El diputado Rafael Menéndez (Cabildo Abierto) se refirió al proyecto de Ley Forestal de su autoría, el que fue aprobado en la Cámara de Diputados y que será tratada en el Senado: nos da “la oportunidad de hacer un balance y poder ver qué forestación hay en el país”.
En declaraciones al programa La voz de La Mañana (radio Oriental) el legislador dijo que el proyecto tiene como objetivo “establecer un marco regulatorio” a la forestación, “una actividad muy importante que genera muchas divisas para el país”, pero no por eso está “exenta de cuestionamientos”. Se “intenta que la forestación se desarrolle en aquellos terrenos de prioridad forestal definidos en la Ley 15.939”, subrayó.
Fue una ley creada en 1987 y una vez que fue promulgada “se crea el fondo forestal que establece los subsidios para que la actividad se desarrolle”, por lo cual “todos los ciudadanos aportamos muchísimo dinero” en su favor.
Respecto a los terrenos forestales definidos por la citada ley, el diputado expresó que se trata de aquellos que “no son aptos para otra producción”.
Ahora los uruguayos “tenemos la oportunidad de hacer un balance y revisión de esa actividad, y poder ver qué tipo de desarrollo forestal se ha creado en el país”, valoró Menéndez.
El diputado precisó que en el país hay “aproximadamente 1.100.000 hectáreas” dedicadas a la forestación “de las cuales 800.000 están fuera de terrenos forestales”, además de que “el 80% de la forestación existente está destinada a la producción de celulosa”.
También consideró que “es el momento de establecer por qué hay proyectos de menos de 100 hectáreas que nunca fueron sometidos a un estudio de impacto ambiental”, teniendo en cuenta que “no hay una cifra y si la hay no se hace pública, de cuántas decenas de miles de hectáreas no han pasado por ese estudio de impacto ambiental”.
Esas son todas cosas que “el proyecto de ley intenta regular sin tener la intensión de ser un palo en la rueda, pero sí pretende un desarrollo amigable con los otros tipos de producciones” que tiene el país y que “todos estos años han competido en clara desventaja”, porque si hay que definir en “dos palabras” cuál ha sido el sustento del desarrollo forestal, “esas son subsidios y exoneraciones”.
“No hay que ser ingenuos sobre los aportes” de los uruguayos
Menéndez dijo tener presente que desde 2007 los subsidios directos a la forestación se retiraron, “pero concomitantemente tenemos la instalación de la primera planta de celulosa que lo hace en zona franca y en poco tiempo tendremos tres plantas de celulosa. No hay que ser ingenuos sobre el aporte que le vamos a hacer los uruguayos a este nuevo emprendimiento, lo que va a ocasionar que el modelo celulósico siga compitiendo en desigualdad de condiciones con los otros sectores”.
Respecto a los proyectos forestales menores a 100 hectáreas, dijo que realizó un pedido de informes a la Dirección Forestal (Ministerio de Ganadería, Agricultura y Pesca), recibiendo como respuesta que “ellos no llevan un registro de cuáles son esas hectáreas”.
“Tampoco se nos dieron cifras sobre cuántos miles de hectáreas están forestadas en proyectos menores de 100, y eso es muy grave porque tenemos miles de hectáreas forestadas en zonas de cuencas, en zonas de recargas de acuíferos”, advirtió.
Para “corroborar el grave impacto forestal que eso tiene, hace pocos días se publicó en la revista Forestal un estudio llevado a cabo por la Universidad de Carolina del Norte (Estados Unidos) en conjunto con INIA y la Universidad de la República, sobre cuencas menores forestadas y no forestadas. El estudio es concluyente: aproximadamente existe un 25% o 30% de diferencia entre campo natural y zonas de forestación en cuenca donde se provoca un altísimo desbalance en el ciclo hidrológico. Eso es muy grave y claramente afecta los cursos de agua. El estudio establece también una disminución de Ph que no deja de ser importante”, mencionó.
Por tanto “independientemente del número de hectáreas que prevea el proyecto forestal, éste debe pasar por la aprobación de la Dirección Forestal y del Ministerio de Medio Ambiente”.
El proyecto tuvo ocho meses de debate en la Comisión
Uno de los argumentos esgrimidos por los opositores del proyecto de Ley Forestal es que se aprobó sin la debida discusión, sin embargo, el diputado Menéndez señaló que eso no es así. “Esas son afirmaciones absolutamente falsas” porque el proyecto “ingresa a la Comisión (de Ganadería de Diputados) en abril de 2020, y durante 8 meses estuvo sobre la mesa”, tiempo en que se recibió a varios actores vinculados al tema como productores forestales, contratistas, productores de madera para aserrío, a la Dirección Forestal junto al ministro de Ganadería, Carlos Uriarte, que concurrió en dos oportunidades y el movimiento por un Uruguay sustentable.
“Es decir que comparecieron todos los que pidieron audiencia y en más de una vez, por lo tanto fue un proyecto muy discutido” y en esas discusiones se hicieron modificaciones al texto original, quitando algunos artículos y agregando otros “considerando la opinión de todos los comparecientes”.
Por ejemplo, “el límite del 10% como tope máximo a la forestación fue manifestado en 3 oportunidades por Francisco Bonino (vicepresidente de la Sociedad de Productores Forestales), Javier Otegui (vocal) y Miguel Helou (gerente general), todos alineados con que difícilmente Uruguay de aquí a 30 años pudiera llegar a 1,6 millones que establece el proyecto de ley”.
En cuanto al trámite que corresponde siga el texto aprobado en Diputados, Menéndez dijo que “ingresó en la Comisión de Ganadería del Senado”, pero por la situación sanitaria y los cuidados que deben tenerse “todo viene muy atrasado”.
De todas formas “he escuchado opiniones de legisladores que están bastante alineados y muy contestes en hacer algunos aportes porque el proyecto sigue abierto y posiblemente salga (del Senado) algo mejorado, pero lo estudiaremos en su momento para que no se altere en su espíritu”.
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