Su inclinación por las matemáticas la llevó a pensar que sería contadora, pero de casualidad terminó en una charla sobre Ingeniería en Sistemas y optó por hacer esa carrera, sin saber exactamente cuál sería el trabajo que terminaría haciendo. Dos años antes de recibirse ingresó a UTE, hace ya más de tres décadas. A lo largo de su trayectoria pasó por varias unidades en el organismo, llegando así a ocupar el máximo cargo, que por primera vez en la historia es desempeñado por una mujer.
Su trayectoria en UTE empezó en el año 1986, como programadora en la División Sistemas de Información. ¿Cómo ingresó al organismo?
Ingresé a través de un concurso para un cargo de programador. Yo estaba estudiando en ese momento y a los dos años me recibí de ingeniera en sistemas, o sea, entré como estudiante y fui pasando por distintos cargos.
Fui programadora, analista en sistemas, luego comencé en el Proyecto de Mejora de Gestión de UTE, que arrancó en el año 1988. Ahí tuve que hacer una preparación en España por 10 meses en la empresa Fenosa, para especializarme en bases de datos y soporte técnico, dado que en Uruguay no estaba el equipamiento para instalar los primeros sistemas de información de UTE.
Después seguí especializándome en soporte a los sistemas, sistemas operativos, comunicaciones, bases de datos, hasta que en el año 98 asumí como responsable de la Gerencia de División Sistemas de Información. Tras algunos años allí, en paralelo, formé parte de los equipos de la consultoría externa de UTE, que es Conex, que se especializa en proyectos de mejora de gestión e implementación de sistemas informáticos.
Trabajé en distintos proyectos, como la instalación del expediente electrónico, los sistemas de información para las áreas Económico-Financiera, Abastecimientos y Gestión Humana. También trabajé en Venezuela, en La Electricidad de Caracas, y en Ecuador, para empresas. Es decir, siempre estuve en áreas internas de UTE y en simultáneo apoyando en la consultoría externa, trasladando a otras empresas la experiencia de UTE en su mejora en la gestión, que la ubica como referente en el sector eléctrico regional.
¿La ingeniería siempre fue su vocación?
Cuando estaba en el liceo me gustaban mucho las matemáticas y las asociaba a Ciencias Económicas, entonces había dicho que iba a ser contadora. Un profesor de Física que estudiaba Sistemas en aquellos años, le recomendó a mi mamá que averiguáramos acerca de la carrera de Ingeniería en Sistemas, entonces ella me llevó a unas charlas en la Universidad de la República y me gustó lo que vi sobre eso.
¿Qué le atrajo de ese mundo?
En aquel momento veía máquinas, grandes computadoras, sistemas de información que me llamaron la atención, y entonces opté por hacer esa carrera, sin conocer mucho cuál era el trabajo futuro que iba a desarrollar.
¿Sigue habiendo estereotipos de género en esta carrera?
Al ingresar a la Facultad de Ingeniería, en el 82, éramos 40% mujeres, cuando en las otras ramas eran apenas un 1%. Pero hoy en día, que se conoce mucho más de la aplicación de la Ingeniería en Sistemas en los distintos ámbitos de gestión, son muchas menos las mujeres que estudian eso, no llegan al 15%.
Creo que eso está muy relacionado a estereotipos de que esas carreras son para los muchachos y que se trabaja todo el día programando en garaje. Sin embargo, la Ingeniería en Sistemas es de aplicación al ámbito de las empresas, de las auditorías, la seguridad informática, los distintos aspectos tecnológicos que hacen a la gestión de la empresa. Hoy la informática está en todo, entonces, como ingeniera en sistemas, quiero animar a más chicas a que estudien la carrera; que no sea de casualidad, como me pasó a mí, sino por elección.
Plan Inteligente: “Nosotros estamos convencidos, por los análisis que hemos hecho y la situación de los 90.000 clientes que ya tenemos en estas tarifas, que el ahorro puede ser del orden del 15% o el 20% respecto a la tarifa actual”
¿Falta motivación o difusión desde la educación?
