En un escueto comunicado la Cancillería uruguaya informó que el presidente Luis Lacalle Pou se reúne este miércoles 3 con el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro en Brasilia. De acuerdo a esa información el encuentro tendrá lugar en el Palacio Alvorada y contará también con la participación de los respectivos cancilleres Francisco Bustillo y Ernesto Araújo. No se dan más detalles sobre la visita ni de otras eventuales reuniones, aunque sí se deja saber que se trata de un viaje relámpago.
No es un momento cualquiera. Es la primera salida oficial del presidente Lacalle Pou en casi un año de mandato. Hasta ahora participó en varios encuentros y foros, como las cumbres del Mercosur o la propia Asamblea General de Naciones Unidas, aunque por las limitaciones de la pandemia debió hacerlo de forma virtual.
A mediados de 2020 fuentes de Presidencia afirmaban que estaban priorizando a Estados Unidos y China como primeros viajes oficiales al exterior. Todo un mensaje de posicionamiento internacional del país, frente a la bipolaridad comercial, tecnológica y financiera que plantean estos dos estados-continente. Un concepto que fue manifestado por el propio presidente de manera explícita durante la primera cumbre virtual del Mercosur. Hasta dónde responde a un principio tercerista (y herrerista) de política exterior, solo el tiempo dirá.
La propia gestión de las últimas semanas del presidente y sus asesores con los laboratorios para obtener las vacunas parece haber estado, consciente o inconscientemente, imbuida de esa prerrogativa. Se optó seguir preferentemente el camino de Pfizer (EEUU) y Sinovac (China). Pudo haber sido casualidad, no obstante, se percibe una clara discriminación geopolítica en estas decisiones que van más allá de la proclamada “ciencia sobre la política”. La actitud de desconfianza respecto a la vacuna rusa Sputnik V y una cierta reticencia a contemplar la posibilidad de formar parte de un pool regional de compra dan algunos indicios.
Al final de cuentas, las primeras vacunas que llegarán a nuestro país serán las que provienen del fondo Covax, correspondientes a los laboratorios AstraZeneca y Oxford. El GACH y el ministro de Salud, Daniel Salinas, una vez más demostraron no equivocar el camino desde el inicio. Su opción por este mecanismo patrocinado por la OMS permitirá contar con 700 mil dosis a la brevedad.
Cuestión de prioridades
No se trata de contraponer estrategias del Covax y la negociación directa con los laboratorios, que son absolutamente complementarias y necesarias. Jamás hubo tal divergencia, sino un cambio de estrategia y de prioridades en la medida que la situación sanitaria se vio alterada abruptamente con la primera ola. Solo en la cabeza de algún creativo podía inventarse un conflicto semejante.
Las autoridades trabajan en estos días activa y coordinadamente para asegurar la logística necesaria para poder distribuir las vacunas en tiempo y forma. Asimismo, algunos voceros del gobierno deberían atender más a las campañas de concientización e información para la vacunación, en lugar de gastar recursos en difundir trascendidos de prensa o azuzar campañas de desprestigio contra politólogos por opiniones con las que discrepan. Este tipo de señalamientos los hacía también el Frente Amplio cuando era gobierno y mereció el repudio de la mayor parte de la sociedad.
Es verdad que hoy la izquierda no ayuda para nada al gobierno. Ni el Frente Amplio, ni el movimiento sindical ni las organizaciones sociales están a la altura de este tiempo, por lo menos en lo que refiere a la pandemia y en especial a la situación sanitaria. La desorientación es total y es producto de una falta de liderazgo ostensible, lo que lleva a tirar golpes a ciegas, a asumir actitudes notoriamente contradictorias y hasta impopulares.
Esto no es deseable para el país ni para estas organizaciones que representan a una enorme porción de la población uruguaya. Las señales del ministro Salinas cuando se reunió con Erlich y Fernández Galeano para conversar sobre la propuesta de ocho puntos o que Lacalle Pou recibiera al dirigente Marcos Carámbula, son positivas. Lo peor que podría suceder es sumar a este panorama de dificultades sanitarias y económicas, una grieta política que divida a la sociedad. También la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse mostró una disposición de colaboración que es constructiva, desmarcándose de quienes señalan que desde la capital se buscaría hacer una especie de gobierno paralelo o incluso diseñar un GACH capitalino.
En una rápida acción (aquí sí) del equipo de comunicación presidencial, la conferencia de prensa del pasado miércoles 27 de enero contribuyó a minimizar las especulaciones que estaban empezando a generarse a raíz de las declaraciones del director del Instituto Butantan de San Pablo, Dimas Covas, que aseguró que el Estado uruguayo no tenía ningún acuerdo concretado por las vacunas Sinovac. Sin embargo, el propio Covas luego se contradijo y a esto se le sumó un comunicado de la empresa china alertando sobre la detección de falsificadores, la carta del mandatario Xi Jinping y la posterior reunión del secretario de Presidencia con el embajador del país asiático.
Las noticias del vecino
Extraoficialmente se informó en medios de prensa nacionales que el presidente Lacalle Pou viajará a Brasil en un avión que le ofreció el empresario brasileño Alexandre Grendene, uno de los fabricantes de sandalias más importantes del mundo, que también tiene importantes inversiones en otras industrias como acero, productos de etanol y petroquímicos, según El País.
Se maneja que la reunión con Bolsonaro versará más sobre temas estratégicos que sobre asuntos puntuales y en esa línea se busca coordinar acciones especialmente en lo que refiere al Mercosur.
Es importante señalar que Bolsonaro obtuvo esta semana un triunfo político fundamental que podría alejar la posibilidad del juicio político al que se ha visto amenazado. Según informó La Nación, las dos cámaras quedaron en manos de hombres del bloque denominado Centrão. Por un lado, Arthur Lira, diputado del Partido Progresistas y por otro Rodrigo Pacheco, afiliado a Demócratas.
Increíblemente hay más de 60 solicitudes de impeachment contra el presidente, sobre todo vinculados a la gestión de la pandemia, de acuerdo a la información del medio. Un sondeo reciente de Datafolha mostró que, a pesar de un cierto declive en el apoyo público, la mayoría de los brasileños está en contra de que Bolsonaro sea sometido a juicio político.
En cualquier caso, es importante que el presidente y el canciller uruguayo se interioricen en el rumbo que tomará el país norteño, especialmente en este contexto en que se vislumbra una posible recuperación de las economías, aunque no del daño al tejido social y empresarial, y que hay un cambio de rumbo en la política exterior norteamericana luego de la victoria de Joe Biden, que impacta en las relaciones hemisféricas.
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