El presidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, anunció en diciembre la puesta en marcha en 2021 de un plan económico llamado “Tarea de Ordenamiento” que apunta a la unificación de la tasa cambiaria. Consultado por La Mañana, el economista cubano Renier Estevez de la University of Massachusetts Amherst analizó el posible impacto de estas reformas, sus efectos en la situación económica de la población y también de la diáspora.
¿Qué efectos tendrá para la economía cubana la “tarea de ordenamiento”?
La teoría de ordenamiento consiste en un nuevo sistema de precios que unifica los distintos tipos de cambio y las distintas monedas con que venía trabajando la isla. Hay un antecedente en la crisis económica de los años ’90 que padeció Cuba cuando cayó el campo socialista, donde la moneda perdió valor a una velocidad muy acelerada y la economía se dolarizó, primero de manera informal, y después el gobierno cubano autorizó la dolarización de la economía del país.
Siempre parcial porque estuvieron conviviendo las dos monedas, la nacional y el dólar. De por medio existía el CUC, que era la moneda que usaban, especialmente, trabajadores que estaban vinculados a navieras internacionales, las navieras les pagaban en dólares al gobierno cubano los salarios de esos trabajadores y el gobierno cubano se los daba en la isla en esta moneda. Era un billete que tenía igual valor que el dólar, es decir 1 a 1, y básicamente se hacía porque al gobierno cubano le era muy conveniente mantener esos dólares en cuentas internacionales para hacer los pagos que necesitara. Además, le ofrecía un poder de compra igual en la isla a estos trabajadores, que también podían cambiar cuando quisieran a dólares si necesitaban usarlos fuera del país.
En los años 90, la sociedad cubana no era la sociedad más abierta, no se viajaba tanto y no tenía grandes implicaciones. Entre 2003 y 2004 el gobierno saca el dólar de la economía cubana. No se prohíbe su circulación como se ha hecho anteriormente y se decide cambiar todos los dólares americanos que había en circulación a CUC y solo quedan estas dos monedas a un tipo de cambio.
¿Cómo afectaba antes el sistema a la fuerza laboral?
Era necesario arreglar todo el sistema de precios de la economía cubana, que estaba estancada desde 1980, Cuba vivía con precios y salarios, en general, en el sector estatal de la década del 80. Porque tiene implicaciones muy grandes. Una de ellas es que solo afectaba al sector estatal, es decir, las personas que están vinculadas al sector estatal están viendo crecer sus ingresos, pero todos los habitantes de la isla están viendo crecer sus gastos, los precios de los bienes y servicios.
Algunas personas se estaban viendo beneficiadas de ese proceso y otras se estaban viendo perjudicadas. En teoría, las personas que se estaban viendo perjudicadas eran aquellas que tenían ingresos elevados o, al menos, aquellas que tenían mejores ingresos que los que trabajaban en el sector estatal, lo que se dice en Cuba “pirámide invertida”, es decir, que ves a médicos o a ingenieros trabajando de taxistas o en cafeterías privadas porque los salarios que se pagan ahí son mejores de los que se pagan en el sector estatal.
Por eso los cambios, porque se está buscando que las personas calificadas vuelvan a los trabajos estatales y se empiece a pagar en base a su formación educativa y se reajuste la fuerza de trabajo como debería estar desde un principio.
“No se ha hecho nada todavía en el sector privado, no se ha aprobado la pequeña y mediana empresa, no se ha abierto una cantidad de actividades económicas en la isla”
¿El contexto regional y mundial es el apropiado?
Esto que suena bien en teoría, es más complejo. Primero porque se ha elegido el peor momento para hacerlo. Cuba viene arrastrando una crisis económica importante desde el año pasado y a esto se suma el covid-19, que ha borrado totalmente los ingresos de los que vivía la economía cubana, que provenían del turismo. Además, los principales socios comerciales, que ofrecían la otra fuente de ingreso para el gobierno cubano, no están en su mejor momento, por ejemplo, Venezuela o Brasil (ya que hubo mucho negocio con el gobierno anterior y ahora fueron eliminados por el gobierno de Bolsonaro).
¿Entonces por qué se hace ahora la reforma?
