La tragedia de Rodó
La tragedia de Rodó es la historia de su larga serie de desencuentros con Batlle y Ordóñez, que de algún modo, le costaron la vida. Bajo su torpe aliño indumentario, Rodó albergaba un espíritu fuerte que lo llevó a enfrentar a Batlle en más de una ocasión. La serie de episodios que jalonan su exilio europeo en julio de 1916, culminó con su oposición frontal a la reforma constitucional colegialista que pretendía Batlle, y que leudó en ese ejecutivo bifronte, vigente hasta el advenimiento de Terra. Abundar en la cronología excedería los límites de esta nota, de modo que dejemos que el propio escritor explique las razones de su pertinacia:
«[…] combatimos la desastrosa política de círculo; la exclusión deliberada de las fuerzas intelectuales y morales más representativas del país en la obra del Gobierno; el personalismo avasallador de la autoridad presidencial, ahogando todas las autonomías y suprimiendo de hecho todas las divisiones del poder; la exacerbación provocada y funesta de odios que aún humeaban con el vapor de la sangre. Los planes de reforma social sin orden ni adaptación, ni medida; la inquina demagógica que se saciaba en la tumba de los hombres ilustres; la práctica liberticida de la influencia moral en los comicios y en la organización partidaria, la consagración del incondicionalismo como escuela de carácter, y finalmente el propósito de trastornar las instituciones fundamentales de la República, rehabilitando formas reaccionarias de organización que la ciencia y la experiencia han desautorizado universalmente y que sólo pueden ser consideradas eficaces para fines de perpetuación oligárquica y de indefinida usurpación de la soberanía».
La revista argentina Caras y caretas, una publicación nacida en Montevideo y trasladada a Buenos Aires en 1897, y que desde esa fecha hasta su cierre en 1939, se fue convirtiendo en la más prestigiosa de la región, le había encomendado una corresponsalía en Europa. El periodista Juan José de Souza Reilly lo encuentra en agosto de 1916 en Génova:
«Pobre Rodó! Me contó la tristeza con que había abandonado Montevideo. “Si me hubiera quedado allí,-me dijo- me muero de hambre”. Yo me asombré. ¿Pero no había en Montevideo millonarios patriotas que le encargaran un libro sobre la patria, a fin de que usted no se alejara de Montevideo? Bajó los ojos; muy triste. Y en seguida me miró sonriendo mansamente».
Su salud se deteriora rápidamente. Morirá entre extraños en Palermo el 1o de mayo de 1917. Todavía puede verse en la fachada del Hotel des Palmes, que fue su última morada, la placa colocada con motivo de la visita del entonces presidente del Consejo Nacional de Gobierno, Benito Nardone.
Pero tal vez lo peor estaba por venir. Repatriados sus restos en 1920 por el gobierno de Baltasar Brum, durante los honras fúnebres que se le tributan, algunos individuos destruyen retratos de Rodó, interrumpen las ceremonias con gritos y actos de vandalismo. El legislador socialista Emilio Frugoni, explica el origen de esas actitudes. Se trata dice, de «[…] los picotazos necrófagos lanzados desde las columnas de sus diarios por el caudillo intransigente […] con quien no quiere sumarse al ejército de sus incondicionales; pero siempre dispuesto a transigir con las culpas pretéritas y las intenciones presentes de cualquier bribón que le rinda acatamiento o de cualquier aliado cuya ayuda considere útil».
El Día, había tratado a Rodó de «reaccionario» y estos actos innobles eran su consecuencia.
Ignorado, condenado al silencio, Rodó sigue soñando con una democracia que sea una «aristarquia de la moralidad y la cultura».
Guillermo Silva Grucci
CI:1.090.243-0
La abdicación
En Uruguay en las invasiones inglesas derrotamos al enemigo. Así lo narra la historia, por la fuerza no pudieron. Sin embargo, el trono a los cargos que emanan desde la presencia soberana de los orientales presenta hoy una abdicación. Esta abdicación a la presidencia de la República, a las bancas parlamentarias y ejecutivas de la nación de hoy es una realidad, repitiéndose sistemáticamente desde hace décadas ya.
