Una publicación de Twitter de la cadena alemana Deustche Welledice textualmente lo siguiente: “Polémica por ley de medios en Uruguay. El trámite del gobierno de La Calle Pou y la alianza conservadora, encienden alarmas entre periodistas y defensores de la Libertad de Prensa. Entrevista al exrelator para libertad de expresión de CIDH, Edison Lanza”.
Sobre el enunciado podría aplicarse un gigante super “Sic”. Reiteración del recurso de la “polémica” y la “alarma” buscando inducir al lector neutral, el error en el apellido del presidente (que uno quiere creer que es involuntario), referirse a una sola de las partes en un tema que presentan como debatido o la categorización de la coalición como una “alianza conservadora”.
Esto último es una práctica habitual de las grandes cadenas de noticias, poner en casilleros a los gobiernos, los partidos o los líderes políticos utilizando el vetusto eje izquierda-derecha, o también el de progresistas-conservadores.
El video de la entrevista comienza con la conductora del noticiero alemán afirmando que Uruguay “hasta hace muy poco constaba en los reportes internacionales de la libertad de prensa y opinión como una de las excepciones de las Américas. Y sin embargo el trámite de una ley de medios por parte del gobierno de Luis Lacalle Pou y su bancada conservadora encendió las alarmas de periodistas y defensores de la libertad de prensa y expresión dentro y fuera de Uruguay”.
Curiosamente Uruguay habría dejado de constar en esos reportes aun cuando el proyecto de ley de medios ni siquiera tiene una redacción definitiva y que obviamente no hay efectos de ninguna medida, porque se sigue con el régimen anterior vigente.
Lo más insólito es que la ley de medios vigente, aprobada en 2014 únicamente por la mayoría parlamentaria del Frente Amplio y con el total rechazo de casi la mitad de los legisladores, fue reglamentada recién en 2019, en pleno año electoral y en los últimos meses del gobierno saliente. Esto sin contar que la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucionales a varias disposiciones de dicha ley. Entonces, ¿qué es lo que celebraban los reportes internacionales, la letra muerta de una ley nunca aplicada en lo sustancial?
CAINFO y la Open Society Foundation de Soros
Las críticas a las que refiere el informe de DW en la primera parte provienen de CAINFO (Centro de Archivo y Acceso a la Información Pública), una ONG fundada en 2008 que hace las veces de “sociedad civil” pero que es financiada por capitales internacionales.
El ex presidente de esa ONG, Daniel Lema, reconoció en entrevista al semanario Voces que “era bancada por Soros”. “La fundación Open Society de Soros hasta hace unos años era uno de los principales financiadores de los proyectos de CAINFO. Hoy no aporta un solo dólar”, agregó Lema. Sin embargo, el actual presidente de CAINFO, Fabián Werner, ha tenido estrechos vínculos con Open Society a través de la revista Sudestada de la que es director, además de ser corresponsal de la cadena británica Reuters.
Esta y otras ONGs tenían previsto lograr una influencia directa sobre los medios de comunicación a través de la creación de una multiplicidad de consejos asesores que creó la ley de 2014: el Consejo de Comunicación Audiovisual, la Comisión Honoraria de Servicios de Comunicación Audiovisual, la Comisión Honoraria Asesora del Sistema Público de Radio y Televisión Nacional y el Fondo de Promoción del Sector de Comunicación Audiovisual, así como las atribuciones de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo. Estaba todo armado y se les aguó la fiesta, porque con el nuevo proyecto de ley de medios se elimina todo este aparato paralelo.
Sobre la participación de Edison Lanza en la entrevista no hay mucho más para agregar a lo que ya se ha comentado públicamente. Notoriamente se trata de un asesor de la Intendencia de Canelones del Frente Amplio, es decir un analista parcial, aunque fue presentado como neutral, solo mencionando que se trata de un ex funcionario de la CIDH.
Acción coordinada de los corresponsales
Como se sabe, las repercusiones de este video fueron muy importantes, motivó a que se tratara el tema en tres sesiones de la Cámara de Diputados y llegó hasta una declaración votada por la coalición rechazando las afirmaciones del informe. Luego, la cadena alemana accedió a emitir un nuevo informe sobre libertad de prensa en Uruguay entrevistando al director del Servicio de Comunicación Nacional, Gerardo Sotelo y a representantes del gobierno que dieron su punto de vista sobre la ley de medios.
No obstante, la utilización de este tipo de informes “internacionales” y “neutrales” como forma de presionar al gobierno seguramente seguirán, utilizando más o menos los mismos recursos.
Antes del informe sobre la libertad de expresión en Uruguay, la cadena DW había publicado el día del aniversario de la asunción del gobierno un informe titulado “La pandemia fuerza el regreso de la olla popular a Uruguay”. Muestra a un grupo de activistas a los que presenta como si fueran simples voluntarios. Sin embargo, en las imágenes puede verse claramente que la olla funciona en un comité de base del Frente Amplio. ¿Por qué nuevamente no se menciona ese detalle? Por supuesto, nada se dice sobre el sistema de comedores que tiene el país o del aporte del Mides a las ollas, sino que el informe solo habla de estos “voluntarios” como si el Estado fuera absolutamente omiso en la materia.
Dos meses después, la cadena norteamericana CNN emitió un informe ¡casi calcado! titulado “Las ollas populares de Uruguay alimentan hambrientos en medio de la pandemia de covid-19”. En el informe se toma el testimonio de la Coordinadora de la Ollas Populares y por supuesto nada se dice tampoco del Mides e incluso se insiste que es la sociedad que lo paga desde su bolsillo. El periodista que firma el informe es Darío Klein, quien también integra la revista Sudestada junto a Werner de CAINFO.
Es evidente que existe una acción coordinada para transmitir un mensaje parcial y falso sobre la realidad uruguaya y para ellos algunas cadenas internacionales de noticias utilizan a un grupo de corresponsales locales que responden a un mismo lobby.
¡Si será importante anticiparse a estas cosas en la nueva ley de medios! Por lo pronto se les pateó la madriguera desde la que pensaban operar. Pero estamos advertidos que hay cadenas internacionales y poderosos lobbys que buscarán introducirse cada vez más adquiriendo medios y licencias nacionales, y para ello la ley debe prever claramente la no extranjerización.
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