Como decía, hoy la automatización está en todo, entonces es una de las carreras de futuro. Y sí, entiendo que ya desde las bases de la educación secundaria se debería empezar a motivar, a darla a conocer.
¿Siempre tuvo un perfil técnico o también ha participado en política?
Mi perfil siempre fue técnico y de una dedicación full time a UTE en lo profesional.
¿Cuál es la importancia de que una empresa como UTE sea encabezada por alguien que viene con una historia previa dentro de la organización?
En realidad, es un equilibrio entre tener en cuenta lo que uno conoce de la gestión por haber estado, en este caso, 34 años, y dejar que ideas y miradas nuevas nutran y sean parte de los desafíos que se van a llevar adelante, para que la empresa crezca.
¿Se había imaginado que luego de una carrera en UTE podía llegar a ocupar el máximo cargo?
No. Luego de estar en la División Sistemas de Información, pasé al Área de Servicios Corporativos, que además de tener la responsabilidad sobre las tecnologías de información y las comunicaciones, incorporaba aquellas áreas corporativas como las finanzas, la gestión humana, las compras, la gestión de los almacenes, del transporte, y la consultoría externa. Estuve 11 años allí.
En ese período también hice un Máster en Dirección y Administración de Empresas, me especialicé en otros aspectos corporativos de la gestión de las empresas y desde allí tuve una mirada transversal de todos los sistemas de apoyo a las unidades propias del negocio eléctrico, que son Generación, Transmisión, Distribución y Comercial.
Por estar en un área transversal a toda la empresa, pude ir conociendo los aspectos de gestión de todas esas unidades, pero nunca imaginé que podía llegar a este lugar; fue una sorpresa y lo tomé como una oportunidad y un reconocimiento a tantos años de trayectoria. Es una gran responsabilidad y un compromiso para que UTE dé un nuevo salto cualitativo en su gestión, ese es el objetivo que tenemos en este período.
¿Cuál sería ese salto cualitativo en la gestión de UTE?
La incorporación de la energía renovable implicó una transformación de la matriz de generación eléctrica que nos impone un desafío, porque hoy disponemos de energía eléctrica excedente y debemos optimizar su uso para el mercado interno y también exportarla.
Entonces, ese salto cualitativo viene dado por diseñar y poner en práctica un nuevo modelo de negocio que ayude a optimizar el uso de la energía disponible, de modo que sea posible adecuar las tarifas, para que podamos seguir brindando confort y calidad de vida a las personas y ser un motor de desarrollo para el país, atendiendo también a las personas más vulnerables.
¿Dónde se debe poner el foco en ese sentido?
Estamos poniendo mucho foco en el Plan Inteligente que hemos difundido hace unas semanas, para que más clientes puedan pasarse a las tarifas doble horario y triple horario, en las que se aprovecha mejor el uso de la energía disponible. Es decir, en los horarios donde tenemos más disponibilidad de energía, vamos a estar reduciendo el costo del kilovatio/hora a aquellos que se pasen a esas tarifas.
¿Cuáles son esos horarios?
El horario pico, que es aquel en el que la energía es más cara, está establecido en seis horas y lo estamos reduciendo a cuatro horas. Además, el cliente podrá elegir si es entre las 17 y las 21, las 18 y las 22 o las 19 y las 23, para adecuar sus usos. De esa forma, aquellas actividades que requieren más energía, como el calentamiento de agua, el lavado o secado de ropa, se trasladarán fuera de estas cuatro horas, entonces ahí se podrá optimizar, porque llevarlas adelante en las otras 20 horas es mucho más conveniente que en la tarifa residencial simple.
¿Cómo se garantiza que realmente se reduzca su tarifa?
