En vísperas de la primera reunión anual virtual del FMI, el organismo publica sus últimas proyecciones acerca de la evolución económica del mundo en pandemia.
Cada octubre
se reúnen las asambleas generales del Fondo Monetario Internacional y del Banco
Mundial, con presencia de ministros de economía y gobernadores de bancos
centrales procedentes de los 189 países miembros. En este año atípico
participarán en modalidad virtual.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) nunca se ha caracterizado por el acierto de sus pronósticos, pero de todas formas su opinión es relevante en la medida que tiende a reflejar un consenso generalizado a nivel internacional.
Por tanto, es importante notar que sus proyecciones para la economía global en los años venideros, contenidas en su último informe “World Economic Outlook” publicado el día de ayer, distan de ser optimistas. Un “ascenso prolongado y dificultoso” describe la tónica de los próximos trimestres, hasta llegar en 2022 a una modesta meseta.
Cabe notar que las cifras anteriores para las caídas pronosticadas en el PBI del 2020 han sido ajustadas ligeramente al alza, mientras que las proyecciones para el 2021 se han disminuido en algo.
El 2020
El mes de abril con sus confinamientos extremos fue sin duda el de mayor impacto en el segundo trimestre, aunque suavizado en mayo y junio por una respuesta más dinámica que la anticipada con el regreso a la actividad de una parte importante de la fuerza laboral, especialmente en las economías avanzadas.
La tendencia continuó en julio, pero con la insinuación de una segunda ola de contagios en muchos países se enlenteció la apertura al punto que se estima que agosto y setiembre aportaron poco en materia de recuperación del nivel de producción. Recién a fines de octubre habrá cifras más concretas para el tercer trimestre.
Para la totalidad del año en curso se estima una contracción en el PBI global de -4.4% que refleja comportamientos bastante disímiles entre los países avanzados (-5,8%) y emergentes (-3,3%).
El 2021
Para el año entrante se proyecta una cifra global de crecimiento del 5,2% que, sin embargo, en la mayoría de los casos no alcanzará para recuperar los niveles de actividad del 2019.
Se exceptúa la región de Asia emergente y en desarrollo, donde (como se aprecia en le cuadro adjunto) se estima un crecimiento del 8% en gran parte atribuible a China, lo que llevará a superar su nivel de 2019 en 6,2%.
América Latina será la región más castigada (según estos pronósticos), con una tenue reacción del 3,6% en 2021 que no logrará compensar su fuerte caída de 8% del 2020. El impacto conjunto de Brasil y México explica este comportamiento, que de todas formas no difiere sustancialmente de los demás países. Para Argentina se anticipa una contracción del orden del 12% para el año en curso.
Para Uruguay el FMI vaticina una caída del 4,5% en el 2020, seguido de una recuperación del 4,3% en el 2021 en un comportamiento que, juntamente con Paraguay, supera largamente el promedio de la región. Los países caribeños, en cambio, debido a su dependencia del turismo, serán los más duramente golpeados.
Últimas Proyecciones de Crecimiento de World Economic Outlook
(cambio porcentual)
Riesgos
El FMI aclara que estas proyecciones están sujetas a márgenes de riesgo sustantivamente superiores a las normales. Entre ellos destaca en primer lugar los aspectos sanitarios en cuanto al camino que emprenda la pandemia y los esfuerzos públicos en contenerla. La aparición oportuna de una vacuna eficaz y el impacto que ello tendría sobre las normas de distanciamiento social son elementos centrales de la línea de base del pronóstico.
En segundo lugar, las cifras de actividad productiva dependerán en gran medida de supuestos acerca del mantenimiento de los flujos de remesas familiares de migrantes hacia sus países de origen. Junto a una demanda mundial resentida y el impacto de la drástica caída en corrientes turísticas, muchos de los países más pobres estarán expuestos a riesgos adicionales.
Otro aspecto siempre impredecible es el sentimiento de los mercados financieros. Dados los niveles de endeudamiento adicional incurrido por muchos países para enfrentar los costos sociales y fiscales de la pandemia, su exposición financiera es alta. Un cambio de actitud de los mercados seria altamente perjudicial, especialmente para países emergentes que dependen de influjos de capitales y de la renovación de sus adeudos en los mercados.
Por otra parte, en vistas de su condición de organismo internacional sería difícil para el FMI ingresar en el terreno de las especulaciones geopolíticas. A nadie escapa, sin embargo, que si las tensiones comerciales y políticas entre las dos economías mayores del mundo continúan en aumento, eventualmente habrá repercusiones en el comercio e incluso en los mercados financieros.
Otras variables
En cuanto al volumen del comercio internacional de bienes y servicios, la proyección es de una caída del 10,4% en el 2020 seguida por un repunte de 8,3% en el 2021.
Excluyendo el petróleo, se proyecta que el precio de los productos primarios aumente 5,6% en 2020 y 5,1% en 2021, lo cual es un dato alentador para los países exportadores.
*Doctorado en Economía por la Universidad de Stanford. Fue Director General CEMLA y Director Ejecutivo del Banco Mundial.
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