Esta semana las autoridades del Secretariado Uruguayo de la Lana (SUL) divulgaron una actualización de algunas normas a la hora de trabajar sobre el acondicionamiento de la materia prima que responde, según informaron, a exigencias que los mercados le hacen a la industria, y estas les trasladas a los productores y esquiladoras certificadas.
En la última zafra se certificó el 48% de la producción en sistema grifa verde, y el 15% en grifa celeste
El presidente de la institución, Miguel Sanguinetti, sostuvo que se trata de un cambio que se da cada cierta cantidad de años, con un sistema de grifa verde que ha mejorado en resultado e impacto, y por eso se está actualizando la tecnología. “Sale un poco tarde este cambio, el productor tiene que tenerlas en cuenta, porque son cosas que nos piden y hay que tomarlas, también a nivel de las esquiladoras certificadas” agregando que “hubo que rever pintura en la lana y si bien sale sobre el inicio de los trabajos, no va a tener impacto negativo en el productor, ya que se busca reducir la contaminación de cada lote y profesionalizar la esquila”.
Es un cambio que se da por las industrias de top y las demandantes de lanas sucias en el exterior, en un mercado que ofrece el 48% de la lana uruguaya con grifa verde y el 15% en grifa celeste. La producción total estuvo en 24 millones de kilos.
Por su parte, Carlos Piovani, integrante del sector de acondicionamiento del SUL, explicó que este sistema empezó en el año 1989, con la aprobación del primer protocolo, se ajustó en el 2004 y ahora, que se aplica para mejorar parámetros de calidad y de cosecha, según como vaya variando la lana y los mercados, para maximizar la calidad de la fibra para el proceso industrial, y esto implica para el productor que tenga que atender el crecimiento de las razas carniceras, que cambia en la cantidad de fibras meduladas, por esto se recomienda esquilar a lo último esos lotes y embolsarlo aparte”.
Este cambio responde un pedido de las industrias de top y las demandantes de lanas sucias en el exterior .
En los años anteriores, estaba marcado que los vellones de baja calidad que superaran el 30%, no se debería acondicionar el lote. Ahora se cambia ya en algunos tipos de producción no se puede saber en lo previo si se puede llegar a ese porcentaje. Con este cambio crece la importancia de realizar un completo romaneo del lote, describiendo con exactitud el contenido de cada uno de los bultos.
La máquina deberá informar la causa de la aparición de vellones de baja calidad. En los casos en que aparezcan informar si esto se debe a un problema de resistencia, color, largo de mecha, o la causa que sea.
Para la zafra 2019/2020 se espera que la producción sea similar, dado que por un lado las lanas están algo más “lavadas”, pero por otro se percibe un aumento en la cantidad de capones y por otro hubo cierta retención de vientres que impactó en una reducción en la faena de ovinos en el último ejercicio agrícola.
La presentación de estos detalles, estuvo a cargo de representantes de la industria lanera, consignatarios de lanas y productores, que señalaron el objetivo de llegar rápidamente al productor para informar de las medidas.