Internacionales
24 de agosto de 1954
Depuesto por un golpe militar y conducido al suicidio, Brasil llora la muerte de un Estadista que siempre veló por los intereses de su pueblo. Nacido en 1882, en San Borja, Río Grande del Sur, cuna también de nuestro “Andresito”, en las otrora Misiones Orientales. Miembro de una familia de poderoso ascendiente en el Estado sulino, encontró en el propio ambiente hogareño las raíces de una vocación política que en el curso de su existencia vería cumplida en términos de gran amplitud. Primero fue en su natal Río Grande del Sur. A los veinticinco años ya era diputado en la Asamblea Estatal y pronto su hábil comprensión de las realidades económicas y sociales empezó a distinguirlo entre una generación de políticos carentes de visión. Luego fue Diputado Federal, líder parlamentario y Ministro de Hacienda, su personalidad fue ganando aún mayor prestigio en todos los sectores políticos hasta el punto de que, en 1927, cuando los acontecimientos impusieron el término del gobierno de Borges de Medeiros, quien estaba en el poder desde 1889, fue electo por fuerte mayoría para la Presidencia de Río Grande del Sur. Durante los tres años de su administración logró realizar las más importantes reformas económicas y sociales que su Estado necesitaba. Luego en 1930 las fuerzas opositoras al régimen de Washington Luiz buscaron un candidato capaz de polarizar el apoyo popular en todo Brasil, la elección recayó en el dinámico presidente riograndense, cuyo prestigio prescindía ya en mucho las fronteras sulinas. La fórmula presidencial de Getúlio Vargas y João Pessoa fue derrotada tras un gran fraude, a partir del cual se produjeron intensas manifestaciones populares acrecentadas después del asesinato de João Pessoa, y cuando la maquinaria política oficialista intentó cerrarle el paso, el pueblo estalló incontenible en el movimiento que le llevó por primera vez al Palacio de Catete. Bajo su liderazgo, la llamada Revolución del 30 estalló el 3 de octubre y culminó con la deposición del presidente Washington Luíz y la posesión en el gobierno de Getúlio Vargas el 3 de noviembre. Este primer ciclo presidencial duró hasta 1945, dónde tuvo que enfrentarse a desafíos como la Gran Depresión, la cual afectó gravemente al café, producto de gran exportación en Brasil, además de la Segunda Guerra Mundial, contienda en la cual Brasil participó del bando aliado y sus tropas combatieron en el teatro de operaciones italiano. La Fuerza Expedicionaria Brasileña o “Cobras Fumantes” (ya que popularmente se decía que era más fácil ver una cobra fumar que a Brasil entrar en guerra) fue elogiada y respetada por su valentía en combate, tanto por aliados como por sus enemigos.
Getúlio Vargas promovió las más profundas transformaciones sociales y económicas de la historia de Brasil. La creación de Petrobras, el proyecto de la Eletrobras y la restricción de importaciones iban contra poderosísimos intereses extranjeros, que, aliados a sus representantes internos, empezaron una brutal campaña de desestabilización. Bajo una violenta presión, viendo las maniobras para la realización de un golpe que iba frenar súbitamente el acelerado proceso de desarrollo, en 1954, Getúlio se quita la vida como un grandioso acto de sacrificio por el pueblo que tanto luchó. El pueblo hermano de Brasil se ha quedado huérfano, el “Padre de los Pobres” descansa en paz.
Comienza la Batalla de Stalingrado
23 de agosto de 1942
En el contexto de la invasión alemana y sus aliados a la Unión Soviética, se dan combates en la ciudad Soviética de Stalingrado. En un ataque rápido, las divisiones del VI ejército alemán (bajo comando del General Von Paulus) avanzaron hacia la ciudad, polo industrial y clave en el transporte marítimo a través del río Volga, último obstáculo hacia el petróleo y las riquezas minerales de la región del Cáucaso. La ciudad además tiene un interés político debido a su nombre, el cual debe al actual líder de la URSS, José Stalin. El mundo expectante ante el desenlace de este choque entre potencias.
Las artes callan: Federico García Lorca es fusilado
18 de agosto de 1936
El poeta y dramaturgo español es ajusticiado en el marco de la actual Guerra Civil que padece España. Nacido en 1898, autor influyente y popular con grandes libros como “Romancero Gitano” y obras de teatro como “Yerma” y “Bodas de Sangre”. Visitó nuestro continente, primero Argentina donde tuvo un gran éxito con su obra teatral “Bodas de Sangre”, luego también estuvo por nuestro país, donde tuvo contacto con artistas locales como Juana de Ibarbourou. Su muerte apaga una de las más importantes figuras de valor artístico como personal. Se le debe recordar con sus palabras, como dijo en su obra teatral escrita en 1936 “La casa de Bernarda Alba”: “Y no quiero llantos, La muerte hay que mirarla cara a cara. ¡Silencio!”.
Se inaugura en Montevideo el Obelisco a los constituyentes
25 de agosto de 1938
Como homenaje a los patriotas de la Asamblea General Constituyente y Legislativa (1828-1830) que sancionó la primera Constitución de la República, la que fue jurada el 18 de julio de 1830. Realizada por José Luis Zorrilla de San Martin, la obra es de bronce y granito. Tiene una altura de 40 metros, con tres alegorías, las cuales están ubicadas en las caras sur, norte y este del obelisco. En su cara oeste, la aguja central tiene grabada la siguiente inscripción: “A los Constituyentes de 1830”. En las caras sur, norte y oeste se encuentran tres estatuas alegóricas de bronce, emplazadas sobre basamentos de granito, que lucen a sus pies sendas inscripciones, con letras en relieve: “Ley”, “Libertad” y “Fuerza”, respectivamente.