Uruguay siempre está en crisis, gobierne quien gobierne, la derecha o la izquierda, da igual. Ya no saben si son progresistas neoliberales o si la derecha es progresista. Ellos mismos perdieron la brújula porque abdicaron, no controlan, solo simulan controlarlo todo. Lo único cierto es que hoy tenemos una nación bajo el total descontrol, el caos generalizado, la destrucción de la industria nacional, la inseguridad con el fin de sacar de circulación el dinero físico, así cada uno pueda ser un personaje dentro de un juego de una pantalla de computadora, significando la pérdida total de la privacidad y de la libertad. De paso alimentamos al PBI con una industria del terror basada en la inseguridad, por ende como resultado cada semana existen puestos de trabajos para guardias de seguridad, el constructor de rejas, el que vende alarmas, abogados, entre otros.
Mientras, el país va quedando desindustrializado, desquebrajándose nuestra economía. Se terminó el país productivo, solo quedó el eslogan.
El pueblo recibe discursos vacíos, carentes de contenido pero con desbordantes y fabulosos programas políticos acompañados de ideologías foráneas con bombos y platillos.
Y eso es porque abdican al cargo que emana del voto soberano para pasar a ser subgerentes o gerentes de esta nación. No necesitamos más gerentes, se necesitan gobernantes, se necesita libertad.
Artigas terminando en Paraguay los últimos 30 años de su vida tras ser derrotado, tras ser traicionado, tras ser perseguido. Si bien por la fuerza pudimos derrotar al enemigo, siempre nos controló con el dinero por medio de logias, en las que la hermandad prima por encima de la patria. Entiéndase cuando Rivera entrega parte del territorio de la Banda Oriental o el mismo Paraguay perdiendo territorio en la triste y genocida triple alianza.
Desde aquellas épocas viene la lucha de los hijos de Artigas, única parte visible del enemigo son las Islas Malvinas, ocupadas desde 1830, después la batalla fue siempre invisible a los ojos del pueblo.
Gran Bretaña obtiene los buenos frutos del proteccionismo económico cuando comienza allá por 1550, con Isabel I de Inglaterra en el trono, momentos esplendorosos desde que comienzan a industrializarse como nación, protegiendo y ayudando a la burguesía local por medio del impulso estatal.
Una vez lograda esta filosofía y convertirse en potencia la transforma en una ciencia, una ciencia que el pueblo no entiende, una ciencia que ahora sale desde las academias, desde las universidades donde hoy tenemos eruditos economistas muy prestigiosos y países fundidos.
Adam Smith lanza la tesis con el capitalismo y, años más tarde, Karl Marx lanza también desde Gran Bretaña la antítesis con el comunismo. Dos ideologías que no son de estas tierras, ideologías ambas de dominación sobre los pueblos, es por eso que es lo mismo si gobierna uno de derecha o uno de izquierda.
A diferencia de Sudamérica donde las naciones fueron todas divididas, si bien ponemos el ejemplo del dominio inglés sobre el río de la plata también existió la Gran Colombia, hoy Colombia, Ecuador y Venezuela con la misma bandera, cambia una estrellita para aquí o para allá, Panamá inclusive.
Estados Unidos tomó la misma forma de proteccionismo de su industria rechazando las ideologías extranjeras de dominio y durante 100 años lograron unidos obtener los buenos frutos del proteccionismo y reservando la economía para su pueblo.
¿Qué fue lo que hizo Gran Bretaña? Predicaba el libre comercio como filosofía de desarrollo, todo lo contrario a lo que hicieron para desarrollarse. ¿Se entiende por qué aún somos países subdesarrollados?
Hoy estas ideologías de dominación se van modernizando y aparecen ahora la ideología de género, la ley trans “una minoría de una minoría pero con una fuerza alarmante en los medios y terminan imponiéndose sobre una mayoría real” y así todo lo que sumerja al pueblo subdesarrollado en una verdadera hipnosis colectiva.
El pueblo oriental, los hijos de Artigas deben insubordinarse ante el dominio de ideologías de subordinación, llámese derecha o izquierda, hoy poseemos una deuda externa descomunal, mantenernos controlados, subdesarrollados, subordinados y en estado durmiente parece ser eterno 200 años después de frases como “No venderé el rico patrimonio de los orientales al bajo precio de la necesidad”, quedando en el olvido.
Es la hora de los hijos de Artigas, de continuar el rumbo que nos marcó como nación, el federalismo y proteccionismo de nuestra industria, del trabajo y el ciudadano de bien, siendo éste tan ilustrado como valiente.
Víctor Acosta
El país y la aeronáutica, necesita urgentemente otras cosas, no la Ley de Derribos
Mucho se habla a nivel político sobre un proyecto de ley de derribos Aéreos y es ahora el tiempo político para buscar votos, por eso damos nuestra opinión humilde e independiente de color político.
