El pasado 15 de agosto se llevó a cabo la 21a jornada anual de la Unidad de Producción Intensiva de Carne (UPIC), en el salón Egeo, localizado en el departamento de Paysandú. Dicha actividad denominada “Praderas, campo natural, suplementación y corral: un medio campo para ganar el partido de la rentabilidad” abordó información relacionada a la sinergia de las cuatro opciones analizadas.
La jornada anual de la Unidad de Producción Intensiva de Carne convocó a más de mil personas en el salón Egeo de Paysandú
En este sentido, se trataron temas vinculados a la producción de carne de las distintas categorías sobre las nuevas opciones forrajeras. En una primera instancia, se presentaron datos relacionados a la recría de terneros y la performance animal combinando diferentes opciones forrajeras con suplementación: campo natural con autoconsumo de DDGS, y praderas con suplementación de grano de lupino. En relación a la cría, se presentaron “datos nuevos sobre un tema viejo: ¿a qué edad conviene castrar a los terneros?” Por último, se presentó información sobre la nueva tecnología del engorde a corral y la calidad de carne pensando en nuevos mercados.
La actividad contó con más de 1.000 participantes de todo el país, en busca de información sobre las nuevas alternativas tecnológicas para mejorar los resultados productivos y económicos. Tras el evento, el Ing. Agr. Álvaro Simeone, director del equipo técnico de la UPIC, destacó además de la alimentación del ganado de carne, las nuevas alternativas de mercados y los coeficientes técnicos de las nuevas opciones tecnológicas, necesarios para analizar la viabilidad económica de cada tecnología en el sistema de producción, según los distintos escenarios de precios.
Se destacó la importancia en la edad de la castración y el efecto de la misma sobre el desarrollo posterior del ternero durante la fase de recría. En base a los antecedentes, no existen diferencias a los 6 meses de edad, en términos de performance animal, entre un ternero entero o castrado. Por otro lado, si comparamos los terneros al año de edad, la castración realizada a los 8 meses de edad, presenta un efecto negativo, con pérdidas de 13 kg de peso vivo por animal, en relación a los terneros castrados al nacimiento. Simeone explicó la importancia de la magnitud de ese efecto en un sistema de ciclo completo, donde solo por el hecho de no castrar al nacimiento, el sistema perdería 13 kg por animal, considerando que el precio del ternero es 2,40 U$S/ kg de pesos vivo, esto implicaría una pérdida económica de aproximadamente 32 dólares por animal. Además, destacó que la magnitud del efecto se duplica si la castración realiza al año de edad, por tanto, las pérdidas en el sistema, tanto productiva como económicas, serían aún mayores. Pensando en una economía por contratos, Simeone hizo referencia a la importancia de considerar los coeficientes técnicos generados para la negociación de compra y venta de terneros entre un sistema criador e invernador.
Con relación a la suplementación, los resultados fueron alentadores respecto al uso de burlanda de sorgo y de grano de lupino. Según los antecedentes, la suplementación con concentrados en campo natural, permite obtener ganancias moderadas (0,150 a 0,200 kg/día) en la recría durante el periodo de invierno. La investigación realizada en la UPIC en 2018, ha demostrado, que, para la categoría de terneros, la suplementación invernal en autoconsumo con DDGS, ad libitum o regulado con sal, sobre campo natural, con alta o baja disponibilidad de forraje, mostraron excelentes resultados productivos, destacándose ganancias diarias superiores a 1 kg de los animales suplementados respecto a los testigos sin suplementación. Los resultados destacan la importancia del DDGS como un suplemento para incrementar la performance animal en la recría de terneros sobre campo natural. A su vez, la utilización del comedero de autoconsumo permite viabilizar operativamente esta tecnología en los sistemas extensivos.
Desde UPIC, destacaron la importancia de la castración temprana en terneros para evitar pérdida de kilos.
Por otro lado, la suplementación sobre los verdeos de invierno, constituye un aspecto clave para mejorar las ganancias, principalmente durante el periodo inicial de pastoreo, donde las pasturas se caracterizan por presentar alto contenido de humedad y un desbalance energético-proteico a nivel de rumen, los cuales determinan bajas ganancias de peso aun cuando las asignaciones de forraje son elevadas. La suplementación energética con alimentos no almidonosos, altamente digestibles y de elevado aporte proteico, como el grano de lupino o DDGS al 1% del peso vivo, presentaron los mejores desempeños en respuesta animal en torno a 0,900 kg/día, mientras que, las ganancias de los terneros suplementados con grano de sorgo húmedo fueron de 0,670 kg/día y los testigos sin suplementación, también manejados con una oferta de forraje de 5 kgMS/kg peso vivo tuvieron ganancias diarias de 0,520 kg.
En los sistemas de producción, la utilización de verdeos de verano, permite incrementar la oferta de forraje en épocas donde la producción y calidad de las pasturas disminuye. Sin embargo, se ha observado que el estrés térmico afecta la performance animal aún con pasturas de buena calidad. Pensando en mejorar la productividad de los sistemas intensivos, se evaluó para la categoría de novillos, la suplementación con DDGS sobre sorgo forrajero con una carga de 5 animales/ha. La suplementación al 1% de peso vivo permitió alta respuesta en la performance animal con ganancias diarias en torno a 1,3 kg, mientras que los novillos sin suplementación presentaron ganancias de 0,500 kg por día. Teniendo en cuenta que estas ganancias se ubican dentro del rango de respuesta esperado en los antecedentes de pastoreo de sorgo forrajero, podríamos considerar estos coeficientes técnicos para la presupuestación de forraje y performance animal en los sistemas de producción.
