidente Luis Lacalle Pou remarcó la importancia del turismo argentino para Uruguay, pero al ver los casos de contagios y muertes en el país vecino dijo que “hoy no estamos con las condiciones de asegurar que vamos a tener las fronteras abiertas con Argentina y con Brasil”. De todas formas, anunció que “a fines de octubre debería haber una línea gubernamental que brinde certidumbre, sobre todo, porque las inversiones en la materia no se hacen de un día para el otro”.
Lacalle Pou aseguró que el Grupo Asesor Científico Honorario (GACH), que aconseja al Poder Ejecutivo en la pandemia por el nuevo coronavirus, está trabajando en el Plan Verano y que hay muchos escenarios sobre la mesa.
El presidente de la República manifestó que “se nos viene una decisión bien difícil, que atenta directamente contra una base económica del país, que es el turismo”. Este rubro representa tres puntos del PIB uruguayo. En 2019, ingresaron más de 3 millones de turistas que dejaron US$ 1.753 millones a Uruguay, de los cuales 2,2 millones fueron personas provenientes de Brasil y Argentina, que gastaron más de US$ 1.250 millones en nuestro país, durante el año pasado.
Menos extranjeros, pero más uruguayos que optan por veranear en el país
En el medio de esta encrucijada, los operadores inmobiliarios analizan cómo se perfila el movimiento turístico para la temporada estival 2020-2021 en Uruguay.
Siguiendo las recomendaciones de la Organización Mundial del Turismo (OMT), desde el gobierno y las cámaras de turismo vieron con buenos ojos los resultados de la reactivación del turismo interno en el mes de julio, por lo que siguen fomentando que los uruguayos tomen sus vacaciones en el territorio nacional.
Según dijo a La Mañana el director de Casas en el Este (Portal InfoCasas), Baltasar Urrestarazu, a esta altura del año “lo más llamativo es el caso del turismo de uruguayos”. Dijo que en el último mes las consultas y reservas del público local crecieron un 100 % respecto al 2019. “Lo segundo llamativo es el tiempo promedio de los alquileres” de los uruguayos. “El año pasado estaba en 6,3 días el promedio de estadía, y este año está arriba de 14”, afirmó.
En total, el promedio de estadías creció 50 %, pasando de 5 días a 10, en el 2020. Mientras la concreción de alquileres a esta altura del año sorpresivamente es 25 % mayor a la del año pasado, y 60 % de ocupación “que para la fecha es muy bueno”, dijo Urrestarazu. Otra cosa que no era frecuente “es que 10 % de los propietarios retiraron su casa del mercado porque van a disfrutarla con familia y amigos”.
Según el director de Casas en el Este, en esta temporada “la novedad” es que muchos uruguayos que antes realizaban viajes familiares, ahora optaron por alquilar casas de veraneo por períodos que van desde los tres meses hasta un año entero; por lo que gran parte del dinero que normalmente los turistas uruguayos destinaban en viajes en el exterior del país, este verano será volcado al mercado interno, indicó.
Si bien, se cree que, en buena medida, el turismo uruguayo compensará la baja de extranjeros (en el caso de que las fronteras se mantengan cerradas durante el verano) de todas formas, para Urrestarazu “lo que hace que una temporada sea buena o mala es la clase media argentina”. Señaló que en el segmento de precios que va de US$ 70 hasta 300 por día, las consultas y alquileres de argentinos bajaron entre 28 y 35 % en comparación a la temporada anterior y que la demanda de brasileños, que habitualmente veranean en la costa de Rocha, bajó un 50 %.
El perfil del turista argentino 2020-2021
Durante la pandemia se registraron casi 30 mil ingresos de argentinos a Uruguay. Algunos ya contaban con residencia en el país y muchos otros la están tramitando. El embajador uruguayo, Carlos Enciso, aseguró que llegan 100 solicitudes por día. Al día de hoy, Uruguay solo permite el ingreso de extranjeros que tengan domicilio fiscal, actividad económica o laboral y otras excepciones.
El turista argentino va a ser el que tenga residencia o casa, sostuvo Urrestarazu. “Si vos tenés una casa podés venir, pero si vas a alquilar hoy no podés”, sintetizó. “Va a ser una temporada del propietario y de la clase alta argentina, que no se siente afectada ni por la crisis ni por las restricciones”, explicó el inmobiliario. Remarcó que el segmento de alquileres de más de US$ 350 creció un 10 %, aunque es un grupo reducido “que no te mueve el volumen del turismo”.
En cuanto a los precios, el último informe de Casas en el Este indica que estos bajaron 6 % respecto al año pasado y que hay descuentos especiales para los que alquilan por un período prolongado. Urrestarazu explicó que muchos propietarios argentinos necesitan alquilar cuanto antes, para no acumular deudas de gastos comunes y, además, poder cobrar la renta en dólares.
Analizan viabilidad de protocolo que presentaron los hoteleros
Distintas asociaciones de hoteleros, apoyados por las agencias de viajes, hicieron llegar al Mintur un protocolo de “turismo de salud”. Consiste en que los turistas deberán tener un test de PCR negativo en las 72 horas previas al ingreso al país, y luego una cuarentena de siete días en un hotel uruguayo autorizado, mientras espera el resultado de un nuevo análisis que brindará el propio hotel que, además, se responsabilizará del cumplimiento de la cuarentena del huésped.
El ministro Cardoso señaló que “el protocolo está bien planteado, mantiene las medidas lógicas de hisopados y cuarentena, sumado a la vigilancia que realizarían los hoteleros”, pero dijo que la evaluación técnica estará a cargo de los científicos, los que también analizarán un protocolo elaborado por las empresas de cruceros.
Por su parte, el presidente Lacalle Pou, manifestó semanas atrás que “es difícil pedirle a un turista que venga y se guarde en cuarentena”. En esa misma línea se expresó Urrestarazu. Argumentó que el protocolo de hoteleros es “poco probable que lo acepte” el gobierno, porque “en general el turista es una persona osada, y es muy difícil que alguien haga turismo por 10 o 12 días, pase 7 encerrado”.
El director de Casas en el Este es partidario de ser “un poco más restrictivo si la situación no cambia y subsidiar a aquellos sectores que van a recibir un mayor daño”. “Porque si no después te pasa como en España, que no tomaron medidas restrictivas a la hora de fomentar el turismo, y después todos los países prohibieron viajar a España, porque había focos de infección. Entonces se quedaron sin el turismo, volvieron a reventar los casos en todas las ciudades, volvieron a cerrar los comercios. Entonces al final es peor”, advirtió Urresterazu.
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