Cada vez son más los clubes uruguayos que adquieren la modalidad de Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) para subsistir en el negocio del fútbol. Durante el periodo de intervención de la AUF, la FIFA sugirió que los clubes uruguayos pasaran a ser SAD, con excepción de Peñarol y Nacional. Actualmente son 16 los clubes que tienen esa estructura y no todos los casos han sido positivos.
Las SAD son un subtipo de Sociedad Anónima que surgió en España en 1992 con el Club Valladolid y luego se replicó en la mayoría de los clubes de ese país (salvo Athletic de Bilbao, Barcelona, Osasuna y Real Madrid) y en la mayoría de los clubes de las otras principales ligas de Europa: Alemania, Inglaterra e Italia.
En Sudamérica, el caso más conocido fue el resistido cambio institucional (por gran parte de sus hinchas) de Racing Club de Avellaneda (Argentina) que pasó a ser gerenciado por Blanquiceleste S.A. en diciembre de 2000. En 2005, los tres equipos más grandes de Chile (Colo-Colo, Universidad de Chile y Universidad Católica) debieron cambiar su figura jurídica para evitar la quiebra.
Es que la mayoría de las transformaciones de Asociaciones Civiles a SAD que surgen en Sudamérica se efectivizan cuando los clubes entran a concurso de acreedores, como el caso de Huracán Buceo en Uruguay que espera su homologación final.
El nacimiento de las SAD en Uruguay
Las SAD están instauradas en nuestro derecho nacional a partir de la Ley 17.292 (2001) como alternativa a las Asociaciones Civiles sin fines de lucro. Bajo este modelo los clubes deberán tener como único objeto social “la participación en competiciones deportivas oficiales y el desarrollo de actividades deportivas”, según el Art. 70 y, además, estas instituciones “estarán exoneradas de todo impuesto nacional” (Art. 82), al igual que los clubes de fútbol tradicionales.
Mediante esta nueva modalidad, las instituciones pueden cederle la administración de su activo a un inversor por un tiempo determinado (contratos que habitualmente tiene una extensión de entre 10 y 20 años).
En diálogo con La Mañana, la Dra. Silvia Etchebarne, explicó que las SAD se quedan con la parte deportiva, la gestión en la AUF, la licencia de FIFA y todos los derechos sobre los jugadores. “Es una especie de gerenciamiento que viene a subsanar la incapacidad de los dirigentes. Porque el problema es que el modelo actual de los clubes no funciona, y este nuevo modelo surgió por una cuestión de transparencia y de mejor gestión de los clubes uruguayos que son deficitarios”, señaló.
Según Etchebarne, “normalmente buscan clubes que tengan poca hinchada” (como Montevideo City Torque), porque para que un club se pueda transformar en SAD, esta tiene que ser previamente aprobada por las asambleas de socios. Precisamente, un club con mucho arraigo barrial como es Racing de Sayago, se convirtió en una SAD en febrero, luego de una acalorada y reñida votación.
Un fallo histórico que marcó jurisprudencia
Deportivo Maldonado fue el primer club del futbol uruguayo en convertirse en SAD, cuando a fines de 2009 fue intervenido económicamente por un grupo internacional manejado por el empresario inglés Malcolm Caine. El club que pasó a llamarse Deportivo Maldonado S.A.D. firmó un acuerdo hasta el 2024 con el capitalista británico. Caine junto al abogado Graham Shear, son operadores de la mega empresa de jugadores de fútbol Stellar Group, liderada por Jonathan Barnett desde Londres, y que durante años utilizaron el club uruguayo como plataforma para transferir futbolistas argentinos y brasileños a clubes del exterior.
A través de Deportivo Maldonado se transfirieron decenas de jugadores. El caso más mediático y testimonial fue el traspaso de Jonathan Calleri, que pasó de Boca Juniors al club fernandino a cambio de US$ 12 millones. Pero el delantero argentino no jugó un solo minuto en el Depor, y fue cedido a préstamo al San Pablo y posteriormente al West Ham inglés, otra vez desde el club uruguayo dueño de la ficha. De esta manera, el Stellar Group eludía a la FIFA, que prohibía que una persona física sea dueña de los derechos económicos de un futbolista, pero dejaba la ventana abierta para estas triangulaciones. Además, minimizaba la carga impositiva al negociar el jugador desde Uruguay y no desde Argentina.