La respuesta puede ser más política, porque probablemente debería haberse hecho cuando ocurrió “el deshielo” con Estados Unidos, cuando Barack Obama era presidente, ahí existían las condiciones especiales para hacerlas. Entonces, se decidió hacerla ahora cuando hay una escasez de productos generalizada y una inflación estructural por temas de oferta que venía creciendo desde el año pasado. Si a esto le haces esta inyección de circulante y le sacas los subsidios, crecen los precios estatales, que eran los únicos que se habían mantenido en ese nivel, lo cual empuja a los precios del sector privado.
Por lo que ahora tenemos un problema grande de inflación a inicios de año y no se le puede combatir con oferta, porque no hay oferta, no hay cómo ofrecer bienes y servicios a la economía. Esto ha afectado a un grupo importante de la población, hay cierto descontento, aún es reciente la implementación de esta medida, pero no va caminando bien.
Era necesaria esta reforma, las empresas cubanas no tenían la posibilidad de contabilizar su eficiencia. No podían saber si lo eran porque los tipos de cambio incluían subsidios estatales. No era posible conducir la economía estatal de esa manera, aun a pesar de que se eligió el momento menos indicado para la reforma, había un apoyo grande para que se hiciera la medida, pero de una forma diferente.
¿Cómo diferente?
Cuando digo diferente es que no se puede pretender hacer una reforma parcial, el incremento de los costos de salario va a traer muchos problemas para las empresas, se espera que aumente el desempleo y se esperaba que el gobierno autorizara la creación de pequeñas y medianas empresas privadas en la isla y se ampliara la lista de actividades económicas en las cuales el sector privado pueda trabajar. Que todas esas empresas privadas empezaran a absorber el exceso de fuerza de trabajo que iba a existir, además, que ayudara a poner oferta en el mercado y que frenara un poco esta inflación debido a que se devaluó la moneda nacional.
No ha sido así. El gobierno solo ha decidido devaluar el peso cubano en el sector empresarial, antes lo que era 1 dólar o 1 peso cubano, ahora es 1 dólar y 1,24 pesos cubanos. Esto ha hecho subir los costos de las empresas, por lo tanto, los precios vía elevación de costos y vía incrementos de salario que tienen que financiar las empresas ya que no han tenido otra opción que subir sus precios en el mercado. Sumado a la escasez que había anteriormente y la inflación que ya se venía arrastrando, ha generado un aumento inflacionario mayor, en el cual no todos han visto incrementado su salario y para muchos el incremento de salarios en el sector estatal, el que más se ha visto beneficiado, va a absorber el incremento de precios y podrían incluso quedar, en términos reales, en una peor situación.
El gobierno no ha hecho nada en función de ampliar la oferta de forma inmediata. Se podía haber abierto las restricciones de importaciones de la aduana para que las personas que viajan al extranjero puedan traer bienes básicos y de capital que ayuden a la economía. No se ha hecho nada todavía en el sector privado, no se ha aprobado la pequeña y mediana empresa, no se ha abierto una cantidad de actividades económicas en la isla y toda una serie de demandas que hay con respecto a que el gobierno debería ayudar al sector privado para que, por un lado, absorba la fuerza de trabajo que no va a poder absorber el sector estatal en las condiciones actuales y, por otro, ayude a poner oferta y bienes y servicios al mercado que ayuden al Estado a combatir la inflación que hay en estos momentos debido a la escasez.
¿Cómo afecta todo esto a la diáspora y las remesas que envían hacia la isla?
Las remesas se han visto muy afectadas por la administración Trump, para traer dinero a Cuba, al menos desde Estados Unidos, la única forma de traer dólares es en la mano. Desde Uruguay las cosas no han cambiado tanto, las tarjetas que se emiten con bancos que no tengan relaciones con bancos norteamericanos no tienen muchos contratiempos para remesar sin problema mediante transferencias bancarias.
El gran problema lo tiene la mayor comunidad cubana en el exterior, que es la que reside en Estados Unidos, la cual ha visto reducida su capacidad de enviar remesas a la isla. Probablemente, los niveles de remesa deberán incrementarse para que no vean perjudicados los niveles de vida en la isla por el aumento de los precios.
El precio del dólar también está subiendo en la isla, si pueden enviar divisas en monedas extranjeras, en dólares o euros, en ese caso no se verían muy afectados porque el tipo de cambio en el mercado informal ha crecido bastante, lo que podría compensar la necesidad de aumentar los gastos familiares. Para aquellos que utilizan canales más formales, donde el Estado cambia el dólar a peso cubano, deberán enviar mayor cantidad. Cuando la diáspora vaya a la isla podría ver cómo aumenta su costo de viaje y de manutención en Cuba.
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