Reconocida como una institución educativa pública y modelo, el Liceo Militar, tanto en Montevideo como en Tacuarembó, recibe alumnos de todas partes del país, brindando una sólida formación académica, física y moral. En entrevista con La Mañana, su director, el coronel Alejandro Córdoba, destacó la importancia del acompañamiento docente a los alumnos y la función social del internado.
Sobre la historia de esta institución, que tiene más de siete décadas, ¿cómo surgió?
El liceo se fundó por decreto del Poder Ejecutivo, el 13 de marzo de 1947, y estaba hasta entonces en el cuartel de los 33, en calle Dante y República, donde ahora está el Calen. Este es un edificio que fue proyectado en 1907 por el general arquitecto Campos, donde funcionaba antiguamente un agrupamiento de artillería antiaérea. Desde su fundación ha cambiado varias veces de denominación, primero fue Liceo Militar y Naval, después en el año 1950 obtiene la denominación de General Artigas y desde 1964 pasó a llamarse Liceo Militar General Artigas, que se mantiene hasta hoy.
¿Cuáles son las principales instalaciones de este predio ubicado en el Prado de Montevideo?
Antiguamente correspondía a lo que eran los molinos de Buschental en la quinta del Buen Retiro. Consta ahora del edificio docente, que son los salones de clase, con tres niveles y subsuelo, sala de informática y salón de dibujo. También tenemos los alojamientos, el de varones y en otra edificación el femenino. Hay un gimnasio y debajo está la enfermería, porque acá se les brinda cobertura sanitaria, en la parte médica y odontológica. Existen otros espacios y talleres. Antiguamente la pista era parte nuestra, pero a partir de 2018 la Secretaría Nacional de Deportes comenzó a hacer reparaciones y entrenamientos. En el horario de educación física general o de planteles tenemos el uso exclusivo de la pista.
También en Tacuarembó se inauguró en los últimos años un anexo del Liceo Militar. ¿Cómo se ha concretado y de qué manera fue recibido por la población de esa región?
En febrero de 2018 se fundó el anexo en Tacuarembó y comenzaron los primeros alumnos de cuarto año. Después se amplió a los de quinto, porque así estaba establecido, y en 2019 cursaron los alumnos de cuarto y quinto. Ya en el 2020 tuvimos los alumnos provenientes de Tacuarembó que cursaron sexto año junto con los alumnos que empezaron sus estudios acá en Montevideo. Gran parte de los alumnos fueron para la Escuela Militar y otros optaron por continuar en el Liceo Militar.
El liceo en Tacuarembó fue bien recibido, obviamente, porque había una necesidad constatada de muchos alumnos que eran del interior que veían con buenos ojos la oferta educativa que tenía el Liceo Militar. Obviamente en la sede de Montevideo los cupos para los alumnos que ingresan a la categoría de internos son limitados. Entonces, viendo eso, fue que se decidió ampliar la oferta educativa en el norte del país y se eligió Tacuarembó para utilizar, justamente, las instalaciones de la División Ejército III. En el anexo norte se concentran, particularmente, los alumnos del norte del país.
¿Qué cantidad de alumnos tiene el Liceo Militar?
Tenemos 509 alumnos hoy en día, sumando los 112 de Tacuarembó y los 397 de Montevideo. El 34 % son mujeres. En la parte de internado tenemos un total de 57 %, en el anexo la cifra representa el 92 % y en Montevideo un 47 %.
¿Cuáles son las orientaciones disponibles?
El primer año de la enseñanza media superior es común, pero ya en segundo año lo que tenemos es la diversificación humanística y científica. En tercer año tenemos las orientaciones socio-humanística, socio-económica y físico-matemática.
¿Participan los alumnos en competencias científicas y deportivas?
Sí, la experiencia ha sido buena. Este año tuvimos alumnos que se presentaron a las olimpíadas de matemáticas, de física y de química. También un alumno que se presentó a un concurso de preescritores y mucha participación en el club de ciencias que llevó a que se presentaran dos equipos en la olimpíada de robótica, programación y videojuegos del Plan Ceibal, obteniendo una mención especial y otro ganando el premio a nivel nacional en placas programables con un proyecto sobre respirador artificial.
La parte deportiva este año estuvo más limitada por la pandemia, pero sí. Se compite en ADIC, en la confederación de atletas del Uruguay, es la federación de esgrima y natación. También tuvimos una alumna campeona nacional de ajedrez.
¿Qué plus tiene el Liceo Militar en cuanto a la formación de valores?
Justamente el tema es brindarles a los alumnos una formación integral, no sólo intelectual, sino lo físico y lo moral. Esa formación en valores caracteriza al liceo. Tiene la característica de ser cívico militar, sigue el Plan Reformulación 2006 del Consejo de Educación Secundaria y por otra parte tiene una sólida instrucción pre militar, tendiente a desarrollar en los jóvenes un sentido de orden y disciplina en su conducta, estimular valores que signifiquen una madurez personal que los lleve a actuar en forma responsable y autónoma. Reforzar la autoestima, la iniciativa, la motivación y el espíritu de cuerpo.
Además, destacamos la empatía y la solidaridad. Tenemos un grupo que se llama Encendiendo Estrellas que ha colaborado con distintas instituciones. Este año si bien fue más limitado, se retiraron dos alcancías para participar en la Teletón. Han juntado ropa y se le ha donado al personal que tiene necesidad. También las tutorías de pares, con la utilización de los padres, donde los alumnos se ayudan entre sí.
¿Los docentes son civiles, son militares?
Tenemos algunos militares retirados sobre todo en historia, en astronomía y en inglés, pero en su mayoría son civiles, que generalmente trabajan también en otros liceos públicos o privados. También tenemos un equipo multidisciplinario que está compuesto por una antropóloga, una socióloga, un psicólogo para cada nivel y un psicopedagogo que atiende después de las reuniones de profesores a los alumnos que pueden tener alguna dificultad.
Están ahora las inscripciones abiertas, ¿quiénes pueden hacerlo?
Una condición es tener aprobado el ciclo básico o de UTU. No pueden haber repetido el año para el cual se anotan y no puede ser mayor a 18 años al momento del inicio de las clases en marzo. Y después, obviamente, tienen que obtener beca, presentarse a una prueba de oposición. Son seis pruebas en total con la parte médica, psicológica y odontológica, que son eliminatorias, y después tenemos de oposición, que son educación física, matemática, idioma español y literatura. Acá en Montevideo están planificadas para la última semana de enero y en el anexo norte en la tercera semana de enero. Las inscripciones están abiertas hasta el 18 de enero para Montevideo y el 12 de enero en el anexo norte.
Hay una función social del Liceo Militar, dando oportunidades a jóvenes que vienen de contextos con muchas dificultades. ¿Qué tan grande es este impacto?
Es verdad, el 47 % de los alumnos tiene un nivel socioeconómico medio bajo o bajo. El liceo lo que brinda a los que vienen en calidad de interno es, principalmente, contención a través de lo que son los oficiales y suboficiales instructores. Se les brinda alojamiento, comida, atención sanitaria, tenemos a disposición a psicólogos y un psicopedagogo.
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