Si nuestro país fuera un país con un extenso territorio, como por ejemplo Brasil, EEUU, Rusia, China o India, valdría la pena una ley de este tipo.
Lo primero que tendríamos que hacer es identificar la plataforma aérea y que tipo de delito aeronáutico está violando o cometiendo (Ej. Narcotráfico, o no tener el plan de vuelo autorizado, etc).
Luego intercambiar dialogo radial con la plataforma aérea. Tener muy claro un protocolo para estos casos y el nivel de apronte de las aeronaves militares en condiciones, que hoy con los pocos recursos no sé si los tienen… ya que las plataformas aéreas militares de interceptación, son muy caras internacionalmente y no hay en el país.
Hacer el contacto radial directo, entre el elemento interceptor y el mando superior (P.R.O.U.), para cumplir con la orden directa (y protocolizada) y que se haga responsable de la misma, hoy no se puede hacer.
Las aerovías de nuestro país son muy rápidas de trayecto, pero suponemos que quien viole el FIR usara otra aerovía, difícil de controlar.
Por lo que mencionamos anteriormente nuestro territorio es muy corto y fácil de violar y en el caso de ser derribada una plataforma aérea, las consecuencias a terceros (léase destrozos y o afectaciones), son incalculables económicamente…
Por lo tanto se sugiere al poder político, legisladores, que no pierdan el tiempo, en esto que no les da rédito electoral ninguno.
El país y la aeronáutica, necesita urgentemente otras cosas qué son más importantes como bajar el combustible de aviación comercial, bajar las tasas aeroportuarias, utilizar comercialmente las infraestructuras cesantes de la aviación (Ej. AIC viejo o los aeropuertos del interior SUCA, SUSO, SUPY, SURV, SUMO), para zonas francas de desarrollo industrial y aplicar correctamente la ley 9977 y el decreto reglamentario 196/17.
En tiempo de ideas electorales, es ahora Uruguay, la industria necesita la potencialidad que tenemos, para que haya más trabajo en el país
En el mundo se necesitan pilotos, técnicos y aquí los hay y muy buenos.
Diego Ravera
CI: 1.301.233-3
Presidente de la Cámara Uruguaya de Industria Aeronáutica CUIA
Puerto de aguas profundas
En la edición de La Mañana del pasado 31 de julio, el Capitán de Navío (r) José Pablo Viera, en una nota de su autoría, titulada “Puerto de aguas profundas: una visión de estrategia país”, manifestó: “Uruguay debería crear un puerto de aguas profundas para no quedar “fuera” de los negocios que genera la circulación de mercaderías de las diferentes cadenas de valor para la región platense, producto no sólo de nuestras importaciones y exportaciones, sino de captar el mayor tránsito de carga para la misma aprovechando las ventajas de la geografía”.
Con el profundo respeto que me merece la opinión de este distinguido marino, considero del caso expresar mi discrepancia con sus asertos, manifestando:
Primero: Inmediatamente después que, con fecha 4 de enero de 2013, se aprobó la ley No.19.046,expuse en un periódico mi punto de vista negativo sosteniendo la inviabilidad de ese emprendimiento y luego, explicité mi argumentación, en forma más detallada, en un artículo publicado en la Revista Naval de abril de 2015 que seguramente el Capitán Viera leyó oportunamente. Esa ley pésimamente redactada con errores legislativos enormes, partía de la premisa de que se iban a presentar inversores para llevar a cabo la obra correspondiente y que las cargas que iba a operar esa terminal generaría una rentabilidad que los estimulara en ese sentido.
Segundo. Personalmente estimé que el citado proyecto era inviable, en el apartado del mencionado artículo de mi autoría sobre “la viabilidad fáctica del emprendimiento”, me extendí sobre el punto, destacando que no existía la posibilidad de captar cargas que justificasen la enorme inversión que se debía realizar al respecto, haciendo referencia a lo afirmado por el actual Presidente de la Administración Nacional de Puertos, Ingeniero Naval Alberto Díaz de que era necesario para justificar esa inversión que el citado puerto moviera anualmente 60 millones de toneladas de carga.
