El acercamiento a China puede generar diferencias con su socio más importante, Estados Unidos. Mientras tanto el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, envió un proyecto de ley al parlamento para que el Bitcoin sea una moneda de curso legal en su país.
Con un discurso directo y un estilo de comunicación basado en las redes sociales, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, es una figura polarizante que genera aprobación o rechazo en la población. Empresario de ocupación y políticamente iniciado en el partido de izquierda “Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional” (FMLN), tuvo un ascenso meteórico en la política.
Fue alcalde de Nuevo Cuscatlán durante el período 2012-2015 y luego alcalde de San Salvador en el período 2015-2018. En junio de 2019 ganó las elecciones presidenciales de su país en primera vuelta con un 53% de los votos, terminando con el bipartidismo de FMLN y Alianza Republicana Nacionalista (ARENA).
Dos temas esenciales que tuvo que tratar como presidente fueron la economía y la seguridad ya que, según la Universidad de El Salvador, el 22,80% de los hogares estaba en situación de pobreza en 2019. Por otro lado, la seguridad del país estaba seriamente afectada por grupos de crimen organizado, como Mara Salvatrucha o MS-13, Barrio 18 Sureños y Barrio 18 Revolucionario, haciendo que El Salvador encabezara durante muchos años la lista de los países más violentos del mundo.
“Ya no estamos entre los 10 países más violentos del mundo”, afirma Bukele
Para combatir el poder del crimen organizado, que cuenta con más de 60.000 miembros repartidos en distintos grupos, Bukele propuso el Plan de Control Territorial que estaba enfocado en cortar el financiamiento al crimen organizado, reforzar el sistema de seguridad y controlar las cárceles, que estaban divididas en base a los reclusos, es decir que no mezclaban a los presos de las maras para evitar motines, lo que derivó en una victoria para estos grupos delictivos.
El plan tiene varias fases que incluyó un despliegue policial y militar en las calles, planes económicos para empleo y desarrollo juvenil como también la reconstrucción del tejido social y en otro ámbito se cortaron las comunicaciones en las cárceles en junio de 2019. Sobre esto Bukele afirmó: “Las empresas de telefonía tienen 72 horas para cortar y/o bloquear por completo la señal en los penales. No puede ser que después de tantos años diciendo que lo estaban haciendo (cortando las llamadas), hoy vienen y aceptan que no era, ni por cerca, el 100%”.
Según el discurso del presidente en el marco del segundo año de gobierno, el país ha dejado de ser uno de los países más violentos del mundo, incluso teniendo una de las tasas de homicidios más bajas de la región. “Aunque todavía no tenemos los niveles de seguridad que quisiéramos hace 2 años, era impensable que El Salvador dejara de ser uno de los países más violentos del mundo”, aseguró Bukele. Además, agregó que el país todavía sigue siendo violento y sufre el embate de la delincuencia, pero que ya no se encuentra entre los 10 países más violentos del mundo. “Antes éramos el primero en los gobiernos de ARENA y FMLN”, señaló.
El águila y el dragón
A nivel económico se ha intentado de atraer nuevas inversiones mediante el acercamiento a China, con quien el país mantiene relaciones diplomáticas desde 2018 luego de reconocer a la República Popular China y cortar lazos con Taiwán. En diciembre del 2019 Bukele hizo un viaje a China en el que se reunió con el presidente Xi Jinping y se acordó un apoyo económico no reembolsable para El Salvador por un valor de 500 millones de dólares. Según el presidente salvadoreño, esto sería invertido en la construcción de un “Estadio Nacional”, una nueva biblioteca nacional, vialidad, plantas potabilizadoras y varios convenios. Además, durante las reuniones, el gobierno chino invitó a El Salvador para que sea parte de la Nueva Ruta de la Seda.
Esta inversión no reembolsable fue anunciada el mes pasado luego de que se ratificara un convenio para establecer mecanismos de cooperación entre ambos países. Esto fue celebrado y anunciado en Twitter por Bukele y recibió una respuesta por el mismo medio por parte de la subsecretaria de la Oficina de Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado de Estados Unidos, Julie Chung, quien le señaló al presidente salvadoreño que “nada de China viene sin condiciones”.
Según el Banco Central de Reserva de El Salvador, Estados Unidos es su primer socio económico y las relaciones con el gigante norteamericano durante la presidencia de Donald Trump han sido buenas, afirmándose incluso que El Salvador era un amigo y un aliado de Estados Unidos. Además, ambos países son parte del Tratado de Libre Comercio América Central-Estados Unidos- República Dominicana y la economía del país centroamericano depende en parte de las remesas que envían los salvadoreños que trabajan en Estados Unidos. Según la página del Departamento de Estado de Estados Unidos, el 21% del PBI del país es generado por estas remesas.
El acercamiento a China no solo generó una respuesta diplomática sino también económica por parte de Estados Unido que llevó a que este país firmara el año pasado con El Salvador un Memorando de Entendimiento para implementar el programa “América Crece” que implica el “fomento de la creación de empleos e impulsar el crecimiento económico facilitando proyectos de infraestructura que se necesitan con urgencia”, según el comunicado de prensa de la Embajada de Estados Unidos. En el 2019 se construyó una planta regasificadora flotante por valor de mil millones de dólares con financiación estadounidense.
El dólar y el Bitcoin
Mientras tanto, la innovación también está en los planes de gobierno de Bukele y este anunció el pasado sábado en Miami que su país estaba en proceso de adoptar el Bitcoin como moneda de curso legal para su país. Desde 2001, El Salvador usa el dólar estadounidense y de aprobarse el proyecto en la Asamblea Legislativa (parlamento salvadoreño de mayoría oficialista) se sumaría el Bitcoin, un suceso que podría tener repercusiones para el sistema financiero mundial. Sobre este proyecto Bukele afirmó en su cuenta de Twitter que el “Bitcoin tiene una capitalización de mercado de US$ 680 mil millones. Si el 1% se invierte en El Salvador, eso aumentaría nuestro PIB en un 25%. Por otro lado, Bitcoin tendrá 10 millones de nuevos usuarios potenciales y la forma de más rápido crecimiento para transferir 6 mil millones de dólares al año en remesas”.
Según el artículo publicado por la revista de negocios y finanzas Forbes, la mayor fuente de escepticismo sobre este proyecto es la posibilidad que Estados Unidos prohíba la moneda digital si llega a convertirse en un férreo competidor del dólar estadounidense. “El mayor riesgo de Bitcoin es su éxito”, mencionó Ray Dalio, fundador del fondo de cobertura más grande del mundo, Bridgewater Associates, en la conferencia de criptomonedas Consensus en mayo. “Pero prohibir la moneda nacional oficial de otro país sería un paso sin precedentes para Estados Unidos, uno que podría, por sí solo, socavar la utilidad del dólar como la principal moneda fiduciaria del mundo”, sostiene el artículo.
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