“Aquí y ahora: desafíos y acciones para la inclusión laboral” fue un ciclo de charlas organizado por el Club Católico, en el que participaron reconocidos referentes locales que abordaron los desafíos que emprende nuestro país en materia de trabajo, presentando propuestas destinadas a la inclusión económica de las personas más vulnerables y las nuevas formas de empleo.
En la lista de los mayores problemas e incertidumbres que hoy presenta nuestro país se encuentra la falta de empleo en un mundo que cada vez avanza con más velocidad y, si no se está actualizado, se torna muy dificultoso ingresar a trabajar en áreas que necesitan de manera urgente personal capacitado en tecnología.
Este fue uno de los temas que venía inquietando al Club Católico -perteneciente a la Iglesia Católica Montevideo (ICM)- razón por la que se decidió lanzar un ciclo denominado “Aquí y ahora: desafíos y acciones para la inclusión laboral”.
Cada lunes, desde el 9 al 30 de noviembre, se llevaron a cabo las instancias de diálogo, cada una de ellas con un tema como eje central: los jóvenes y el trabajo, el trabajo y la mujer, emprendedurismo y nuevas formas de empleo, y luego un cierre en el que se vieron representados diferentes actores de la sociedad desde la Iglesia, el Estado, las empresas y los trabajadores.
En cada una de estas reuniones, las que fueron transmitidas en vivo por YouTube y por Radio Oriental 770 AM (el material aún se encuentra colgado en el canal de YouTube ICMtv), se buscó aportar al diálogo social sobre el trabajo desde la mirada de la Iglesia, en un contexto marcado por la pandemia de covid-19, y terminar cada encuentro con experiencias concretas que puedan ser motivadoras para seguir trabajando en el tema.
La Mañana dialogó con la coordinadora de la Comisión de Sociedad del Club Católico y directora del Centro de Promoción por la Dignidad Humana (Ceprodih), Adriana Abraham. La entrevistada, quien además fue una de las ideadoras del ciclo de charlas, sostuvo que el Club Católico tiene como misión, justamente, generar diálogo con la sociedad y con la cultura.
Así fue que la comisión de Sociedad y la de Filosofía y Ciencia del club decidieron pensar en algo que terminó resultando ambicioso: un ciclo de cuatro instancias con distintos referentes de las áreas a abordar, vinculadas a la inserción en el empleo del presente y del futuro.
Formar a los más jóvenes en las nuevas tecnologías
En el primer lunes se abordó la temática de los jóvenes y el trabajo, se hizo desde la antropología, hablando de cuál es el sentido del trabajo, siendo este centro de la vida humana, y qué implica para las personas, así cómo se desarrollan con él. “Existen muchos problemas sociales que se terminan resolviendo a partir del trabajo, la persona se desarrolla, planifica y se sostiene con él, por eso es tan importante”, dijo Abraham.
A esa instancia asistieron Juan José García, doctor en Filosofía, asesor académico de la Academia de Líderes Católicos del Uruguay y profesor de la Universidad de Montevideo, Juan Pereyra, director general del Consejo de Educación Técnico Profesional (CETP-UTU), Néstor Castell, director del Movimiento Tacurú, Javier Inthamoussu, director del Centro Educativo Los Pinos, y Ximena Sommer, cofundadora y directora ejecutiva de Ánima. La organizadora recordó que desde UTU están en la búsqueda de qué es lo que precisan las empresas y así poder formar a los jóvenes y garantizarles la inclusión con las nuevas tecnologías de por medio.
El segundo módulo estuvo vinculado al trabajo y la mujer, estuvo a cargo de Marcelo Copetti, sacerdote jesuita y ecónomo de la Arquidiócesis de Montevideo, que habló sobre la Doctrina Social de Iglesia. Las disertantes fueron Lorena Lamas, de ONU Mujeres, la escribana Patricia Romero, del Ministerio de Industria y Energía, Diocelinda Roa, directora de la Comunidad Sistema B Uruguay, y la entrevistada como fundadora y referente de Ceprodih.
