DERROTERO ORIENTAL
Felicito a La Mañana por la serie de artículos vinculados al turismo interno (Turismo Interno al rescate, Valle del Lunarejo, SUTUR, 25 años apoyando al turismo rural , Guardianes del Arequita), conocer nuestro país, es sin lugar a dudas un objetivo de vida.
Cómo sabemos el turismo es partir de un punto A a un punto B. Somos receptivos y emisivos. Tomando como punto A a la capital del país, a lo largo de los extensos ríos podremos encontrar una gran variedad de playas de agua dulce, pero con muy buenas condiciones para baños, dada su buena calidad de agua.
Hacia el oeste, sobre el Plata, playa Fomento en Colonia. Sobre el río Uruguay, la playa de la Concordia, antiguo puerto Aldao. A sólo 22 km de Dolores, fue el remanso de los doloreños durante mucho tiempo. Más al norte, la histórica playa de la Agraciada, desambarco de los 33 orientales. Y muy cerca, el balneario de Las Cañas, refugio con buena solución habitacional para los turistas. También invita un paseo lacustre por el Río Negro, con visita a playas del mismo, en un escenario natural maravilloso.
Por el Este, el balneario de la Laguna Mirim, nos muestra la mayor reserva de agua dulce del país. Y un poco más al norte, en la margen derecha del Alto Negro, la playa de San Gregorio de Polanco, se viste con la mayor muestra de arte al aire libre de América Latina.
Sin duda la costa Atlántica, y su agua salada, con un collar de playas entre la magia del bosque esteño y los Palmares que no recuerdan qué Rocha no está sólo en el Palmar.
Disfrutemos de Uruguay y sus bellezas. Bañémonos en sus playas y disfrutemos de nuestro hermoso país.
Gustavo Fajardo
ABORTO Y COMUNISMO
Hace unos días se cumplieron cien años de la legalización del aborto por la URSS. Lenin, que ya había adelantado ese propósito, tuvo el triste privilegio de implantar, por una norma del 18 de noviembre de 1920, esa otra forma de genocidio. No el típico genocidio de clase, de estilo soviético, pero genocidio al fin. No sería un despropósito sumar esas víctimas inocentes a los millones producidos por el comunismo.
En un principio, el estado omnipresente se encargaba de los gastos. Parece que la práctica del aborto se extendió tan notablemente, que unos años después -por motivos económicos- se restringió el acceso gratuito. Lenin afectado de un ataque cerebral en marzo de 1923 quedó fuera del poder, pero sus discípulos superaron al maestro.
Muerto en enero de 1924, el diario El Día, desde una idea lejana e imprecisa de la tragedia soviética recoge: “Podrán tenerse ideas muy adversas (a las de Lenin) pero con él se extingue un magnífico ejemplar humano (…) fue el gestor y organizador del gobierno comunista ruso (…) ha desaparecido en el momento en que la revolución se extingue (…) las crueldades inútiles con que se manchó al régimen, no han llegado hasta él sino muy atenuadas. Su muerte será fatal para la revolución (…) y fatal para Rusia. Lenin era en estos momentos la palabra de sensatez y de cordura. (…) pasará un tiempo todavía antes de que puedan verse claros los resultados de su obra. (…) desaparece con Lenin un hombre excepcional ante cuya tumba (…) sería pueril no descubrirse con respeto”.
En 1936, Stalin, motivado por razones políticas, prohíbe el aborto. De todos modos incrementa notablemente la cifra de muertes de su antecesor. Lo que hace ver con claridad que no era objetivo del dictador defender la vida. Muerto Stalin la ley fue reestablecida.
Se atribuye al comunismo cien millones de muertos: veintiún millones corresponden a la versión inaugurada por Lenin.
Según la OMS, actualmente se producen en el mundo, cincuenta millones de abortos legales por año.
Desaparecida la URSS, queda el aborto como su legado a Occidente.
María Gimena Pérez
TÉCNICA Y MÉTODOS DE ALGUNOS POLÍTICOS
Varias series norteamericanas como “House of Cards” y “Designed Survivor”, entre otras con similar argumento, describen con lujo de detalles los entretelones de gobiernos obsesionados por el poder estatal y el predominio internacional, manipulando abusivamente o recurriendo a la fuerza armada.
Si bien el guión como sus protagonistas son ficticios, tienen antecedentes reales como “Todos los Hombres del Presidente”, de Woodwar y Bernstein, que relata las circunstancias que promovieron el Watergate, que obligó a dimitir al presidente Richard Nixon (1974).
En las mencionadas seriales podemos destacar:
- cuán maquiavélico es el accionar de los políticos y sus asesores;
- cómo sus fines justifican cualquier medio para lograr progresivas porciones de poder (que al decir de uno de los protagonistas es “un camino pavimentado con hipocresía y víctimas, sin arrepentimientos”); en donde solo triunfan los más capaces de urdir la compleja trama, cueste lo que cueste.
- ver los intrincados, tenebrosos y sofisticados recursos que usan, desde la simple mentira, el engaño, la tergiversación, el soborno y la extorsión hasta… el asesinato.
Recordé la frase del Quijote de Cervantes: “En todas las casas cuecen habas y en la mía a calderadas” y me pregunté si en nuestro medio era igual o parecido. Me acordé de la renuncia a la política activa de un excanciller nacional argumentando: “no es lo mío” (sic); adoptando una postura antagónica a la de los políticos tradicionales.
También destaco el sistemático accionar de algunos integrantes de la oposición, que confunden el positivo contralor con la resistencia negativa y la sistemática obstrucción a toda propuesta oficial aunque esta sea constructiva, ante-poniendo intereses partidarios a los de la nación.
Otro de los protagonistas son el denominado “cuarto poder”, conformado por la prensa escrita y televisiva (a los que se han sumado las redes sociales). Los primeros son formadores de opinión pública, influyen -directa e indirectamente- en los habitantes, los partidos políticos y los gobiernos. Lamentablemente, algunos medios carentes de ética periodística, anteponen el rating (la calificación de popularidad), al interés público y nacional. Explotan el morbo, difunden falsas o supuestas noticias, sacrificando la honorabilidad personal, los años de reputada dedicación por un desliz menor, circunstancial y ajeno a los trascendentes temas del país.
En cuanto a las redes “chusma-sociales” han demostrado que el anonimato los equipara a lo peor de lo culto, lo ético y lo moral, alterando gratuitamente la vida privada de las personas y las instituciones. Hay una mal interpretado “derecho a la libertad de expresión” porque sus derechos terminan donde comienzan los del prójimo.
Sin otro particular lo saluda cordialmente,
Arq. (J) Ignacio David Weisz
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