El pasado martes 23 de julio UPM informó que luego de algunos años de negociaciones con el gobierno uruguayo, finalmente invertirá en una nueva planta de celulosa, en línea con su transformación estratégica. A través de un comunicado emitido ese día, la empresa afirmó que la inversión superará los US$ 3.000 millones, de los cuales US$ 2.700 millones serán destinados a la planta, y unos US$ 350 millones a operaciones portuarias en Montevideo e instalaciones locales en Paso de los Toros.
La decisión fue celebrada por el gobierno y el presidente Tabaré Vázquez, en el entendido de que esta inversión de gran porte, que es la mayor en la historia de nuestro país, “refuerza la imagen internacional de Uruguay en cuanto a su seguridad jurídica, estabilidad institucional, seriedad, responsabilidad y confiabilidad, para la llegada de inversiones extranjeras”. Así lo expresaron en el sitio web de Presidencia, agregando que como fruto de este emprendimiento nacerán miles de puestos de trabajo.
Mónica Xavier: UPM “vuelve a desafiarnos en materia ambiental, porque los estándares en Finlandia son muy altos”
Con respecto al tema ambiental, cuyos riesgos ya han sido advertidos por algunos grupos ambientalistas, el director de la Dinama, Alejandro Nario, señaló en su cuenta de Twitter que “Uruguay fue el país más exigente en términos ambientales y UPM 2 será la planta más eficiente y controlada del mundo”. Dijo, además, que durante el proceso de estudio asumió el desafío que se presentó, y de aquí en más redoblará el control de los “nuevos y muy rigurosos parámetros”.
Frente Amplio destaca rigor del gobierno y defensa del interés nacional
El Frente Amplio (FA) celebró la noticia y defendió el procedimiento llevado a cabo por el gobierno. El candidato a presidente por el oficialismo, Daniel Martínez, sostuvo en conversación con los medios de prensa que este negocio implica muchos desafíos, entre ellos, la diversificación productiva, el intercambio tecnológico y la capacitación de la gente y aseguró que permitirá agregar más valor y trabajo de calidad para los uruguayos.
Consultada por La Mañana, la senadora frenteamplista Mónica Xavier, opinó que la decisión de UPM es una muy buena noticia, producto de un trabajo prudente que ha llevado enorme esfuerzo y que abre muchas posibilidades para el desarrollo. Explicó también que esto “vuelve a desafiarnos en materia ambiental, porque los estándares en Finlandia son muy altos y nuestro país exige que el crecimiento sea con sustentabilidad ambiental y social”.
Con respecto a las declaraciones de algunos actores de la oposición sobre la eventual falta de transparencia en el proceso de negociación con la finlandesa, Xavier indicó que el mismo no puede darse a puertas abiertas porque requiere cierta confidencialidad, aunque no ha habido secretismo.
La expresidenta del FA destacó que el gobierno realizó este trabajo con rigor y con la mayor defensa de los intereses nacionales.
Blancos, colorados e independientes coinciden en honrar lo acordado
Desde la oposición se plantearon reparos en relación a la nueva planta, aunque los partidos mayoritarios se alinearon en el sentido de que los contratos firmados deberán respetarse, sin importar quién gane el próximo gobierno.
Ese fue el caso del presidenciable nacionalista Luis Lacalle Pou, que dijo en conferencia de prensa que, si bien el emprendimiento le genera alegría, “el gobierno uruguayo negoció de mala manera” puesto que “no supo representar los intereses de todos los habitantes del país, entregando demasiado a cambio”. Añadió que lo que ya está acordado con la transnacional es una obligación para ambas partes, por lo cual no podrá reverse.
En el mismo sentido, el diputado blanco Pablo Abdala manifestó a La Mañana que esto representa una oportunidad de que se concrete una inversión significativa para el país, que tendrá consecuencias muy favorables desde el punto de vista económico y de la generación del empleo. Sin embargo, puso en duda el procedimiento que llevó adelante el gobierno, porque no permitió el acceso de la oposición a la información completa ni la involucró en el proyecto. A su vez, dijo que existe incertidumbre en el plano ambiental en cuanto al impacto que el funcionamiento de la planta puede generar.
Pablo Abdala: instalación “tendrá consecuencias muy favorables desde el punto de vista económico y de la generación del empleo”
De la misma forma que Lacalle, Abdala explicó que aquello que el gobierno actual deje comprometido en nombre del Estado, seguramente será difícil de modificar.
