Los gigantes tecnológicos han afirmado que retirarán sus servicios de la isla si el proyecto de ley propuesto por el gobierno es aprobado. La iniciativa legal establece que dichas empresas deberían negociar con los medios locales el pago por el contenido que generan.
Presentada en el Parlamento australiano, en diciembre del año pasado, la Enmienda a las Leyes del Tesoro (Código de negociación obligatorio de medios de comunicación y plataformas digitales) creada por la Comisión Australiana de la Competencia y del Consumidor, ha sido el paso que el gobierno de ese país ha tomado para avanzar en la regulación de gigantes tecnológicos como Google y Facebook.
El objetivo de esta iniciativa legislativa es enmendar la ley de Competencia y Consumidores, del año 2010, sumándole un código de conducta obligatorio que abordará los desequilibrios de poder entre los medios de comunicación australianos y los gigantes tecnológicos.
Además de introducir estándares mínimos sobre la recopilación de datos que estas empresas hacen con los usuarios que acceden a contenidos de los medios de comunicación australianos, se propone que les paguen a los medios locales por el contenido que crean y es accedido mediante esos sitios. Para ello, se propone que “se aliente a las partes a emprender negociaciones comerciales fuera del Código”, y que las empresas digitales puedan publicar ofertas estándar, generando así posibilidades a las empresas de medios de noticias más pequeñas una vía eficiente para finalizar acuerdos con plataformas digitales.
Mientras que no se llegue a un acuerdo voluntario, se establecerá un “marco de negociación bajo el Código que permita a ambas partes negociar de buena fe y llegar a acuerdos vinculantes”, a la vez que se asegurará un arbitraje independiente para llegar a un acuerdo. En el caso que los gigantes tecnológicos rompan los acuerdos resultantes podrían llegar a recibir una multa de hasta 10 millones de dólares australianos.
El ministro de Comunicaciones, Infraestructura Urbana, Ciudades y Artes de Australia, Paul Fletcher, calificó mediante un comunicado de prensa a este proyecto de “líder a nivel mundial que abordará el desequilibrio del poder de negociación entre las empresas de medios de comunicación y las plataformas digitales”.
A nivel financiero, el ministro del Departamento del Tesoro de Australia, Josh Frydenberg, sostuvo que “es justo que se les pague a quienes generan contenido”. Respecto al tema de los ingresos de la prensa escrita, el jerarca afirmó que “los ingresos por publicidad en áreas como los periódicos impresos han caído un 75%, desde 2005”.
“Por cada $100 de gasto en publicidad en línea, $53 van a Google, $28 a Facebook y $19 a otros participantes”, sentenció Frydenberg, quien ha liderado públicamente esta iniciativa. Además de los medios privados, también se incluyen Australian Broadcasting Corporation (ABC) y Special Broadcasting Service (SBS), ambos públicos. Acorde a una encuesta realizada en diciembre pasado por el diario The Guardian, el 57% de los australianos está de acuerdo con que se debería exigir a Facebook y a Google que paguen a los medios de comunicación por distribuir su contenido de noticias. Además, un 59% cree que estas empresas tienen demasiado poder y deben ser reguladas por el Gobierno.
Los gigantes tecnológicos responden
Ambas empresas no han visto con buenos ojos el proyecto australiano y han argumentado que ellos conectan los medios de comunicación con los consumidores, aumentando sus suscripciones y permitiéndoles cobrar más a los anunciantes. Google, el mayor buscador en línea, teniendo más del 88% del mercado mundial, sostiene que está preparado para pagar por su contenido, aunque ninguna organización de medios importante ha aceptado sus términos.
El 57% de los australianos está de acuerdo con que se debería exigir a Facebook y a Google que paguen a los medios de comunicación por distribuir su contenido de noticias
En un video publicado por Google titulado Actualización sobre el código de negociación de medios de comunicación y Google en Australia, la directora gerente de Google Australia, Mel Silva, sostuvo que pagar por contenido a sus creadores “rompería cómo funciona Google” ya que “los motores de búsqueda están construidos en la habilidad de conectar gratis a alguien a un sitio web”.
