La Coalición de gobierno está sólida, muy sólida. Y Cabildo Abierto, que es y seguirá siendo uno de sus más firmes puntales, tiene el firme propósito de mantenerla unida hasta el fin del mandato, y más allá si se quiere.
Naturalmente que existen diferencias con los demás partidos que la integran, pero son mucho mayores las coincidencias, en lo que es básico. No será, precisamente el Frente Amplio quien pueda presumir coincidencias totales, cuando es secular la lucha ideológica entre los partidos socialistas, los comunistas y los anarquistas, para dejarlo ahí, sin abundar.
Pero, como decimos, se comparten las bases filosóficas y políticas fundamentales: la defensa de la Constitución y la institucionalidad democrática, la lucha contra la corrupción en el Estado, la mayor eficiencia de los servicios públicos y el adecuamiento de sus costos. La priorización de la salud en la lucha contra la pandemia, sin descuidar la economía, en consonancia con “la libertad responsable” que propugna el Dr. Lacalle, las iniciativas legislativas que han sido anunciadas públicamente y han sido acompañadas y seguidas por los otros socios de la Coalición, en gobernar al servicio de los intereses populares en beneficio de los sectores más carenciados, atendiendo sus necesidades de trabajo, salud y vivienda. En apoyar la reforma educativa y de seguridad, en acompañar las políticas sociales y de previsión y compartir la política de relaciones exteriores que desarrolla el gobierno.
Cabildo Abierto, que todavía viene pagando tributo a lo que ha sido su tan reciente como exitosa aparición en la escena política, como partido con breve historia y aun en trance de organización completa, para su mejor funcionamiento, tiene por supuesto un perfil propio.
Esa identidad de partido artiguista, nacionalista y pluriclasista le ha permitido obtener un su debut electoral un considerable apoyo del electorado. Por ello, está muy lejos de ser un partido “militar” como se le quiere motejar, con obvio sentido peyorativo. Lógicamente que, orientado por un militar carismático, de brillante carrera, y enorme prestigio en su medio, tiene el valioso aporte de oficiales que lo conocieron y le brindan su apoyo, sin negar su condición.
Hace tiempo que, en nuestro medio social, se ataca duramente a las Fuerzas Armadas; Cabildo Abierto se empina sobre esa animadversión que fomentan quienes siempre las han mirado con recelo, o fomentan su eliminación o las juzgan por un pasado que nada tiene que ver con las actuales. Pues hoy día demuestran a cada paso su colaboración y ayuda a la población civil en toda circunstancia calamidad o urgencia para las que son convocadas (asistencia, seguridad, alimentación, alojamiento, traslados, etc.).
Cabildo Abierto en el gobierno, viene prestando una gestión sólida y eficaz, como se aprecia en Salud y Vivienda, para tomar solamente el ejemplo de sus Ministros.
No obstante, es el blanco de todos los ataques. Desde alusiones directas a sus integrantes, o los comentarios insidiosos que se echan a volar, como una inexistente molestia o reproche del señor Presidente, o las descalificaciones injustificadas o rumores inciertos de aviesas intencionalidades.
Cabildo Abierto molesta, genera envidias de recién llegado y sospechas por la sola condición militar de alguno de sus integrantes, y en cierta prensa una aversión y un malestar inocultables.
A pesar de los ataques que recibe, ni el General Manini ni los integrantes de Cabildo Abierto detienen su marcha para contestarlos.
En todo caso, nuestro partido – como lo hemos dicho siempre – seguirá marcando el rumbo, sumando propuestas, definiendo políticas, sugiriendo caminos, sin mirar hacia el costado ni ocuparse de rebatir, polemizar o discutir.
Su objetivo es más grande y más fecundo: servir al país y a su gente.
Y como decía Rudyard Kipling en su poema, aquel “Sí” inolvidable: “tu resistirás si el qué dirán te encuentra inconmovible”
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