Con noticias falsas, coronavirus de por medio y a un año del inicio del estallido social, las manifestaciones aún se mantienen, e incluso la violencia y el vandalismo. La mayoría del sistema político apoya una reforma constitucional entendiendo que permitiría mejorar los niveles de vida de la población y evitar mayores confrontaciones, pero el veredicto dependerá de las urnas.
Más de 14 millones de personas podrán votar este domingo para elegir modificar la Constitución vigente del país, la cual fue promulgada durante la dictadura de Augusto Pinochet, en el año 1980. Aunque varias veces tuvo reformas, jamás se llegó al punto actual donde se propone nueva redacción.
Este será el séptimo plebiscito nacional desde el inicio del país como Estado independiente en 1818. El 26 de abril de este año era la fecha inicial para la votación, pero la pandemia de covid-19, la cual lleva más de 494.000 casos en ese país, obligó a postergarlo y fijar el domingo 25 de octubre como fecha del sufragio.
Habrá dos papeletas que tendrán una pregunta cada una y dos opciones. En la primera se preguntará: ¿Quiere usted una nueva Constitución? Se podrá responder Apruebo o Rechazo. En la segunda papeleta estará la pregunta ¿Qué tipo de órgano debiera redactar la nueva Constitución? Lo que se puede responder con Convención Mixta Constitucional (la cual la mitad de los integrantes serán legisladores y la otra parte serán elegidos directamente) o Convención Constitucional (siendo su totalidad ciudadanos que deben ser elegidos).
Los convencionales constituyentes serían elegidos el 11 abril de 2021, fecha en que también habrá elecciones municipales en Chile. Según la última encuesta realizada por Activa, un 83,9 % de los encuestados votará por la aprobación de la nueva Constitución. Mientras que la Constitución convencional sería la opción más elegida con un 75 % frente a un 21,5 % de la Convención Constitucional Mixta. El no sabe/no responde llega a 3,5 %.
Actualmente, el presidente de Chile, Sebastián Piñera, tiene 16 % de aprobación según Activa y Cadem. También han aparecido rumores respecto al futuro resultado del plebiscito y la continuidad de Piñera como presidente. Según la agencia de noticias AFP, circula desde comienzos de setiembre imágenes en Facebook que aseguran que si gana la opción Apruebo por más de un 80 % de los votos, podría presionar la renuncia de Piñera.
A pesar de las manifestaciones pacíficas, se desarrollaron acciones violentas en distintos puntos del país. En el pasado domingo, aniversario de las manifestaciones, ocurrieron saqueos, choques entre protestantes y policías, como así también la quema de dos iglesias. Con un saldo de más de 600 detenidos y una persona fallecida, la gran concentración ocurrida en la Plaza Italia, situada en Santiago de Chile, finalizó con actos de vandalismo en la iglesia de San Francisco de Borja. Grupos de personas encapuchadas ingresaron al edificio y robaron distintos objetos religiosos para prenderlos fuego en las barricadas que estaban cerca. Construida en 1876 e inspirada en la Saint Chapelle de Paris, es destinada al servicio de ceremonias institucionales de carabineros. Luego ocurrió lo mismo con la iglesia La Asunción, que también fue saqueada y desde su interior se llevaron cuadros, esculturas e imágenes. Por el incendio ocurrido, terminó cayendo el techo del edificio como así la aguja de la iglesia.
Desde la Conferencia Episcopal de Chile se emitió un comunicado condenando los “grupos violentistas” y afirmando que “contrastan con muchos otros que se han manifestado públicamente”. “La inmensa mayoría de Chile anhela justicia y medidas eficaces que contribuyan a superar las brechas de desigualdad; no quiere más corrupción ni abusos, espera un trato digno, respetuoso y justo. Creemos que esa mayoría no apoya ni justifica las acciones violentas que causan dolor a personas y familias, dañando a comunidades que no pueden vivir tranquilas en sus hogares ni trabajar, atemorizados por quienes no buscan construir nada, sino más bien destruirlo todo”, afirmaron.
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