Silva también afirmó que esto generaría el inicio de pagos que “destruirían el modelo de negocio de cualquier motor de búsqueda”, lo que “pondría en enorme riesgo el servicio de Google para los australianos”. El penúltimo párrafo de la carta sostiene que “si el código se convierte en ley, no nos quedaría otra opción que dejar de hacer que la búsqueda de Google esté disponible en Australia. Eso es lo último que yo, o Google, queremos que suceda, especialmente cuando hay un camino a seguir que nos permite apoyar el periodismo australiano sin romper la búsqueda”, indicó Silva.
Mientras tanto Facebook no abandonaría Australia del todo, sino que la empresa solo ha manifestado que podría eliminar la posibilidad de que los usuarios publiquen en Facebook links que sean de noticias.
Sobre este tema, Frydenber afirmó en el programa de noticias y entrevistas australiano Insiders, en el que él, junto a Fletcher, se reunieron la semana pasada con el presidente y director ejecutivo de Facebook, Mark Zuckerberg. Frydenberg dijo que “Mark Zuckerberg no me convenció de dar marcha atrás” y que “el gobierno ha tomado en serio las amenazas de retirar los servicios, pero que no se dejarán intimidar”.
El lunes pasado el primer ministro de Australia, Scott Morrison, afirmó que en el caso que Google abandone Australia, el buscador de Microsoft, Bing, podrá ocupar el lugar. “Puedo decirles que Microsoft está bastante confiado cuando hablé con Satya (directora de Microsoft)”, dijo Morrison a los periodistas en Canberra.
Gobierno de Estados Unidos preocupado por posible regulación
A nivel nacional, el sistema político estadounidense ha formado una comisión del Senado para investigar el poder de mercado que tienen grandes empresas tecnológicas como Google, Facebook, Amazon y Apple. Estas han sido criticadas por su abuso de poder por la cuota de mercado que manejan, o también por el manejo del flujo de información que hacen. A su vez, se les ha acusado de monopolio y de “comportamiento anticompetitivo”.
Pero a nivel internacional, Estados Unidos ha demostrado otro comportamiento, teniendo ahora críticas contra el proyecto de ley presentado por Australia. Acorde a una presentación a una investigación del Senado estadounidense sobre el proyecto de ley australiano, los representantes comerciales adjuntos de EE. UU., Daniel Bahar y Karl Ehlers, pidieron a Australia que revisara más la legislación histórica antes de convertirla en ley, diciendo que la propuesta actual “puede tener resultados perjudiciales”.
Acorde a la cadena estatal ABC de Australia, existen documentos de la Oficina Ejecutiva del presidente estadounidense en la que mencionan que “al gobierno de Estados Unidos le preocupa que un intento, a través de la legislación, de regular las posiciones competitivas de actores específicos… en claro detrimento de dos firmas estadounidenses, pueda resultar en resultados perjudiciales”.
Un debate que se extiende por el mundo
En el año 2014, se aprobó en España una ley de derechos de autor, la cual requería que Google pagara a sus editores de noticias por los fragmentos que aparecían en Google News. En su momento, el gigante tecnológico respondió cortando con su servicio de noticias en el país ibérico, aunque su motor de búsqueda permaneció en funcionamiento.
La cuestión de la tasa Google aún sigue vigente en España y, a mediados de enero pasado, el entrante gobierno de Joe Biden en Estados Unidos ha respondido que la medida tomada por España “discrimina” a sus empresas y que evaluará “todas las opciones disponibles”. También, esta declaración va contra los impuestos digitales que países como Austria o Reino Unido ya han puesto en vigor.
Por su parte, Francia también ha tenido varios choques con Estados Unidos por los impuestos a los gigantes tecnológicos. El ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, afirmó que confía en un cambio de actitud de Biden sobre este tema, aunque en el caso que no haya consenso, irán detrás de una “solución europea”. Respecto a las empresas digitales, Le Maire afirmó en la Cumbre de Davos, de enero de este año, que “los ganadores de la crisis económica son los gigantes digitales”. “¿Cómo se puede explicar a algunos sectores que se han visto gravemente afectados por la crisis y que están pagando el nivel que les corresponde de impuestos, que los gigantes digitales no tendrán que pagar la misma cantidad de impuestos? Esto es injusto y también ineficiente desde el punto de vista financiero”, reflexionó el ministro francés.
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