CHARLAS SOBRE HISTORIA
Sr. Director:
Se ha conocido en estos días una iniciativa del Comando General del Ejército de efectuar una serie de conferencias o charlas informativas sobre el Ejército Nacional desde fines de la década de los 50 hasta el presente, en el Instituto Militar de Estudios Superiores.
Más allá de que sorprende un poco esta iniciativa, (o por lo menos a mí me sorprende bastante), lo pertinente es que si se va a hablar del pasado se hable de historia. Y para hablar de historia quién mejor que un profesor de Historia. No tendría sentido hablar de filosofía sin un profesor de dicha asignatura al frente de las charlas. Suena bastante claro ¿no es así? Bueno pues parece que efectivamente, no es así.
Para brindar esas conferencias fueron elegidas dos personas, el Sr. Nelson Fernández y el Sr. Leonardo Haberkorn. Al primero lo he visto muy fugazmente en un programa de televisión nacional y al segundo lo reconozco como redactor del diario digital El Observador, además de haber escrito algunos libros que no he leído. Ambos sin embargo tienen una cosa en común: ninguno de ellos es historiador. Caramba, caramba, en este mundo cada vez más especializado hablarán de historia quienes carecen- hasta donde sé- de formación académica en Historia. Porque hay que entender que una cosa es ser narrador o cronista y otra diferente es ser profesor. Porque no debe olvidarse que esta materia es una de las preferidas desde siempre para distorsionar. No estoy diciendo que ello se vaya a hacer pero sí que con el rigor científico de un historiador profesional se tornaría más difícil.
En suma, y para no abusar del espacio que brinda La Mañana a sus lectores, todo parece ser una mala idea.
Atentamente:
Dr. César Eduardo Fontana
PODEROSO CABALLERO ES “DON DINERO”
En diversas notas de La Mañana y en reiteradas manifestaciones del líder de Cabildo Abierto, se ha tratado el tema de la usura, proponiéndose soluciones e impulsando proyectos de ley para frenar la voracidad usuraria y aliviar la situación de los endeudados. Al caso, la conceptuosa nota editorial de La Mañana del 11 de los corrientes, https://www.xn--lamaana-7za.uy/opinion/la-usura-y-el-estado-indiferente/ se complementa con otra que explica sobre deudores activos y pasivos.
Al respecto no nos parece ocioso recordar unas conferencias dictadas por el historiador inglés Hillaire Belloc en la neoyorquina Universidad de Fordham en 1937.
La RAE define la usura como el préstamo de dinero a intereses desproporcionados o en condiciones leoninas.
Belloc nos lleva a la historia.
La usura fue uno de los principales males que hicieron caer la civilización greco-romana en Occidente, antes de la invasión mahometana.
Desde Aristóteles y en la tradición de la Iglesia Católica la usura fue repudiada. Pero lo medular de este criterio no está en el monto de los intereses que se cobran sino en el destino del préstamo. Esto es, cobrar intereses sin considerar si habrá o no producción de riqueza.
Belloc pone el ejemplo de un hombre que necesita capital para explotar un yacimiento minero. El prestamista le exige un porcentaje de las ganancias. Así, el incremento obtenido por el prestamista es una porción de riqueza real.
Es “inmoral reclamar una porción de riqueza que no existe”. En ese caso, se olvida que el dinero es solo un instrumento para facilitar el intercambio de bienes y servicios.
Esta exigencia de dinero sobre riqueza que no existe, destruye al deudor y localiza en unos pocos centros de poder el control de la vida de la comunidad. Así, elimina la libertad económica y absorbe la pequeña propiedad apropiándose de la riqueza efectiva a través de hipotecas y juicios.
Claro que esto es solo una muestra. El resto puede leerse en la Crisis de nuestra civilización. Ed. Sudamericana. Bs.As. 1945.
Ma. Gimena Pérez
LA VERDAD NO ES SOLO DE IZQUIERDA
Lamentablemente, los gobiernos progresistas en el Uruguay politizaron y monetizaron la cuestión de los denominados “detenidos desaparecidos”. Antes que cerrar las heridas, las sucesivas administraciones progresistas han engañado a los uruguayos, con el objeto de mantener viva la llama del odio a toda costa. Pensado para aprovechar e influir mediante el rencor, y usufructuando la ingenuidad de muchos compatriotas.
De pronto, el Uruguay se encuentra en medio de un cóctel de apretones de manos entre reconciliados, informes llenos de relatos tenebrosos, mensajes progresistas tiritando de emoción, medios de comunicación cooptados, cerros de tierra removidos ante las cámaras de tevé, “tontos útiles” de derecha impactados, bautismo de calles y colocación de plaquetas con nombres de “consecuentes”…Todo es puro teatro y mentiras, con las que han inundado hasta los libros de estudio de nuestra juventud. Se trata de una farsa, y generaciones completas de uruguayos se lo han pasado escuchando falsedades.
Más aún, se ha humillado intencionalmente a las Fuerzas Armadas, a partir de un compendio de falsas historias creadas y ficciones jurídicas. ¡Qué Uruguay este!
Mientras tanto, los personeros siniestros de siempre, de soviética palidez, piden más sanciones y lograron la derogación de la Ley de Caducidad, para alimentar el odio y, de paso, mantener el flujo monetario constante con que saben llenar sus bolsillos. La maquinaria comunicacional gramscista ha comenzado a moverse para que el tema jamás toque fin, y sus bolsillos sigan abultados.
Es sumamente penoso seguir escribiendo sobre estos temas, y agotar la energía en dejar al descubierto el Uruguay de la mentira. El país ya ni siquiera se acuerda, entre otros, del peón Pascasio Báez y de los humildes cuatro soldados asesinados a traición por los que hoy reclaman ser los dueños de los Derechos Humanos.
Y, para distraer la atención de la población y lograr que pase desapercibida la legislación que anuló la Ley de Caducidad -ley que falta el respeto a la decisión del soberano que por dos veces, con votos colorados, blancos y frenteamplistas, decidió mantener- ahora salen, con la conocida pirotecnia verbal, con una serie de argumentos fatuos, con los que intentan descalificar la verdad histórica desde su inicio, cuando en plena democracia y con un gobierno nacionalista (colegiado), en 1962 se comenzó a dinamitar nuestra democracia y sus instituciones por parte de la demencial y demoníaca acción terrorista.
José Mujica y Tabaré Vázquez, Uds. no se encuentran en edad para seguir engañando al pueblo y desviarse de sus principios, ni sus antecedentes se lo permiten.
Todos sabemos que la memoria y la justicia no son sólo de izquierda.
Reitero que la democracia la comenzaron a destruir en 1962 no en 1968, la alocada carrera terrorista la iniciaron el 5 de mayo de 1962 cuando es asesinada a balazos la estudiante de enfermería Dora Isabel López de Oricchio, cuando Raúl Sendic y varios cañeros asaltaron e incendiaron la sede de la Confederación Sindical del Uruguay…
El presidente Pacheco en 1968, recibió un país y un gobierno, con el terrorismo instalado y su obligación como presidente, con autoridad y dentro de la Constitución, era combatirlos pues el pueblo así se lo reclamaba. El terrorismo se combate, no se administra.
Por sobre todo, recordemos que el Uruguay somos todos o sea que recordamos toda la verdad u olvidamos todo.
Jorge Azar Gómez
Ex representante de Uruguay ante ONU
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