Cabellera albina siempre despeinada y vestimenta desalineada, el polémico Boris Johnson arrasó en las elecciones internas del Partido Conservador y fue elegido como primer ministro de Reino Unido. “BoJo”, como le dicen afectuosamente, es una figura que despierta tanto apoyo como rechazo en su país, pero nadie pasa indiferente a sus acciones. De padres británicos pero nacido en Nueva York, teniendo doble nacionalidad, primero de seis hermanos, estudió en el exclusivo colegio Eton, el cual le ha dado 19 primeros ministros a Reino Unido.
El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, advirtió al premier británico sobre la posible desintegración del Reino Unido gracias a un Brexit sin acuerdo
Su posición anti europeísta comenzó como periodista corresponsal para la Unión Europea del diario inglés The Daily Telegraph en Bruselas, al escribir “El Plan Delors para gobernar Europa” se convertiría en el periodista favorito de Margaret Thatcher. Luego parlamentario y después alcalde de Londres, recordado por haber promovido un sistema de bicicletas públicas conocidas como Boris Bikes (Bicicletas de Boris), bajar la tasa de criminalidad y celebrar los Juegos Olímpicos en 2012. En 2015 apoyó la campaña del Brexit, siendo figura relevante y miembro del comité de campaña. Después fue por dos años ministro de Relaciones Exteriores durante el gobierno de la conservadora Theresa May.
Johnson fungió como un jefe de diplomacia con nada de “diplomático” en sus palabras, al ser recordado previamente a su investidura por afirmar en un artículo en 2007 que la entonces senadora Hillary Clinton era una “enfermera sádica” y luego en 2016 hacer un poema satírico sobre el presidente turco Recep Tayyip Erdogan. Renunciaría luego por diferencias con May respecto al manejo del Brexit. Irónicamente su familia está a favor de la Unión Europea y su padre fue eurodiputado, aunque apoyan a su hijo en sus decisiones.
Entusiasta acérrimo en darle fin a este proceso, el cual ya lleva tres años sin llegar a una solución, el pasado jueves Johnson afirmó enfáticamente en su primer discurso como primer ministro que “el Reino Unido abandonará la Unión Europea el próximo 31 de octubre sin peros o condiciones y con acuerdo mejor”. Preparado con un gabinete antieuropeo y pro Brexit, se encuentra entre ellos el estratega y asesor político Dominic Cummings, Director de campaña de “Vote Leave”, la campaña oficial del Brexit. Pensando en todas las opciones políticas, este gabinete está incluso planeando aprobar un presupuesto de emergencia y al mismo tiempo lanzar una campaña de información ante la eventual ruptura sin acuerdo con Bruselas. Pero a la vez Johnson en las próximas semanas se reunirá para intentar renegociar el acuerdo con el presidente de la Comisión Europea, Jean Claude Juncker, como también con su sucesora Ursula von der Leyen. Según ha trascendido, la Unión Europea está firme en no volver a negociar este acuerdo, el cual ha sido tres veces rechazado en el parlamento de Reino Unido.
El mayor problema a solucionar es la “salvaguarda irlandesa”, a la cual Johnson pide que la Unión Europea renuncie como condición para un Brexit negociado. Siendo esto “inaceptable”, afirma el negociador europeo, Michel Barnier. La salvaguarda irlandesa es un mecanismo para impedir la reimposición de controles fronterizos entre la República de Irlanda (país miembro de la UE) y la provincia británica de Irlanda del Norte luego del Brexit. Cabe recordar que en Irlanda del Norte más del 55% votó a favor de permanecer en la Unión Europea. Sin acuerdo alguno, las dos partes de Irlanda estarían bajo un distinto régimen de aduanas y regulaciones, afectando el comercio y la circulación de personas, algo que ya ha levantado polémica en la vecina República de Irlanda. El primer ministro irlandés, Leo Varadkar, advirtió al premier británico sobre la posible desintegración del Reino Unido gracias a un Brexit sin acuerdo. “Los que se definen como nacionalistas moderados o católicos moderados, que están más o menos contentos con la situación actual, empezarán a mirar hacia una Irlanda unida”, afirmó Varadkar. Situación en que los dos partidos mayoritarios de Irlanda, Sinn Fein y Fianna Fáil intentarán promover la unificación de la isla.
La líder del Partido Conservador de Escocia, Ruth Davidson, afirmó que “no promoverá ni apoyará un Brexit duro”
Mientras tanto, Escocia también está en contra de una salida sin acuerdo y la líder del Partido Conservador en dicha nación, Ruth Davidson, afirmó que “no promoverá ni apoyará un Brexit duro”. En Escocia un 62% votó a favor de permanecer en la UE. A su vez la ministra principal, Nicola Sturgeon, le ha enviado una carta a Johnson para pedirle que considere una alterativa a tal acción. En la misiva también le informa que está interesada en reunirse para discutir las propuestas de un segundo plebiscito de independencia y le recuerda que su gobierno “continuará con el trabajo legislativo para iniciar el segundo referéndum”, el cuál desea que sea antes de 2021. “El derecho del pueblo de Escocia a determinar su propio futuro es un principio democrático básico que debe ser respetado” afirmó. De realizarse un Brexit sin acuerdo, Boris Johnson podría ser recordado como el último primer ministro de Reino Unido.
Las Islas Malvinas tendrían un impacto negativo por un Brexit “duro”
Desde el archipiélago ven con mucha inquietud una salida sin acuerdo, la cual podría traer problemas económicos. El mayor producto de exportación de las Islas Malvinas es el pescado, siendo 90% vendido a la Unión Europea, por un valor mayor a 139 millones de euros, un 40% de su PBI. También buena parte de la segunda mayor exportación (carne y lana ovina) está dirigida al bloque.
La integrante de la Asamblea Legislativa, Leona Roberts, afirmó que “no cuestionan el Brexit y que respetan el derecho del pueblo a decidir su propio futuro” pero esto podría traer “aranceles de un 42% a nuestras mayores exportaciones, impactando ampliamente a nuestra economía”.
No solo la economía se vería afectada, sino también el cuidado de la fauna local, ya que podrían perderse los fondos por 6 millones de euros que la Unión Europea provee por protección ambiental y animal que son usados para el cuidado de la gran población de pingüinos monarcas que habita en las islas.