La crisis de la educación en Uruguay es un tema recurrente de análisis en los últimos tiempos sobre todo por los magros resultados que se exhiben a nivel primario y secundario. Además, las polémicas referidas a los contenidos de los programas educativos constituyen otro enfoque de reflexión. En esta entrevista con La Mañana, la médica, investigadora y escritora, Marta Varela Gallinal, dialogó sobre el planteo de su libro S.O.S Educación.
¿Cuánto tiempo hace que se vinculó con la investigación en la educación?
Toda la vida, paralelamente a mi trabajo en medicina clínica, realicé investigaciones. En cierto momento de mi vida me planteé que Uruguay había sido muy generoso conmigo, porque me permitió tener una buena educación, y formación profesional, así que decidí retribuir eso tan valioso que me había dado. Percibí que el problema más grave que sufre nuestro país es en la educación, por lo que decidí hacer la investigación en ese sentido.
Referido a este tema, ¿de qué trata su libro S.O.S Educación publicado a mediados de 2019?
El libro está centrado en la manipulación ideológica que se realiza a nivel de la educación en Uruguay, abarca varios capítulos que abordan varios puntos: en el primer capítulo se procede al análisis de la ideología de género y cómo se realiza el adoctrinamiento de estudiantes y docentes.
Luego, se analizan varios libros de texto que se usaron, al menos, hasta 2019, así como páginas de internet dependientes de ANEP y Udelar, en los que se falsifica la historia reciente del Uruguay. En ellos se ignoran hechos cruciales concernientes a la guerra fratricida que entablaron los tupamaros, desde 1963 a 1972, contra gobiernos democráticos. O en otros casos, se realiza una apología de quienes llevaron a cabo esa guerra sangrienta poniendo a los sediciosos como grandes héroes.
Otro capítulo analiza la conveniencia o no de eliminar la repetición en la educación. En un documento de Ineed hay una mención del Ministerio de Educación y Cultura de 2015, que dice: “la repetición se ha tornado, prácticamente, inexistente en los países desarrollados”. Me tomé el trabajo de analizar país por país, y se demuestra que esa frase es totalmente errónea, una falacia total, porque la mayoría mantiene la repetición. Lo que se presenta como más adecuado es realizarles a los niños una evaluación diagnóstica, para detectar quiénes tienen problemas de aprendizaje y su grado de conocimientos, con el fin de hacerles un seguimiento intensivo a lo largo del año escolar, si así lo necesitan. Pero si a fin de año se comprueba que no aprendieron, es bueno para ellos que repitan, ya que la repetición no es un castigo, sino una nueva oportunidad de aprender.
Además se agregan varios capítulos de breves entrevistas a docentes, así como a los directores de los liceos de la periferia de Montevideo, todos ellos impartiendo una educación de excelencia que demuestra que se obtienen resultados buenísimos con esos jóvenes que son los más pobres de nuestra sociedad. Asimismo, se ha demostrado que con esa alta calidad de educación se puede hacer desaparecer la brecha educativa que aqueja a nuestra sociedad.
Hay también cuatro capítulos dedicados al análisis de la propuesta de reforma educativa de EDUY 21.
La conclusión a la que llegué es que dicha propuesta es la continuidad total y absoluta de lo que realizó el Frente Amplio durante sus 15 años de gobierno en la educación. Esa propuesta no es un cambio, sino la consolidación de lo realizado anteriormente.
¿Dónde considera que está la raíz de los problemas actuales que tiene la educación?
Hay varios problemas graves en la educación. Uno es la falsificación de la historia reciente del Uruguay, como ya mencionamos. Otro es el adoctrinamiento de niños y jóvenes con la ideología de género en la enseñanza.
La ideología de género es la nueva arma de la izquierda, el neomarxismo. En el Programa de Educación Inicial y Primaria 2008, se proclama como una “praxis liberadora”, siendo que la misma altera la noción de la sexualidad en el individuo, y les enseñan a los niños que lo masculino y lo femenino son una mera construcción social. Desde los tres años van adoctrinando a los niños, hasta que a los 10 años les dan la opción sexual. A los 10 años los niños no tienen la madurez mental suficiente para tomar ese tipo de decisión, es decir, de decidir si quieren ser hombre o mujer, por lo que consideramos, justificadamente, que esto constituye una acción criminal contra los niños, porque están desestabilizando su identidad natural.
