Existe una laguna jurídica en torno a este tipo de plataformas y, para evitar que se conviertan en monopolios, es necesario generar una regulación que garantice la competencia en el mercado digital, que se expande cada vez más. Así lo dijo a La Mañana la economista uruguaya Rosina Rodríguez, ganadora del Premio Nacional de Economía, que está culminando su doctorado en la Universidad de Michigan.
Es la primera mujer en ganar el Premio Nacional de Economía. ¿Qué representa para usted ese logro?
Es un honor a nivel profesional; siempre he admirado a todos los economistas que han ganado este premio. Más allá de eso, estoy contenta de ser la primera mujer en haberlo obtenido, sobre todo, dados los estereotipos que existen en los ámbitos donde me desempeño.
La mayoría de las personas que estudian economía y que se dedican a la academia son hombres, y más en el campo que yo elegí, que es la microeconomía teórica. Este reconocimiento para mí es muy importante y espero que inspire a otra gente que está en duda sobre si dedicarse a esto o no, a que lo haga.
¿De qué se trata la investigación que presentó para el concurso?
Empecé este trabajo pensando en algunas discusiones que había en Europa y Estados Unidos, sobre si regular o no qué información pueden compartir con otros competidores las plataformas en línea como Amazon.
Lo importante de estos nuevos mercados es que tienen un doble rol: al vender sus propios productos pueden procesar y adquirir un montón de información que no es fácilmente accesible para otras compañías, y al mismo tiempo son competidores en el mercado (de las empresas que también venden a través de estas plataformas).
¿Eso qué les permite hacer?
Les da la opción de utilizar esa ventaja informativa que tienen sobre sus competidores y elegir de qué manera quieren compartir la información acerca de las preferencias de los consumidores e, indirectamente, afectar cuáles son los precios que estas empresas están dispuestas a poner.
Lo que demuestro en este paper es que cuando estas compañías ofrecen sustitutos, va a ser óptimo para una plataforma como Amazon compartir toda esa información, pero que, desde el punto de vista regulatorio, un regulador puede incrementar el excedente de consumidor y también el bienestar, al restringir la manera en que la información es compartida.
En particular, lo que va a ser óptimo es divulgar información de manera privada y esto lo que hace es generar incertidumbre entre la información que estas empresas tienen, o sea, yo no sé qué tipo de información observó la otra compañía y, por lo tanto, esto produce mayor volatilidad de precios y la oportunidad de estos consumidores de beneficiarse al elegir en qué empresa prefieren comprar sus bienes.
“Siempre me gustó todo lo que es microeconomía teórica, pero, específicamente, los problemas que están relacionados con la organización industrial o la regulación, y la competencia está en la intersección de ambas”
¿Qué la llevó a especializarse en el tema de la competencia?
Siempre me gustó todo lo que es microeconomía teórica, pero, específicamente, los problemas que están relacionados con la organización industrial o la regulación, y la competencia está en la intersección de ambas. Es decir, se trata de la organización industrial de un mercado y cuáles son las variables para poder pensar en sistemas regulatorios en estos contextos. Siempre me pareció muy interesante, también, por el efecto que tiene en los mercados y en los consumidores.
¿Cómo ve el marco jurídico y administrativo en Uruguay para la protección de la competencia? ¿Hay cosas para mejorar en ese sentido?
No sé bien en qué etapa regulatoria está Uruguay en este momento. Lo que sí sé es lo que está pasando ahora, más que nada en Europa y en Estados Unidos, donde compañías como Amazon tienen un porcentaje de mercado muy importante y, a diferencia de otro tipo de mercados, no existe regulación que determine cómo la información desde estas plataformas puede ser compartida a los vendedores que venden en las mismas.
Las plataformas tienen clientes, que son los compradores, pero los vendedores también pueden ser considerados como clientes, y este hecho las habilita, bajo las regulaciones anteriores, a compartir información, y no hay ningún tipo de regulación que hoy se especifique en este canal.