Esta práctica habitual entre los noventa y la década del 2000 denominada “pases puente” también involucraba a otros clubes uruguayos, como Sudamérica, Fénix, Progreso, Bella Vista, Cerro, Boston River y Rampla Juniors, por lo que en 2012 la AFIP de Argentina suspendió la licencia a 146 intermediarios de jugadores. Si bien, en los últimos años la FIFA cambió los estatutos y ahora es mucho más estricta para evitar estas maniobras, Deportivo Maldonado logró torcer una resolución de la DGI de gravar el Impuesto a la Rentas de las Actividades Económicas a las SAD.
El fallo del Tribunal de lo Contencioso Administrativo (TCA) en 2015 que le dio la razón a Deportivo Maldonado SAD, contradiciendo la disposición de DGI de 2010, fue un impulso para que los clubes de fútbol se decidan a adoptar la modalidad jurídica de SAD, ya que les permitirá captar inversionistas privados y, al mismo tiempo, estar exonerados del pago de IRAE por concepto de transferencia de jugadores.
Según estableció la FIFA en 2015, los clubes -que en Uruguay operan en su gran mayoría bajo la modalidad de sociedades civiles y, por tanto, están exonerados de tributar por las transferencias- no pueden asociarse con privados para la venta de futbolistas y los acuerdos con inversores solamente podrán realizarlos aquellos clubes que hayan adoptado la modalidad de SAD. El TCA aclaró en el fallo que estas exoneraciones son exclusivas para las transacciones de jugadores genuinos del club de origen, que se acompasa con los cambios de la FIFA que solo permiten transferencias de jugadores de club a club.
Etchebarne discrepa con el fallo porque “el grupo inversor viene a ganar plata, ¿por qué no le gravas el IRAE? Me parece que el criterio que usaron fue el de fomentar que hubieran más SAD y fueron laxos con un impuesto que para mí corresponde, porque además desnaturaliza lo que es la S.A., que es un inversor”.
El consejo de la FIFA a los clubes uruguayos
Durante la intervención de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (entre agosto de 2018 y mayo de 2019) por los escándalos eleccionarios en la AUF, la FIFA sugirió que todos los clubes del fútbol uruguayo (salvo Peñarol y Nacional) deberían pasar a ser SAD. Esta recomendación del ente mayor del fútbol pareciera que tuvo buena recepción por parte de los clubes del fútbol uruguayo, ya que actualmente 16 instituciones están bajo la modalidad de SAD.
En primera división, a las cinco SAD que disputaron el campeonato anterior (Boston River, Deportivo Maldonado, Montevideo City Torque, Plaza Colonia y Rentistas) se le sumó Sudamérica que ascendió de la segunda división; campeonato de doce equipos en el que ahora jugarán seis SAD: Albion, Atenas de San Carlos, Central Español, Juventud de Las Piedras, Racing y Rocha.
En tanto, en tercera división (que es amateur) Colón, Huracán Buceo, La Luz y Miramar Misiones también pasaron a funcionar como SAD en el último tiempo.
El del Torque es el caso más reciente y auspicioso de un club uruguayo transformado en SAD. Si bien el objetivo primordial de este grupo empresarial es también la circulación de jugadores, la estructura de negocio está ligada a un proyecto deportivo concreto, lo que le permitió al equipo ascender por primera vez a primera división y a los pocos meses poder firmar un contrato con el City Football Group -dueño del Manchester City y New York City, entre otros-.
Pero no todas las experiencias fueron las mejores al incursionar como SAD. Rampla Juniors tuvo varias desilusiones con gerenciadores argentinos que se fueron al poco tiempo, y lo mismo pasó el año pasado con un grupo inversor inglés que ya tenía la aprobación societaria y el contrato firmado con la institución, pero la plata nunca llegó y el mismo cayó. Situaciones similares sucedieron en instituciones como Frontera de Rivera y Cerrito, entre otras.
TE PUEDE INTERESAR