Porque UTE además le ofrece una garantía de ahorro seguro, entonces, si al año de pasarse a esa tarifa inteligente la persona hubiera pagado menos con su tarifa anterior, la empresa le devuelve la diferencia, o sea que el cliente nunca pierde.
¿Y de cuánto sería el ahorro?
Nosotros estamos convencidos, por los análisis que hemos hecho y la situación de los 90.000 clientes que ya tenemos en estas tarifas, que el ahorro puede ser del orden del 15% o el 20% respecto a la tarifa actual. Es por esto que de aquí a fin de año estamos promoviendo que más clientes se unan a este plan.
En lo que va de la campaña, que arrancó en setiembre, unos 10.000 clientes se han volcado a estas tarifas. Hay 90.000 que ya las tienen, que también van a ser beneficiarios de la reducción del horario de punta. A su vez, los fines de semana y feriados, el precio va a ser el de la tarifa fuera de punta, o sea, el de la tarifa más barata, dado que allí tenemos disponibilidad de energía para que los clientes puedan aprovecharla.
“Gas Sayago es un proyecto que produjo pérdidas muy grandes para el país y que no pudo lograr el objetivo inicial, por lo cual nos genera mucha preocupación”
¿En cuánto tiempo prevén la instalación de medidores inteligentes en todo el país?
Hasta este momento tenemos instalados unos 300.000 y el objetivo es instalar unos 250.000 por año para cubrir, sobre el 2025, la totalidad del país. Esos medidores son los que nos posibilitan analizar la curva de carga de cada cliente, o sea, cada 15 minutos llega información de cómo consume.
¿Qué va a permitir esa información?
Eso va a permitir establecer tarifas dinámicas, o sea, asociadas a la modalidad de consumo que tenga cada cliente; poder personalizar las distintas tarifas y optimizar según la oferta de energía que tengamos, sobre todo, eólica y solar, que son variables. Es decir, si hay momentos donde tengo mucha energía excedente y barata, puedo utilizarla más.
Ya lo estamos haciendo con la reducción de las tarifas los sábados, domingos y feriados para los clientes doble horario y triple horario. Después, teniendo la información cada 15 minutos de cada persona, podremos ofrecer paquetes de energía que puedan ser utilizados determinadas horas o días. Lo que se busca es la flexibilidad en el uso de las fuentes de energía.
El director de UTE en representación de Cabildo Abierto, Enrique Pées Boz, dijo a La Mañana que “los costos asumidos para el cambio de la matriz eléctrica condicionan la libertad para lograr tarifas más adecuadas”. ¿Usted comparte esa apreciación?
Mi visión es que UTE garantizó los contratos de energía por 20 años y ahora tenemos que poner el foco en optimizar el uso de la misma. Podríamos haber realizado contratos por menos, quizás por 300-400 megavatios menos de eólica que lo que tenemos hoy.
¿Qué opinión tiene acerca del proyecto de Gas Sayago, sobre lo cual se ha ordenado una auditoría a iniciativa del director de UTE, Felipe Algorta? Según él ha dicho, esa empresa creada para la regasificadora que nunca se concretó, sigue generando pérdidas millonarias hasta el día de hoy.
Sí, es un proyecto que produjo pérdidas muy grandes para el país y que no pudo lograr el objetivo inicial, por lo cual nos genera mucha preocupación. Como tú decís, al día de hoy estamos teniendo gastos asociados a mantener los espacios donde estaba el obrador de Gas Sayago, donde hay materiales que no es posible movilizar porque están en el marco de un juicio con OAS, que era la constructora contratada por Gas Sayago.
En los próximos días comenzará la auditoría sobre toda la gestión que se realizó allí, para que podamos, con los resultados de la misma, transparentar a la opinión pública y a los ciudadanos del país. Gas Sayago es propiedad de UTE y de Ancap, por lo que nuestra obligación es transparentar la gestión. Estamos buscando los mecanismos para dar un cierre definitivo a eso, que aún permanece con la custodia de bienes que están en el obrador de Punta Sayago que nos facilita ANP, y con varios juicios de OAS y de otras empresas contra Gas Sayago.
