En el contexto de la pandemia el departamento de Salto vio significativamente afectada la actividad turística, mientras el resto de las actividades económicas viven un buen momento. Las medidas del gobierno implicaron el cierre de termas y parques acuáticos, lo cual repercutió en los operarios hoteleros.
El departamento litoraleño tiene una economía diversificada en varios rubros, que incluyen producción agrícola, hortícola y ganadera, servicios, y la actividad turística, principalmente vinculada a las aguas termales.
Consultado por La Mañana, el economista y empresario salteño Luis Muguerza dijo que “cuando empezó la pandemia y se cerraron las fronteras, hubo poco movimiento y estuvo quieta la economía, pero luego hubo un gran aumento de las ventas en general a nivel del comercio, porque al cerrar las fronteras Salto se favoreció mucho. La mayoría de los comercios aumentó las ventas entre un 10% y un 30%, excepto el turismo y sus adyacentes”.
“El año pasado fue un año muy bueno para el comercio en general, y este año sigue siendo bastante bueno porque no entra mucha mercadería de Concordia, aunque ahora se empieza a ver más movimiento en ese sentido”, aseguró Muguerza.
“Después está el sector ganadero que este año está muy bien, el sector de la soja y el arroz que también están muy bien, y también hay fuertes inversiones en la plantación de cáñamo, entonces diría que en Salto la cosa está bien. La otra gran pata es la horticultura que también anda bien, de modo que lo que en este momento está mal es la del turismo”, consideró el economista.
Proyectos de ley de precios de frontera
Hasta hace unos años, entre las grandes diferencias de precios entre un lado y otro del río Uruguay se encontraban los combustibles, materia que fue subsanada por el Decreto n°398/007. “Acá el decreto funcionó muy bien, y simulando ese decreto es que surgieron dos proyectos de ley para regular los precios para el comercio en general en la frontera, por parte de Cabildo Abierto y del senador Botana”.
“Uno de los proyectos es similar al que tuvimos toda la vida acá en Salto, el tema que nos dimos cuenta de que la idea es darle un beneficio fiscal de dos o tres mil pesos en la tarjeta a la gente para que compre en Uruguay, pero no es lo mismo que en combustibles, porque acá se trata de una serie de productos, y al otorgar ese beneficio fiscal con tarjeta lo que haría la mayoría sería aplicar el descuento a los productos que salen igual que en el otro lado de la frontera, y dejaría para comprar los productos que son más baratos en Argentina”.
“Hoy en día no tenemos un instrumento que nos permita identificar determinados productos para sacarle el IVA, que en el tema de combustibles lo aplican las tarjetas directamente, sería difícil de aplicar. Es una idea que no está mal, pero no cumple con el objetivo de reducir el contrabando”.
“La otra idea propuesta implica que a cada comerciante se le de una patente por un monto determinado para que pueda importar una lista de productos determinada que son más baratos al otro lado de la frontera, formalizando una gran parte del comercio, pagando una patente del 5% de impuestos. Creo que eso podría funcionar muy bien”.
Muguerza concluyó diciendo que “seguramente el día que se abran las fronteras van a caer las ventas, y si no hay alguno de estos proyectos aplicados vamos a entrar en una crisis, porque los precios en Argentina están muy baratos. Y si bien el turismo es importante acá en Salto, no tiene el peso suficiente para sostener al comercio, que mueve mucha gente. El resto de la actividad agrícola y ganadera van a seguir andando bien”.
“Estaría bueno que hubiera un equilibrio de precios”
El comercio local en los alrededores de las Termas se vio afectado naturalmente por la enorme baja de concurrencia a los centros turísticos. Es el caso de la Panadería Don Diego, que cuenta con dos sucursales, una en la ciudad de Salto y otra en Termas. En diálogo con La Mañana, la dueña del negocio Patricia Bartaburu contó como sobrellevaron las dificultades.
“Arrancamos en el rubro en el año 2000 en la ciudad de Salto, y en Termas arrancamos en 2011. Cuando nos fuimos para allá pensamos principalmente en la gente que vive allí y en el movimiento de la ruta 3, que es de todo el año”, comentó Patricia.
“Al principio en las Termas apostamos a la gente de la zona, y de a poco fuimos arrancando a trabajar con hoteles, a los que les proporcionamos servicio de cafetería todo el día”. Pero luego, llegó la pandemia.
“Lo que nos afectó más en un principio fue el hecho de que se venía trabajando muy bien a comienzos de 2020, y se venía turismo, todos nos preparamos para eso. En el rubro panadería y supermercado lo sentimos, pero nunca paramos, intentamos que el impacto fuera el menor posible, porque tenemos mucha gente trabajando y queríamos cuidarlos. Son momentos donde hubo que ser estratégicos para que el impacto fuera el mínimo”, reflexionó.
Bebidas y limpieza, los productos con mayor diferencia
Respecto a los precios que se manejan en la actividad comercial en un departamento fronterizo, la empresaria afirmó que “a veces lo que impacta es el comentario de la gente, pasa en ciertos productos cotidianos, pero yo trato de amablemente responder que es el precio que nos toca manejar, principalmente en bebidas y limpieza”.
“Estaría bueno que se buscara una forma de que no hubiera tanta diferencia, sería justo que hubiera un poco de equilibrio en esa línea de precios”, comentó la comerciante en relación a la diferencia de precios en ambas márgenes del Río Uruguay.
“Si nosotros como comercio comprando formalmente tenemos que vender una pasta de dientes a $120 y en otros lugares sale casi la mitad, habría que ver como equilibrarlo. Pero hace años que estoy en el rubro y ese tema siempre estuvo, y nunca vi un cambio”, lamentó Patricia.
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