La zona aledaña a la ciudad de Tranqueras, en el departamento de Rivera, es reconocida por ser la tierra donde se produce gran parte de la sandía que se vende en todo el país. A raíz de las copiosas lluvias, febrero marcó un fin abrupto a una zafra que venía complicada a nivel de precios.
Fernando Labadie es un productor agrícola tranquerense, “me fui al campo a los catorce años, mi padre plantó sandía durante cincuenta años, aunque ahora ya no lo hace más”, comenzó relatando a La Mañana sobre sus inicios en la agricultura.
“Entonces seguí yo con la producción. A los dieciocho empecé a plantar de forma independiente, y fui probando. Tuve algunas personas que me ayudaron, y siempre fui plantando alrededor de diez hectáreas, me considero un productor mediano. Es lo que aprendí a hacer, y en estos casi treinta años, solo una vez, en el año 2000, no planté”.
Un trabajo de todo el año
Labadie produce en las cercanías de Tranqueras, camino a Laureles, en Brigada Civiles. Asegura que la plantación de sandía, si bien es zafral, implica una labor que no se detiene en ningún momento del año.
“Hay gente que dice que con la sandía se trabaja seis meses al año, pero en realidad es un trabajo constante. Ahora estamos terminando, tenemos que emparejar las tierras y salir a ver tierra nueva, ya hay que echar herbicida y empezar a alambrar o a arar en mayo. En junio se prepara la tierra y en julio comienzan algunos la siembra. Yo planto en los primeros días de agosto”.
Varios meses después, antes de comenzar el verano, salen las primeras sandías, aunque la fecha puede variar entre el primero y el quince de diciembre. “Este año la cosecha arrancó lenta, porque venía medio variado el clima, había un poco de seca, y luego empezó a llover normal. Pero el 5 de diciembre ya salió cosecha, fui uno de los primeros de la zona”.
Precios a la baja reducen el margen de ganancia
“Durante diciembre se vendió bien, después ya en enero había bastante oferta y bajaron los precios con que estábamos llevando al mercado, y no hubo mucha ganancia. Ahora en febrero, que arrancó a llover peor todavía, para la sandía no se precisa tanta lluvia”, aseguró en referencia a las copiosas lluvias en el norte del país los primeros días de febrero.
Pero Fernando no le atribuye culpas a la pandemia con respecto a la producción, “me parece que no se vio afectada por la pandemia, hubo buena producción, todas las chacras dieron buen rinde, la gente trabajó y se vendió la sandía, pero a bajo precio. Ahí se nota que hay falta de plata, trabajo, y turistas”, afirmó.
“Los puestos de venta por menor sobre las rutas también fueron lentos, acá en Rivera no se vende mucho, tenes que salir a lucharla, llevar al mercado, buscar clientes en la ruta por el sur. Cada uno tiene sus clientes y trata de agarrarlos. Hay un juego de oferta y demanda que hay que acompañarlo y, por lo tanto, fuimos tirando los precios abajo porque si no nos quedamos con la fruta”.
En ese proceso de negociación directa con los clientes, Fernando realiza él mismo el trabajo de viajar con su producto hacia el mercado en busca de potenciales y antiguos clientes. “Yo soy uno de los pocos productores que viajo, llevo veinte viajes al mercado, voy y vengo todos los viajes, reparto en la ruta 5 a los clientes que tengo y la mitad de la carga la dejo en el mercado”.
“Este año estuvo lento, pero se vendió, el tema es el precio, que fue como si estuviéramos en el 2005, cuando era a $3 o $4, cuando tenes $2 o $3 de gasto. Yo llevo a los clientes directamente, el que está en el mercado saca algún peso más, pero no es una venta buena, la sandía a menos de $7 el kilo ya no es fácil sacarle ganancia”, dijo con preocupación.
La mudanza del Mercado Modelo que hará ganar tiempo a la sandía
La nueva Unidad Agroalimentaria de Montevideo ya está pronta para comenzar su operativa, comentó Fernando, “pero para la sandía irán muy pocos, ya casi está terminada la zafra, pero si va alguna seguramente la venda, porque la gente va a ir, de todos modos”.
El productor norteño no presentó mayores preocupaciones por el cambio de locación. “Se comenta que está hecho muy amplio, hay mucho espacio, y la gente lo irá conociendo. Nosotros tenemos todo el año para que se desarrolle el mercado nuevo, y cuando vuelva la sandía ya vamos a arrancar de nuevo cuando esté todo bien organizado”, reflexionó.
Aunque aseguró que si la zafra siguiente mantiene los precios bajos podría generarse un problema, “escuché que va a ser un poco más caro, y si llegamos a vender a precios bajos como este año, vamos a ganar aún menos”.
“Los productores están hablando de reducir un poco la producción para poder vender bien y a buen precio. Siempre hay productores nuevos que prueban, y con esto de la pandemia que no hay mucha cosa que hacer, hizo que se sumen hectáreas de producción. Por eso, estamos hablando de unirnos y plantar un poco menos, en otro lados ya hay cooperativas que funcionan en base a lo que se pueda vender”, contó sobre la iniciativa que han ideado junto a productores de la zona.
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