¿Qué estimaciones se manejan en lo que respecta a la electrificación rural? ¿El objetivo es llegar a todo el país?
Sí, el objetivo trazado junto a la OPP y varios organismos que conforman el convenio interinstitucional de electrificación rural que funciona hace muchísimos años es llegar al 100% de electrificación a fines del 2024.
En ocasión de la reciente inauguración de Tacuarembó, junto con el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, se realizó el lanzamiento del relevamiento que se está haciendo a nivel de todo el país para determinar cuáles son aquellos vecinos en zonas rurales que todavía no cuentan con el servicio eléctrico.
Además, a través de la página web de UTE se puede acceder a un formulario donde los ciudadanos interesados en ser parte de este plan pueden brindar su información para luego tener contacto con nosotros.
¿Cuántos son los hogares que no cuentan con electricidad actualmente?
Un análisis preliminar está estimando que hay unos 2.000 hogares que todavía no tienen electricidad. La idea es que en aquellos lugares donde por el costo asociado es muy difícil llegar con las líneas convencionales, se instale un kit fotovoltaico integrado por paneles solares y baterías y la red eléctrica interna a través de empresas que UTE contrataría para ese fin.
A nivel interno del domicilio se instalarán cinco tomas de luz, cinco puestas de iluminación con lámparas eficientes y una heladera eficiente, para que la persona pueda optimizar el uso de la energía que los paneles van a generar. A su vez, las baterías van a tener una autonomía de unos tres días para que el hogar tenga una reserva en caso de que no haya sol algún día.
Luego, a esos clientes se les facturará a través del sistema comercial de UTE una cuota mensual que va a representar el costo de la inversión y el mantenimiento de ese sistema a lo largo del período, y se establecerán distintas tarifas según sean clientes de zonas vulnerables o no.
La idea es completar el 100% de la electrificación, ya sea por la línea convencional en aquellos lugares donde sea posible, como por la instalación de estos kits fotovoltaicos que van a permitir dar una solución a los vecinos que hoy no tienen acceso a la energía.
La herencia del estudio
Silvia nació en el barrio Mercado Modelo, ubicado entre Villa Española y Jacinto Vera. Allí transcurrió su infancia junto con sus padres y su hermana, y con muchos amigos jugando en la calle, “como solía pasar antes”.
Dice ser una persona “sencilla” y que siempre se caracterizó por estudiar mucho. Fue a la Scuola Italiana, después al Pallotti, e hizo preparatorios en el Juan XXIII. “Mis padres decían que me iban a dejar como herencia el estudio, porque hacían mucho esfuerzo para que yo estudiara”, recuerda, emocionada. Ambos trabajaban en el BPS.
Ella se tomó muy en serio ese mensaje y hasta ahora sigue estudiando, de noche, cuando tiene tiempo. Hasta expresa que es “fanática” de estudiar.
Hace 24 años se casó con Raúl, que también trabaja en UTE –eran compañeros de la División Sistemas de Información-, con quien tiene un hijo de 12 años llamado Diego.
En los ratos libres aprovecha para estar con su familia o con amigos. El lugar de encuentro familiar es su casa, donde suelen hacer asados. Antes de la pandemia disfrutaba de ir al cine, y ahora mira series en Netflix.
Otro pasatiempo recurrente es cocinar con su hijo. “Pero el que cocina es él y yo lo ayudo”, aclara. Desde que Diego hizo un curso con el profesor Diego Ruete, a los ocho años, le encanta la cocina, y Silvia es su ayudante. Además de hacer el asado, el adolescente hace platos como berenjenas a la parmigiana, corvina al horno con verduras o tacos con salsa tatemada –recetas que ella no conocía-. “Él cocina bien y me rezonga porque no le corto parejita la berenjena, yo soy más desprolija en eso”, cuenta entre risas.
TE PUEDE INTERESAR