¿Tu pasión?
La fotografía.
¿Tu primer trabajo?
Mi primer trabajo fue en Radio Carve, como pasante en la producción del informativo de la mañana. Luego el primero remunerado fue en el departamento de Comunicación Social del Ejército. Fui soldado por casi tres años. Estoy muy agradecida por esa experiencia donde aprendí tantas cosas. La fotografía me ha acompañado siempre. más allá de lo profesional, es una afición que me habituó a ver el lado bello de todas las cosas.
Un consejo para alguien que está empezando y quiere hacer lo mismo que tú.
Hagas lo que hagas, hacelo con y por amor. Con todas tus ganas. Poné tu intención y cariño en la tarea que tenés adelante. Entregate a la experiencia de hacer lo que te gusta y de aprender, y sé fiel a ti mismo. Esto te va a permitir disfrutarlo y crecer. Usá tu vida para inspirarte, buscá espacios de silencio; la creatividad no surge desde el pensamiento, sino desde el corazón, cuando dejas de pensar. Por otro lado: práctica. La práctica te hará un maestro. Hacerlo una y mil veces y probar nuevas formas de hacerlo. Perfeccionará tu técnica para expresar mejor tu talento único y te dará confianza.
¿Cómo surge tu inspiración?
Hay muchas fuentes de inspiración: naturaleza, música, sueños, lecturas, personas, películas, pinturas, fotografías… Todo es una potencial fuente de inspiración, pero solo surge conectándome desde un estado de conciencia de atención + contemplación. Nuestra atención es nuestro mayor capital si logramos capitalizarla, dirigirla con intención. Para mí la inspiración surge desde un lugar donde mi foco sale de la realidad virtual del celular y de mis pensamientos y del relato interno y se enfoca 100% en el momento presente, en el objeto de contemplación.
¿Contra qué defecto luchas?
De todos mis defectos, con los que tengo que tener particular cuidado en la vida diaria (para no morir), es con la distracción y la torpeza. Sin embargo, no es luchando que los supero, sino todo lo contrario, con mucho cariño: poniendo atención, respirando hondo, bajando la velocidad y suavizando la fuerza bruta.
¿Tu lugar en el mundo?
Uruguay. Me gusta especialmente el Parque Nacional Santa Teresa, en Rocha. Voy desde chiquita con amigos y familia. Me hace sentir como ningún otro lugar; como en un abrazo de bienvenida.
¿Un referente en tu vida?
Referentes de carácter: mis padres. Son como el yin y el yang. Mi padre es derecho, comprometido, leal… mi madre es ternura, creatividad y entrega. Los quiero mucho. Referentes de pensamiento: Herman Hesse, Carlos Castaneda, Albert Hoffman, Miguel Ruiz, Deepak Chopra, Eckhart Tolle, Bruce Lipman, Nassim Haramein… por regalarme epifanías.
¿Una asignatura pendiente?
Tengo pendiente un proyecto familiar que lo quiero mucho. Es un libro de cuentos infantiles inspirados en la sabana africana. Cuando era niña mi padre se fue un año en misión de paz a Mozambique. Como era costumbre que nos contara cuentos a mí y a mi hermana antes de dormir (y como en esa época no había celulares ni videollamadas,) nos grababa los cuentos que se inventaba en casetes, para mandarlos por encomienda trasatlántica a Uruguay. Luego mi madre los reproducía en el equipo de audio de casa, dosificados para que duraran hasta el próximo envío. Son cuentos preciosos que transcribimos hace un tiempo y nos queda hacer las ilustraciones y el diseño editorial. Después también está pendiente tener hijos y leérselos a ellos.
¿Un valor fundamental?
Ver el mundo con ojos de niño, con curiosidad y sin tantos juicios y etiquetas. También entiendo fundamentales el respeto, la gratitud, el entusiasmo y la ternura.
¿Qué es la felicidad para ti?
Es una forma de vivir, o una actitud que nos permite mirar el mundo con gratitud y entusiasmo y que surge de la paz de estar en armonía con el momento presente, con las decisiones que tomo, de ser coherente con mis valores y fiel a mi corazón. Surge de poner mi energía y tiempo donde entiendo conveniente, con la confianza de que estoy en el lugar en el que tengo que estar y que soy todo lo que vine a ser. Para conservarla: no tomarse demasiado en serio a uno mismo, saber distinguir qué es importante y qué no, y no preocuparse por nada que no lo sea. Una vez leí en un libro que le preguntaron a un sabio cuál era el secreto de la felicidad y él respondió: “No me importa nada de lo que me pueda suceder… Ese desapego también es clave, aunque no tan fácil de alcanzar”.
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