Kenneth Coates, doctor en Economía por la Universidad de Stanford y exdirector ejecutivo del Banco Mundial dijo que Uruguay debe pensar en una política industrial que involucre a todos los sectores económicos del país y sea “un gran programa de Gobierno y de Estado”.
En declaraciones al programa La Voz de La Mañana que se transmite los sábado a través de radio Oriental, Coates dijo “que el término política industrial es un poco engañoso porque induce a pensar que se trata de invertir en grandes industrias cuando no es así, porque puede aplicarse a cualquier sector con potencial de crecer y crear empleos, sea agrícola, pecuario, digital, cine, piscicultura”.
En ese sentido, el ejemplo más claro de Uruguay está en el tema de la forestación “que tuvo un largo período de incubación respecto a preferencias para invertir en suelos de calidad inferior y una vez que había una masa crítica de forestación suficiente en el país llegaron las pasteras que son la parte industrial del tema y que han sido exitosas porque son una parte importante de las exportaciones que hace 30 años no existían”.
No obstante ello agregó que fuera de la forestación “Uruguay no ha tenido muchas políticas de esta naturaleza, la forestación es casi el único caso”.
El doctor en Economía y columnista del semanario La Mañana agregó que “el problema inmediato” de Uruguay es la pandemia y que en ese contexto “hay que impulsar medidas a corto plazo para atender las situaciones especialmente de las pequeñas y medianas empresas que no tienen la defensa que tienen las empresas más grandes, pero tampoco hay que perder la visión de largo plazo”, advirtió.
Explicó que una política industrial “apunta a programas de largo alcance”, y citó ejemplos exitosos en la región: el salmón o la industria frutícola en Chile, o la floricultura en Colombia. “Son políticas que tiene que estar 5 o 10 años para crear éstas industrias y comprobar que sean rentables”.
El problema de implementar una política industrial es que apunta “a un plazo más largo que las medidas más inmediatas que exige la situación actual en cuanto a la pandemia”, señaló.
Consultado por La Voz de La Mañana sobre cuáles son las medidas más inmediatas que debe tomar el gobierno, dijo “hay varios temas”, pero subrayó que institucionalmente se tiene que asumir “la decisión de crear un órgano nacional, interdisciplinario y con participación de todos” para determinar qué pasos dar y en qué áreas avanzar.
“Tiene que ser un esfuerzo nacional, compartido por todos y con el consenso de todos” y a su vez “tiene que haber mucho trabajo en el tema de investigación, ver cuáles son las áreas donde haya un consenso y se pueda intervenir. Tiene que haber una coordinación con las industrias y actividades existentes porque en muchos casos las nuevas actividades pueden sumarse ya sea como mercado comprador o como mercado vendedor”, explicó.
“Es un gran proyecto nacional, no es una curita para tapar una cosa menor. Tiene que ser un programa de Gobierno, de Estado”, ahondó.
Uruguay tiene que decidirse dónde quiere avanzar
Respecto a cómo ve el mundo Coates dijo que por el manejo de la pandemia “estamos en aguas desconocidas, pero poco a poco estamos viendo una salida, poco a poco los niveles de empleo en los grandes países industrializados están recuperando sus niveles” y aunque “todavía falta, ya han recuperado más de la mitad de los empleos perdidos desde la llegada de la pandemia”.
Y aunque la inflación muestra “algún aumento, no es como para preocuparse demasiado, y uno espera que de aquí a un año haya una normalización en la mayoría de los países, con un regreso al crecimiento a niveles prepandémicos, como China que ya lo ha hecho y está creciendo a niveles bastante respetables. Creo que estamos saliendo de una situación comprometida”, sintetizó.
En esa situación global, “Uruguay sigue con un problema importante para lograr crecer; Uruguay no está logrando un crecimiento interno, tenemos impulsos de crecimiento que nos vienen de afuera por los precios de los productos primarios pero la economía uruguaya en sí no está creciendo ni creando empleo, y para eso tenemos que encontrar nuevas actividades” que posibiliten el desarrollo del país.
“Para eso son las políticas industriales, que no son fáciles, que son riesgosas, complejas, hay que saber muy bien qué se está haciendo porque hay que intervenir y cuando un gobierno interviene en los mercados tiene que analizar muy bien qué es lo que está haciendo porque pueden haber consecuencias imprevistas”, aseveró.
Lo positivo de nuestro país es su robustez institucional: “Uruguay es un país que institucionalmente tiene la robustez como para implementar estas políticas de forma eficiente, el tema es decidirnos de una vez y conseguir los recursos para poder fomentar e identificar” dónde se quiere avanzar. “Un gran problema es identificar cuáles son los sectores, las áreas que parecen tener algún potencial para el crecimiento”, especificó.
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