Entonces, tenemos estos nuevos tipos de mercado donde en un rol competimos, pero en otro sos mi cliente, y esto genera como una laguna jurídica por la cual puedo compartir información donde no podría, por ejemplo, como si Tienda Inglesa y Devoto compartieran información entre ellos.
¿Cómo surgió su interés en el área de la economía de la información?
En economía podés pensar en dos maneras de incentivar a los agentes económicos a tomar determinadas decisiones. La más tradicional, y en la que se han hecho más estudios hasta el día de hoy, es pensar en cómo puedo diseñar un sistema de pagos de manera de incentivar a los agentes a tomar determinadas decisiones, entonces, podés pensar en impuestos o subsidios.
Hay otra rama que en este momento se está explorando un poco más, que es la economía de la información. La idea es, en vez de pensar en diseñar esos sistemas de pagos y usarlos para incentivar a los agentes, lo que hacés es diseñar y utilizar la información que les das a ellos. Entonces, indirectamente, influenciás las decisiones de estas personas compartiéndoles cierta información. Para mí, eso es súper interesante.
En ese caso jugás con la incertidumbre que los agentes puedan tener sobre determinada variable, como cuál es el nivel de la demanda hoy, si es alta o baja, o si tal inversión va a ser buena o mala. O sea, jugás con la información que das, influenciás en lo que ellos piensan y en las decisiones que van a tomar.
“Compañías como Amazon tienen un porcentaje de mercado muy importante y no existe regulación que determine cómo la información desde estas plataformas puede ser compartida a los vendedores que venden en las mismas”
Decía que hoy no hay un marco regulatorio que rija sobre eso.
Claro, hay muchas discusiones, principalmente, por el hecho de que no es tan común en mercados tradicionales que haya una asimetría de información tan importante entre un competidor y el otro.
Al tener esa plataforma online, cualquier transacción o búsqueda de los consumidores revela información sobre la preferencia de los mismos y su disposición a pagar por determinados productos. Esto implica que haya ciertas empresas que son enormes y que tienen toda esta información que antes no era tan fácil de acumular.
Y concluye que debería haber un marco regulatorio.
Eso es lo que demuestro en mi paper, que hay un rol para regular estos mercados, específicamente, en qué tipo de información dejás que estas empresas compartan con sus competidores. En este estudio me enfoco en los efectos a corto plazo, pero ahora también estoy trabajando en los de largo plazo.
¿Cuáles son?
Estas plataformas como Amazon pueden elegir qué información compartir para tratar de incidir en que algunas empresas salgan del mercado. Si esto hace que se genere una industria en la que haya un monopolio, claramente va a ser malo para los consumidores a largo plazo.
Por lo tanto, tenés que balancear estos dos efectos: a corto plazo, restringir información compartida para beneficiar a los consumidores y, a largo plazo, dejar que alguna información sea compartida para asegurarte de que estas empresas están compitiendo en el mercado y que lo seguirán haciendo.
“Plataformas como Amazon pueden elegir qué información compartir para tratar de incidir en que algunas empresas salgan del mercado. Si esto hace que se genere una industria en la que haya un monopolio, claramente va a ser malo para los consumidores a largo plazo”
¿Qué aplicación específica al tema del estudio encuentra en nuestro país?
Creo que en este momento en Uruguay no hay algo que se alinee totalmente con este tipo de idea. Con la pandemia hubo un incremento en las transacciones en línea, pero no sé si hay una plataforma en la que ella misma sea vendedora y, a la vez, sea un mercado. Se podría pensar si, por ejemplo, Mercado Libre también ofreciera sus propios productos.
Igualmente, esto es algo que va a llegar a todos lados. Amazon es una empresa que se está expandiendo cada vez más a nivel mundial y creo que lo va a seguir haciendo. En Estados Unidos yo no compro nada si no es por Amazon, que lo hacés con dos clics, y en Europa es igual.
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