Desde el 16 de diciembre y hasta los primeros días de enero, el gobierno nacional viene implementando y modificando varias medidas tendientes a evitar la propagación del covid-19 en el país. Sin embargo, y a pesar de realizar análisis constantes de la situación, la cantidad de casos diarios y el porcentaje de positivos en relación a test realizados dan cuenta de que, si bien la situación está bajo control, el aumento de casos no cesa.
Uruguay estaría atravesando la primera ola de contagios de coronavirus, cuando el mundo ya está transcurriendo la segunda. Lo cierto es que la rápida acción del gobierno desde el comienzo de la emergencia sanitaria evitó la propagación en aquel momento que se limitó a casos puntuales. Sin embargo, la situación cambió y obligó a las autoridades a cambiar la estrategia y tomar una serie de medidas más severas.
La semana pasada, el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, convocó al Consejo de Ministros para analizar el impacto de aquel plan contra el covid-19 y presentó nuevas medidas que intentan evitar un crecimiento exponencial de casos positivos. Entre ellas se decidió dejar las fronteras cerradas hasta el 30 de enero, aunque el próximo miércoles 20 de este mes se analizará cómo continúa la situación.
Además de esto se planteó que la reglamentación del artículo 38 de la Constitución continuará en vigencia. Por otro lado, en un típico caso de regulación de perillas entre lo económico y lo sanitario, se habilitó la realización de espectáculos públicos con control estricto de los aforos y, a la vez, confirmó que se permitirá a los locales gastronómicos permanecer abiertos hasta las dos de la mañana, solicitando a cada Centro de Coordinación de Emergencias Departamentales que decida si es pertinente para cada departamento.
En lo que respecta a la extensión del horario en bares, Maldonado, Canelones y Colonia decidieron extender el cierre dos horas más que antes -ya que debían cerrar a las 00:00 horas-lo que los habilita a trabajar con clientes en sus locales hasta las 2:00 h. Rocha, por su parte, resolvió extender el horario de cierre solo una hora, por lo que los locales gastronómicos del departamento cierran a la 1:00. En cambio, Montevideo decidió, por el momento, mantener el cierre obligatorio de bares y restaurantes a la medianoche.
Hasta el 16 de diciembre pasado, cuando Lacalle Pou anunció restricciones de ingreso, el gobierno permitía la entrada desde el exterior a uruguayos, residentes o por temas laborales o familiares, entre algunas otras excepciones. Pero en estos días se han gestionado permisos para que extranjeros -y algunos uruguayos- puedan ingresar a territorio nacional con el argumento laboral.
Por eso, los últimos días de diciembre, el gobierno emitió decretos que permiten esos ingresos para evitar un resentimiento de algunas actividades que son de interés para el Uruguay. Presidencia de la República, además, analiza otras excepciones vinculadas a la actividad industrial, que requieren de la llegada de extranjeros al país antes del 30 de enero.
Según anunciaron, se trata de unas pocas excepciones vinculadas a industrias, delegaciones diplomáticas y personal para obras de la construcción. Además, hay gestiones por deportistas que algunos cuadros de fútbol locales pretenden incorporar a sus planteles. Los destinos de las personas que pretenden llegar a Uruguay son Argentina, Brasil, México, y distintos países de Europa, según informó el diario El País.
Otras excepciones previstas en los decretos son los transportistas internacionales, los que además de bienes han ingresado con personas refugiadas, incluso. Fueron aceptados también los pasajeros que estuvieron varados en Buenos Aires debido a la no autorización del pasaje de su buque por parte del Ministerio de Transporte y Obras Públicas.
En ese sentido, es que están contempladas situaciones de carácter humanitario, o para realizar tratamientos médicos. Por otra parte, el 30 de diciembre el gobierno resolvió permitir el ingreso de quienes lleguen a Uruguay para hacer la faena de carne kosher en frigoríficos. “Es conveniente establecer una excepción de ingreso a nuestro país a las delegaciones que viajan con motivo de realizar inversiones en algunas áreas productivas de la industria nacional”, dice el decreto. En base a esta norma es que el gobierno analiza permitir la entrada de delegaciones para dos industrias más, previendo resolver este asunto en los próximos días.
La Mañana intentó dialogar con referentes del Ministerio del Interior, específicamente de la Dirección Nacional de Migración, para que pudieran detallar cifras y exponer cuáles vienen siendo los casos excepcionales en los que ingresan y salen desde Uruguay. Sin embargo, desde el ente notificaron que durante enero no se estarán realizando entrevistas ni brindando información al respecto.
Se decidió dejar las fronteras cerradas hasta el 30 de enero, aunque el próximo miércoles 20 de este mes se analizará cómo continúa la situación. No obstante, se prevén varias excepciones.
En pos de mayores medidas
El récord de los más de 1.200 casos positivos de covid-19 el pasado domingo, generaron algunas repercusiones dentro y fuera del ámbito político con la premisa de la necesidad de aumentar las restricciones para controlar la situación de manera más eficaz. No solo algunos referentes de la oposición, sino que de la coalición también, aseguraron en redes sociales y medios de prensa locales que “ajustar las perillas” también significa reducir la circulación de personas.
Por ejemplo, el senador Guido Manini Ríos aseguró en entrevista con El País que los sectores médicos y el propio Ministerio de Salud Pública son más restrictivos en el asesoramiento de las medidas que deberían tomarse, aunque sostuvo que no es afín a una cuarentena obligatoria. En cuanto al este del país -en donde se vienen generando aglomeraciones debido a la gran cantidad de turistas- afirmó que lo ideal es hacer cumplir los protocolos ya que muchos jóvenes se están comportando irresponsablemente.
En tanto, a través de las redes sociales se produjo un intenso intercambio de mensajes entre parlamentarios del Partido Nacional. El senador Juan Sartori escribió el 11 de enero: “Se apostó a la libertad responsable. No alcanzó. Necesitamos políticas que garanticen la salud de todos y permitan sobrevivir a la gente. Actividades con riesgos deben ser canceladas e industrias afectadas deben ser apoyadas por subsidios, exoneraciones y todo lo necesario”.
En respuesta, su correligionario el senador Jorge Gandini publicó: “Estimado Juan Sartori, me enteré de tu preocupación y propuestas para la pandemia en Uruguay por Twitter. Quizás cuando retornes de tus vacaciones en Marbella le puedes contar a la bancada de Senadores en qué consisten concretamente. Todos estamos muy preocupados”. También el senador Sebastián Da Silva le dedicó unas palabras a Sartori: “Juan, la distancia en la mirada te distorsiona la realidad. Esto no es Londres”, escribió.
En filas del Frente Amplio, si bien se atenuó la insistencia por la obtención de vacunas, sobre todo después de la comparecencia del ministro de Salud en la comisión parlamentaria, se apunta principalmente a reclamar medidas más restrictivas a la vez que una mayor erogación económica para paliar la situación. Procurar disminuir la circulación es un punto que se reitera dentro de la oposición. Respecto a esto, el senador Daniel Olesker, desde una posición sanitarista, opinó que la ampliación de horarios de locales gastronómicos tiende a incrementar la circulación del virus en la comunidad. Agregó, además, que la reducción de circulación debería ser acompañada por medidas económicas compensatorias, refiriéndose a la propuesta de la renta básica.
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