La burlanda sigue demostrando un excelente nivel de desarrollo en los campos uruguayos, y ahora se trabaja fuerte con el lupino
A modo de síntesis, durante la jornada, Simeone presentó un diagrama, el cual se presenta a continuación, con los coeficientes técnicos generados en la UPIC de las suplementaciones descriptas anteriormente.
En términos generales, la eficiencia de conversión del suplemento (kg de DDGS o de lupino/kg de PV adicional) de 3 a 5:1, según el suplemento y la categoría, comprueba la viabilidad económica de estas tecnologías en un amplio rango de escenarios de precios del suplemento y de valor del kg de ternero.
A modo de ejemplo, hagamos las cuentas. Suponiendo la suplementación de terneros con DDGS al 1% de peso vivo sobre campo natural.
Considerando el precio del kg de ternero de 2,4 U$S, y la eficiencia de conversión reportada de 5:1, el precio máximo que se podría pagar por el suplemento para cubrir los costos sería de 480 dólares la tonelada. Visto de otra forma, tomando como referencia el precio de DDGS de 200 U$S la tonelada y el coeficiente técnico de 5;1, el costo del kilo producido seria de 1 U$S. La diferencia entre el precio del kg del ternero y el costo del kilo producido correspondería al margen por kg producido.
Con relación a la burlanda, Simeone destacó las ventajas del alimento en base a sus características nutricionales: 40% de fibra digestible, 30% de proteína cruda, así como también una alta palatabilidad que hace que los animales se adapten rápidamente. Sin embargo, respecto al Lupino, considerando que es una nueva alternativa de cultivo invernal disponible para las rotaciones agrícolas, el Ingeniero sostiene “tenemos menos información y ahí somos más cautelosos porque puede llegar a causar algunos problemas que aún no hemos observado, los resultados demuestran que se comporta mejor que el sorgo grano húmedo, pero aún queda investigar y probar el lupino en diferentes condiciones como por ejemplo en el autoconsumo”.
Finalmente, durante la actividad de la tarde, el equipo de la UPIC, pensando en nuevos mercados presentó datos sobre una nueva tecnología en Uruguay: la alimentación a corral para la producción de carcasas pesadas y carne con marbling. En este sentido, se hizo énfasis a que el corral de larga duración (160 días) permitió incrementar el peso de las carcasas, a un valor promedio de 344 kg, superior a los alcanzados, con biotipos similares, en los corrales tradicionales de Uruguay. Al mismo tiempo, este tipo de manejo permitió alcanzar los niveles de marbling, los cuales permitirían satisfacer las demandas específicas de nuevos mercados.
Sin embargo, se remarcó la importancia de considerar el cambio en la eficiencia de conversión (en torno a 15 a 18:1), en el último tercio de la alimentación, como coeficiente técnico a considerar en la negociación del precio de venta del animal para faena. Por último, se destacó el mayor impacto de utilizar novillos de 3 años respecto a los de 2 años para lograr las carcasas más pesadas.
El enfoque de la UPIC es generar alternativas tecnológicas que mejoren el resultado productivo y económico de la empresa ganadera. Para esto, Simeone destacó la importancia que cumple el rol del equipo técnico y del trabajo de cada año a nivel de UPIC. Actualmente en la UPIC se están evaluando los experimentos que se presentaran en la próxima 22 a jornada anual. A nivel de corral, se está estudiando el efecto de la inclusión de grano de lupino sobre la performance de terneros. Mientras que, en novillos, se evalúa el efecto del tipo de sistema de alimentación, a pasto o a corral, sobre la performance animal y la calidad de carcasa y de carne. Por otro lado, en condiciones de pastoreo se está trabajando sobre la suplementación con comederos de autoconsumo inteligente.
¿No se puede evitar la castración de los machos?
En el intervalo que sucedió a la valiosa y didáctica presentación de Álvaro Simeone, apuntando a cómo ganar el partido de la rentabilidad, se formó una rueda conformada por experimentados productores ganaderos, algún profesional, cuyos comentarios sobre el tema final de la disertación sobre la fecha óptima de castración de los terneros, recogió La Mañana.
Lo primero que comentaron fue que no es casualidad que las exportaciones en pie se conforman en base a machos enteros. Y alguien agregó que en Europa prácticamente los machos que se faenan entre los 15 y los 24 meses, no se castran.
Si queremos comparar las ganancias de terneros castrados contra los enteros ambos encerrados o suplementados con concentrados: “Las diferencias que pueden haber van a depender del estado de desarrollo. Mientras los enteros no entren en pubertad las ganancias van a ser similares, a partir de allí se podrían esperar ganancias superiores en el entorno de un 20 a 25% por el solo hecho de producir hormonas” acotó un conocido profesional.
¿Entonces de donde dimana la prescripción de rechazar machos enteros para la faena? Por lo menos la faena de bovinos menores de 24 meses.