La pandemia ha agudizado los problemas económicos y sociales de la región, llegando a producir una millonaria pérdida de empleos. En ese marco, las micro, pequeñas y medianas empresas “corren el riesgo de desaparecer, sometidas al impacto de las nuevas variables del comercio internacional”, alertó el jerarca, quien explicó cuáles son los pasos a seguir desde la Aladi para paliar esa situación.
La región atraviesa una crisis importante tanto en materia sanitaria como económica. ¿Qué análisis hace al respecto?
La región enfrenta circunstancias que la identifican como la más desigual del planeta. La pandemia corrió el velo de una realidad que hacía a la irrelevancia de la integración regional en el ámbito global. Por su lado, la revolución digital y del conocimiento apresuraron las demandas de estrategias comerciales ante una pasividad preocupante y hasta dramática por parte de algunos de los Estados miembros de la Aladi.
Pocos toman en cuenta un dato objetivo: los dos tercios del comercio mundial son intrafirma y los impactos tecnológicos consolidan la formación de grandes cadenas de valor que hacen de los mercados parte de todos esos procesos productivos, propios de la nueva globalización.
De ahí se deriva que el 60% de los bienes exportados son terminados en otros países, en la búsqueda de una mayor competitividad de los bienes y servicios producidos. Mientras tanto, luego de 60 años de variados compromisos de los países con la integración regional, los 13 miembros de la Aladi comercian entre ellos, apenas, el 12% del total de su comercio exterior.
¿Cuáles son las mayores preocupaciones en ese contexto?
Lo más preocupante es que en el centro del aparato productivo de la región se encuentran las micro, pequeñas y medianas empresas. Estas ocupan el 85% de los emprendimientos empresariales y son responsables del 60% de su Producto Interno Bruto.
En otras palabras, si bien conforman el tejido social básico de sus sociedades, corren el riesgo de desaparecer, sometidas al impacto de las nuevas variables del comercio internacional. Entre ellas, resalta la incidencia de la economía china, que es la primera exportadora de bienes del mundo y la tercera de servicios.
En esa línea, la situación actual y su evolución pueden comprometer la estabilidad social de la región, debido a que los más vulnerables tenderán a rebelarse contra el sistema haciéndolo responsable de sus destinos.
No obstante, la Aladi y sus 13 miembros cuentan con instrumentos idóneos para promover el comercio intrazona y dar respuesta a un desafío que la pandemia agudizó con la pérdida de más de 40 millones de puestos de trabajo en la región.
Sin embargo, la recuperación de las economías dependerá exclusivamente de la voluntad política de los países, que lamentablemente desviaron su atención en enfrentamientos ideológicos planteados de un lado y del otro. Significa que las situaciones vividas minaron el camino de la integración.
Advierte que esta situación puede comprometer la estabilidad social de la región. ¿Qué se puede esperar en ese sentido y qué soluciones se plantean?
En la Aladi se encuentran registradas decenas de tratados llamados de alcance parcial, entre ellos, el Mercosur y la Alianza para el Pacífico. De aplicarse efectivamente el principio de la convergencia, es viable profundizar el comercio intrazona en beneficio sobre todo de las pymes.
Con ese objetivo, la ampliación de los tratados exige dotarlos de un contenido digital y de proceder a la incorporación en la agenda de los nuevos temas que hacen a las relaciones comerciales.
Por otra parte, la digitalización impondrá una modernización de las aduanas y el sinceramiento de las conductas proteccionistas de aquellos países que aplican restricciones no arancelarias a través de normas nacionales.
Esta situación es más grave aún, por la fragilidad inyectada a los organismos multilaterales como la OMC, derivada de la guerra comercial entre Estados Unidos y China. Al recurrir al comercio administrado, las dos potencias afectaron la seguridad jurídica del comercio y eso impactó, en particular, en los mercados de los países en vías de desarrollo.
La integración se paralizó. Existe, además, una tendencia orientada hacia el Pacífico sin atender los problemas sociales y económicos que las pymes plantean en la región.
“La digitalización impondrá una modernización de las aduanas y el sinceramiento de las conductas proteccionistas de aquellos países que aplican restricciones no arancelarias a través de normas nacionales”
¿Qué puede hacer la Aladi para paliar esa pérdida de millones de puestos de trabajo que mencionaba?
La Secretaría General de la Aladi tiene capacidad de propuesta de acuerdo al tratado. Por tanto, en los próximos días presentará a los países la plataforma Digital Pymes Latinas – Grandes Negocios, elaborada de forma simple y ágil para facilitar el comercio entre los cientos de miles de pymes de la región.
La plataforma consta de tres mecanismos. El primero es un sistema de información integral y actualizado al que podrá recurrir todo empresario que quiera negociar los bienes y servicios que produce. El segundo, una estructura de capacitación virtual y presencial sin costo, que será monitoreada por los expertos de la Secretaría. Y el tercero, la realización de cinco ruedas de negocios virtuales tendientes a formar cadenas de valor en el comercio de bienes y servicios. Entre ellas, se incluirán las pymes agrícolas y el fortalecimiento de mujeres empresarias.
En resumen, la plataforma está pensada como un instrumento al alcance de toda empresa que quiera utilizarlo para una mejor inserción externa.
Finalmente, se irán sumando mecanismos de financiación de los negocios, como el microcrédito y su reaseguro, incentivando la participación de instituciones bancarias y de otras en la nube, en función de su multiplicación por los avasallantes impulsos de las aplicaciones tecnológicas.
¿Qué oportunidades ve de posibles negociaciones comerciales de integración entre países que permitan al sector privado salir a flote?
La agenda digital es prioritaria; en esa línea, algunos aspectos fueron incorporados en los tratados firmados entre varios países miembros de la Aladi y en algunos de ellos con terceros países, como el celebrado por Chile con Nueva Zelanda y Singapur.
Como reflexión, creo que los acuerdos comerciales deben acompañarse por una ampliación de su contenido. Tan es así, que la digitalización es clave en la modernización de la infraestructura y del transporte multimodal, aspectos centrales en términos de la competitividad de bienes y servicios.
Por otra parte, en el corto plazo los objetivos del desarrollo sustentable fijados por las Naciones Unidas harán exigibles conductas ajustadas a los nuevos requerimientos ambientales.
¿Por ejemplo?
Como ejemplo, la Secretaría General considera importantes los trabajos del SELA en relación a la construcción de puertos verdes y limpios. Además, acompaña los avances de la hidrovía Paraná-Paraguay, así como los de los corredores oceánicos desde el Atlántico al Pacífico.
En ese contexto, los contactos con el IICA, la FAO e INTAL se desarrollan basados en la idea de que la concertación intergubernamental no puede limitarse solamente a regulaciones aduaneras y administrativas. Es más, expertos de distinto origen y nacionalidad opinan que los temas ya negociados podrían afectar la digitalización de las transacciones como telecomunicaciones, transporte, servicios financieros y medidas no arancelarias. En conclusión, si bien los países miembros de Aladi tienen clara la opción, el organismo deberá consolidarse como una usina de ideas destinada a profundizar los procesos de integración a la velocidad que los tiempos exigen.
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