En concordancia con las opiniones del Partido Nacional, en el Partido Colorado entienden que, aunque la inversión es estratégica para el país, las reuniones con los inversores se realizaron a puertas cerradas y sin la transparencia que una iniciativa de esta envergadura necesita.
Para el candidato electo, Ernesto Talvi, “Uruguay tiene una tradición muy clara y es que honra sus compromisos” y, por lo tanto, el próximo gobierno tendrá que honrar este acuerdo, “sin perjuicio de que habrá que revisar algunos detalles”, dijo entrevistado por la prensa.
Fuentes del equipo de agroindustria que asesora al economista afirmaron a La Mañana que el proyecto es positivo para el sector forestal y para el país en lo que tiene que ver con el empleo y el desarrollo económico. Lo que sucede es que, a diferencia de las dos plantas anteriores, en las cuales el gobierno prácticamente no tuvo que hacer erogaciones importantes, para esta obra el Uruguay deberá enfrentar inversiones durante los próximos seis períodos, aseguraron. En este marco, explicaron que esta negociación, más allá de la razonable reserva que puede requerir, “se llevó a cabo con un manto de secretismo, compartiendo muy poca información con quienes deberán enfrentar estos compromisos, que serán el sistema político y la ciudadanía”.
En línea con la postura de blancos y colorados, el candidato por el Partido Independiente, Pablo Mieres, dijo en entrevista con La Mañana que el anuncio de UPM fue recibido por su partido como una buena noticia para el país, ya que implica crecimiento y aumento de la inversión extranjera.
De todas maneras, resaltó que el gobierno negoció muy mal, porque “se encerró y no informó ni a los demás partidos del sistema político ni a la opinión pública; es más, hubo una actitud de secretismo”. Al mismo tiempo, la actual administración “negoció desde una posición de debilidad” al demostrar la necesidad imperiosa por alcanzar el acuerdo, lo que fue aprovechado por UPM para obtener “resultados que no son equilibrados”.
En coincidencia con los partidos tradicionales, Mieres sostiene que Uruguay tiene una larga tradición de cumplimiento de los compromisos y eso es un valor muy relevante a nivel internacional. Es por esto que si hay algún aspecto para corregir o mejorar se podrá hacer, pero siempre dentro del marco de las reglas de juego y en diálogo con el inversor.
Cabildo Abierto dispuesto a renegociar
El candidato presidencial que se mostró más crítico con respecto a la decisión de UPM y el proceso negociador llevado a cabo por el Estado, fue el líder de Cabildo Abierto, Guido Manini Ríos. En declaraciones a los medios, el excomandante en jefe del Ejército reafirmó su posición contraria a los puntos “que se podrían haber negociado mucho mejor de acuerdo a los intereses del pueblo uruguayo”. Como ejemplo mencionó las condiciones de pago por la “casi exclusividad” de la vía férrea y la forma en la que se manejará el Río Negro. Además, lamentó la poca cristalinidad con la que se trató este tema y se mostró dispuesto a revisar e incluso renegociar el contrato según la conveniencia de los ciudadanos.
En diálogo con Informativo Carve, Manini Ríos expresó preocupación por este asunto. Aunque remarcó que no está en contra de ninguna inversión extranjera que genere miles puestos de trabajo, aseguró que va a revisar “todas las negociaciones que se han hecho”. “El problema es que esto parecería ser una jugada de año electoral, para levantar un poco el ánimo de un gobierno que viene de un fracaso tras otro”, puntualizó.
Manini Ríos: “se van a revisar todas las negociaciones que se han hecho”
Unidad Popular advierte sobre “terrible” impacto ambiental.
Por su parte, el presidenciable que se manifestó de manera totalmente contraria a este proyecto y que recibió esta noticia con “tristeza”, fue Gonzalo Abella, líder de Unidad Popular. Consultado por La Mañana, advirtió que la ubicación de esta pastera es “terrible” por su impacto ambiental. Igualmente dijo que comprende la alegría de la gente de Pueblo Centenario y de Paso de los Toros, zonas en las que no había trabajo y que ahora por un tiempo lo van a tener. “Nos duele mucho que se juegue con eso. Estos proyectos siempre aparecen en años electorales, como lo hicieron en Fray Bentos, donde no funcionó, porque aguas abajo salen descompuestos los pescados”, lamentó. En tanto, si bien reconoció que la falta de transparencia es otro problema, admitió que no cree que sea el principal.