Tercero: Compartiendo el criterio del Ingeniero Díaz y tomando en cuenta que entre el puerto de Nueva Palmira y el de Montevideo se mueven poco más de 20 millones de toneladas de carga por año, preguntábamos, ¿de dónde van a aportarse esos 60 millones de toneladas de carga que justificasen la inversión? En el mundo de los negocios no funciona el romanticismo, ni la filantropía, funciona la competencia y el lucro, ni la Argentina, ni el Brasil nos iban a dar las cargas que justificaran esa inversión. Y el tiempo transcurrido nos dio la razón. No aparecieron ni los inversores, ni las cargas y con buen criterio el Ministro Rossi, dispuso, en definitiva, el archivo y encajonamiento de este proyecto sin perjuicio de los millones de dólares que el mismo costó y que se fueron por el drenaje.
Cuarto: Incluso, últimamente hay hechos que confirman lo que sostuvimos oportunamente. La Argentina ha efectuado un gran esfuerzo en mejorar, en especial al puerto de Buenos Aires, que ha crecido un 22% en su operativa y ello ha sido en desmedro del puerto de Montevideo que redujo su operativa, en un 15% en lo que respecta a contenedores ya que en el año 2017 movió 940 mil TEUS y en el 2018 bajo a 800 mil por la pérdida de las cargas paraguayas, fundamentalmente, que fueron captadas por el puerto de Buenos Aires.
En síntesis: sería bueno tener un puerto de aguas profundas en Rocha pero siempre que el mismo fuera rentable, siempre que estuviese asegurada su viabilidad con las cargas que justificasen la inversión. Contar con que las mismas serán suministradas por nuestros vecinos es pura ilusión.
Dr. Edison González Lapeyre
Brookings cannabis Uruguay
He observado con inquietud que el Ec. Ernesto Talvi ha designado como uno de sus referentes en materia agropecuaria al Ing. Eduardo Blasina, promotor del consumo de marihuana y uno de los dos productores locales.
El Ing. Blasina hizo una muy buena presentación hace año y medio desnudando los problemas que aquejan a los productores nacionales. Quizás en su momento no vio claramente el vínculo que existe entre el desorden y degradación que la ley del consumo de marihuana nos dejó como legado y la problemas que aquejan a los productores. Será que no circula por las ciudades del interior para observar los estragos que ha ocasionado este flagelo, que ha convertido miles de potenciales trabajadores en tóxico-dependientes.
Lamentablemente el Ing. Blasina no es un caso aislado, y uno empieza a entender las ideas del Ec. Talvi cuando se entera de sus vínculos con los propulsores del consumo de marihuana. Resulta que CERES, donde el Ec. Talvi hizo carrera, es respaldado por Brookings Institution, un instituto de investigación económico y social basado en Washington D.C., que se encuentra entre los principales impulsores de legalizar la marihuana en los Estados Unidos.
Brookings encontró en Uruguay campo fértil para exportar y testear su idea. Basta con poner en Google las palabras “Brookings cannabis Uruguay” para encontrar notas de prensa, documentos de trabajo, videos y entrevistas que nos dan una idea del apoyo intelectual y económico por detrás.
CERES es respaldado por empresas e instituciones que gozan de mucho prestigio en Uruguay. Sería importante saber su opinión al respecto, y conocer de parte de sus autoridades actuales si este prestigioso instituto tuvo alguna participación en la promoción o redacción de esta ley.
A esta altura resulta claro porque el candidato Talvi dice que mantendría la ley vigente en caso de acceder a la presidencia. ¿Tendrán las cosas tan claras los padres que mandarán sus hijos a los 135 liceos de Talvi?
Sigfrido Vaz
Uruguay no exporta celulosa
“No debemos encandilarnos con el aumento en las exportaciones; Uruguay exporta troncos; es la empresa en Zona Franca la que exporta celulosa, y esos dólares ni pasan por aquí” (economista Gustavo Melazzi).
La exportación de “celulosa uruguaya” es una mentira inventada por el Frente Amplio. Sin embargo, abusando de la buena fe de la población uruguaya, insisten en mentir diciendo que “Uruguay es el quinto exportador de celulosa del planeta”.
La prueba más contundente de que no se trata de un producto de exportación, es que la celulosa no aparece como tal en las estadísticas del Banco Central y de Aduana.
Lamentablemente la mayoría de los medios de comunicación, por ignorancia o conveniencia, adhieren a esa mentira.
Como diría el repugnante asesino Joseph Goebbels: “Miente, miente, miente que algo quedará, cuanto más grande sea una mentira más gente la creerá”.
Alejandro Castro Guecaimburu
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