Existe desde este punto de vista un adoctrinamiento radical…
El feminismo radical es parte de la ideología de género, y mediante ella, se insta a las mujeres a que odien a los hombres, y que consideren que la heterosexualidad no es natural. En 1995, se realizó la IV Conferencia de las Naciones Unidas, en Pekín, sobre la mujer, y representantes del feminismo radical aprovecharon ese momento clave para lograr el apoyo de los países. A su vez, las Naciones Unidas seguían las directivas del informe Kissinger y les vino muy bien este anticonceptivo “gratis”.
Referido a lo que pasa en Uruguay, la guía de educación sexual para docentes actual, dice que “el cuerpo se diferencia del organismo de acuerdo a…”. Como doctora en medicina, puedo aseverar que esto es una aberración, porque el cuerpo y el organismo son palabras polisémicas, pero cuando se refieren al cuerpo humano, son sinónimos, no tienen ninguna diferencia.
Esa guía de educación sexual también dice textual: “… concibe al sexo como una construcción social”, y esta es otra aberración, porque el sexo viene dado por la naturaleza. Queremos dejar bien en claro que esto no implica ningún ataque a ningún colectivo. Todas las personas tienen derecho a vivir su sexualidad, siempre y cuando respeten a los demás y no dañen a nadie, y menos a los niños. Con la ideología de género en la escuela se está adoctrinando a los niños, imponiéndoles una falsificación de la realidad, como se constata en la guía didáctica de educación sexual, y en el Programa de Educación Inicial y Primaria 2008.
¿Qué otro problema se puede mencionar?
Otro problema es bajar las exigencias a los alumnos. En las entrevistas que mencioné a docentes que trabajan con la población más desposeída del Uruguay, demuestran que con una alta calidad en la educación y con exigencia logran el éxito de estos estudiantes. A este respecto, en la propuesta de EDUY21 proponen eliminar las evaluaciones tradicionales académicas. Se pretende sustituirlas por evaluaciones formativas, que son importantes, pero son dos herramientas diferentes a aplicar en distintos momentos. Una no puede ocupar el lugar de la otra.
Además, la repetición se piensa como un castigo y hay que modernizar su encare, ya que se trata de una nueva oportunidad para el estudiante. Eliminando la repetición, todos los estudiantes pasan de año, y año tras año, la educación se va haciendo menos exigente, porque el nivel de la clase va descendiendo.
¿Qué visión tiene del proyecto de ley que presentó la Red de Padres Responsables en cuanto a que los niños sean educados en sus hogares acerca de la sexualidad?
Me parece una muy buena iniciativa. Hablé con el doctor Diego Velasco sobre el proyecto que fue presentado en el Consejo Directivo Central (Codicen) y esperamos que este año se pueda aprobar. Le comenté que me parecía muy bueno y que es un paso hacia el respeto de la laicidad, y defender a los niños, porque lo que se hace en este momento con la ideología en la escuela es atacar a los niños y violar la laicidad, introduciendo creencias en la educación.
Respecto al proyecto de la Red, me parece excelente, y le dije al doctor Velasco que por qué no hacía, además, algo más general, ya que este proyecto es bueno para padres que poseen una formación, cultura, educación y que entienden el problema de la ideología de género actual, pero en todo el Uruguay hay muchas personas que no tienen ni idea y, por tanto, no los estaría protegiendo a ellos y a sus hijos, ya que no sabrán qué firmar. La ideología de género es la guerra contra la democracia, contra los niños y contra la laicidad.
Yo realicé un anteproyecto de ley que veremos si algún legislador lo pone en marcha. El doctor Gonzalo Aguirre me ayudó en su estructura, y me dijo que estaba totalmente de acuerdo con su contenido. Ese anteproyecto está dirigido a la defensa de los niños, de su inocencia, que es un derecho humano inalienable de los niños pequeños y que al destruirlo como lo destruyen actualmente en la escuela en Uruguay, les destruyen su niñez, les roban su niñez.
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