El tercer módulo, por su parte, estuvo centrado en las nuevas formas de empleo y emprendedurismo. Se dio una mirada a la inversión en proyectos que generen trabajo, y el ecosistema emprendedor en Uruguay “que viene siendo la respuesta a la falta de trabajo”, entendió Abraham. En esta instancia participaron Carmen Sánchez, directora de la Agencia Nacional de Desarrollo (ANDE), Valeria Marsiglia, representante de la Red Internacional de Economía Humana (RIEH), Diego Pereira, docente e investigador de la UCU y la Udelar, y María Eloísa González, investigadora y profesora de alta dedicación en la UCU.
En lo que respecta a este tema, Abraham planteó que las personas más vulnerables deberían tener mayores herramientas para generar ingresos y sostenerse, donde entra en juego el emprender y el autoempleo. “La gran preocupación del país es crear emprendimientos dinámicos que generen fuentes de trabajo. Creo que las baterías del gobierno y las agencias están en apoyar estos proyectos que multipliquen el trabajo a pequeña escala, ya no pensando en grandes firmas, sino en que se genere trabajo desde las bases”, dijo.
Aseguró que el foco de los agentes de la sociedad está en capacitar y dar herramientas, sobre todo a los jóvenes, para que puedan competir en el mercado. “Que se formen en el tema de la informática y nuevas tecnologías. Este tema atravesó las cuatro instancias, porque sin las nuevas tecnologías será muy difícil que logren una adecuada inserción laboral”, remarcó la entrevistada.
Generar trabajo local
Para finalizar este ciclo, la última instancia contó con la presencia del cardenal Daniel Sturla, el ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, el presidente de la Asociación Cristiana de Dirigentes de Empresa, y el diputado nacionalista Rodrigo Goñi. También fue invitado Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT, quien no pudo participar, pero envió un mensaje para hacerse presente. Se realizó una puesta a punto de lo que se planteó durante todos los momentos del ciclo.
“El Club Católico cumplió con abrirse al diálogo, proponerlo, ver las experiencias que están dando resultado, ver cómo se pueden multiplicar, cómo generar sinergia entre todos los actores, porque frente a esta crisis la única manera de salir es trabajando juntos con el Estado, las empresas y la sociedad civil”, resumió Abraham.
Dijo que se quiere que las empresas, antes de comprar un producto, puedan detenerse a pensar si compran un producto en China o generar trabajo para obtenerlo localmente. “Es un cambio cultural que deben asumir las empresas, incluyendo a los pequeños emprendedores dentro de su cadena de valor. Todos debemos trabajar juntos, no es solo el Estado generando políticas públicas”.
“La Iglesia detecta cosas que a veces no se conocen”
Dado que los organizadores entendieron que el resultado de los eventos ha sido excelente, ya planifican generar conversaciones similares para el año 2021. “Nos inspiró mucho a mostrar otras cosas que se están haciendo: qué está pasando con los migrantes, qué está pasando con los adictos, con quienes salen de prisión, con las personas con discapacidad y con quienes están en situación de calle”, detalló la entrevistada.
Sostuvo que si bien en esta instancia se abordaron temas de forma más global, les gustaría pensar cómo se garantiza la inclusión económica de personas pertenecientes a los grupos minoritarios nombrados. “Hay un montón de otras realidades que la Iglesia va tocando a través de su trabajo anónimo en las calles. La Iglesia impregna de cosas y detecta otras en toda la sociedad que a veces no se conocen”.
Abraham aseguró que se tiene un diagnóstico de lo que se está viviendo en la calle y se espera poner eso sobre la mesa para discutirlo con el Estado y dialogar sobre cómo mejorar las políticas públicas con las empresas también. “Los problemas sociales no los va a responder solo el gobierno, sino que todos, ojalá el año que viene continuemos con este enfoque más específico de ciertos sectores de la sociedad”, puntualizó.
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